Un hombre de 50 años está siendo investigado en Paysandú por ser presunto autor de violencia hacia sus hijastros y abuso sexual hacia su hijastra de 15 años. Según lo que denunciaron las víctimas y también vecinos, el hombre no solo habría abusado de los menores, sino que también los habría tenido en cautiverio.
Según informó la Jefatura departamental, el pasado martes, personal policial acudió a las inmediaciones del puerto de la ciudad, ya que varios vecinos se estaban manifestando frente a la casa del ahora investigado.
De allí se llevaron al hombre hacia un local policial, mientras que la madre de los menores -de 10, 12 y 15 años- llevaba adelante una denuncia en una comisaría. La mujer de 37 años sostuvo que sus hijos “venían siendo víctimas de malos tratos” y que, además, su hija habría “sufrido abuso sexual”, según el comunicado de la Jefatura.
Puede verse en un video divulgado por el medio El Telégrafo, que mientras los policías llevaban adelante la detención del hombre, varios vecinos le gritaban cosas tales como “degenerado” y “ahora tenés miedo, mirá”.
El Juzgado de Familia tomó el caso y decretó el miércoles medidas cautelares para el hombre por un lapso de 180 días, mientras que se lleva adelante la investigación.
La medidas fueron prohibición de comunicación, acercamiento y contacto, tanto con los menores como también con la madre. No se puede acercar a ellos en un radio de 500 metros. También deberá pagar “pensión alimenticia provisoria por la situación vulnerable de las víctimas”.
Además de la situación que se denuncia que sufrieron los niños, fuentes del caso aseguraron a El País que hay indicios de que la madre también convivía con violencia por parte del hombre.
Fue informada del caso la Fiscalía departamental de 4° Turno, y se está avanzando con la investigación para definir responsabilidades en el caso.
Denuncia
Según relató El Telégrafo y pudo confirmar El País, luego de que el padrastro golpeara a una de sus hermanas, uno de los menores salió con la excusa de ir a hacer un mandado y fue a contarle lo sucedido a una tía. Tras esto le dieron aviso a su madre. Una de las niñas también se animó a contar el infierno en que estaban viviendo e incluso sostuvo que había sido abusada por su padrastro.
“No sabía del abuso sexual, pero sí que los tenían encerrados, siempre acostados, nos les daban de comer, les ponían la puerta con candado en el cuarto”, dijo una vecina a El Telégrafo.
Las autoridades están indagando sobre el presunto encierro, en el que los menores no podían acceder, según testimonios, ni siquiera a tomar agua.
INAU
Otra de las quejas de los vecinos fue contra el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), ya que aseguran haber realizado múltiples denuncias anónimas y que desde el organismo “no hicieron caso”.
Por parte del INAU, su presidente, Guillermo Fossati, dijo a El País que se recibieron denuncias en noviembre de 2018, por las que existieron actuaciones del instituto, pero que en ese momento “no se recabaron elementos que comprobaran estas situaciones”.
Debido a tratarse de un caso con menores de edad involucrados, Fossati aseguró que debe “manejarse con cautela”.
“El escenario con respecto a las denuncias anteriores cambió, ya que la Justicia solicitó la intervención”, añadió. De ahora en más, técnicos del instituto visitarán la casa para asistir psicológicamente a los menores, así como también se brindará la atención médica necesaria.
Consultado sobre si existen elementos que permitan quitarle la custodia de los menores a su madre, el presidente de INAU respondió que no, aunque la situación del hogar “seguirá siendo evaluada”.
Intervención de INAU en 2018 no halló elementos
Las denuncias que INAU registra sobre el hogar datan de noviembre de 2018. Desde el instituto aseguran que existió intervención, pero no se encontraron elementos que prueben las denuncias. Un equipo recabó información y mantuvo entrevistas con los menores -quienes en ese momento tenían 5, 8 y 10 años-, con sus padres y con su maestra de ese momento, quien dijo reportar asistencia normal al centro educativo y no haber visto comportamiento inusual en los niños.