En la madrugada de ayer fue asesinado Alexis Meireles, un funcionario policial de 37 años que recibió un disparo en el pecho mientras realizaba un operativo de rutina en el barrio Marconi.
Sobre las 02:00 horas, Meireles se encontraba en las calles Pasaje 8 y Guarapirú, cuando observó a un grupo de personas “sospechosas y con una actitud extraña”, según relató en conferencia el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía. El funcionario pidió apoyo, por lo que otro móvil acudió al lugar.
Minutos más tarde, vio a un hombre a 40 metros, el cual “coincidía con descripciones de un hecho que se estaba investigando” -según supo El País se trataba de un presunto rapiñero-, así que junto con otro funcionario se dirigieron hacia él a pie. Al llegar, el sospechoso ya no estaba, lo que hizo que dieran la vuelta para retornar hacia los móviles.
En ese momento, según testigos, se escucharon nueve detonaciones. Si bien el resto de los funcionarios pudo resguardarse, una de las balas alcanzó a Meireles en el pecho. Los compañeros lograron trasladarlo a la policlínica de Capitán Tula, pero falleció al poco tiempo.
Fuentes vinculadas al caso dijeron a El País que el sistema de detección de disparos ShotSpotter registró que las detonaciones partieron de una vivienda ubicada a varios metros de donde se encontraban. Relevada la escena, información primaria aportó que el arma utilizada para el ataque habría sido una pistola 9 milímetros.
Al tratarse de funcionarios policiales de Investigaciones, Meireles y sus compañeros se encontraban vestidos de particulares al momento del operativo. Esto, la distancia de los disparos, y que al identificarse como policías los agresores huyeron, llevaron a que una de las hipótesis que manejan sea que los atacantes pudieron confundir a los funcionarios policiales con integrantes de una boca de venta de drogas, según indicaron los informantes.
Consultado el Ministerio del Interior sobre si el policía contaba con su chaleco antibalas colocado al momento del ataque, la respuesta al cierre de esta edición fue que “este elemento se encuentra dentro de la investigación”.
En la tarde de ayer, la Policía redobló su presencia en el barrio, y luego de realizar diversos allanamientos y controles, dos hombres fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia.
En una conferencia realizada en la mañana, el director de la Policía Nacional, José Azambuya, había dicho que la Policía ya contaba con “elementos firmes para identificar a presuntos responsables”.
Repercusión
Durante la conferencia tomaron la palabra el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, Azambuya y D’Elía. Los jerarcas manifestaron su dolor por el fallecimiento de Meireles y respaldaron a los funcionarios policiales.
“No vamos a parar hasta no encontrar a los asesinos de Alexis”, dijo Martinelli y aseguró que esperan que “paguen por lo que hicieron en la cárcel”. Además, calificó el día como “muy triste y lamentable para la Policía Nacional”. Luego, el ministro enfatizó el respaldo “a cada uno de los policías que todos los días se juegan la vida para defender y llevar la tranquilidad a cada uno de los uruguayos”.
Por su parte, Azambuya dijo que fue “un día de mucha pena” para la institución, principalmente porque “detrás de un policía siempre hay una familia”. También aseguró que van a “cuidar plenamente” a la familia del fallecido.
“Si bien esta situación es penosa, no nos amedrenta”, afirmó el director de la Policía, quien agregó que no se retirarán de los barrios “hasta no devolverle la tranquilidad a los vecinos”.
Consultado sobre si fallaron los protocolos de seguridad, Azambuya lo negó. “Se actuó dentro de lo que está establecido en lo que refiere a la respuesta ante una situación”, respondió y explicó que “inicialmente había dos equipos y solo una persona identificada, por lo que la superioridad numérica siempre la tuvo la Policía”. “El ataque surgió a distancia”, dijo.
En diálogo con El País, la presidenta del Sindicato de la Policía Nacional (Sipolna), Patricia Noy, reconoció que las autoridades “fueron muy respetuosas” con el fallecido y su familia, ya que “antes se buscaba ver en qué se pudo haber equivocado el funcionario en vez de respaldarlo”.
Noy aseguró que “se está viendo un aumento de violencia” y dijo “no estar acostumbrados”. “Falta capacitación e instrucción para enfrentar los nuevos niveles de violencia”, agregó la sindicalista.
Varios actores políticos se manifestaron en sus redes sociales para dar sus condolencias. “Expresamos nuestra profunda solidaridad a la familia y a toda la Policía Nacional (...) esto no va a detener los esfuerzos contra el delito, sino a reforzarlos”, escribió el precandidato nacionalista Álvaro Delgado en su cuenta de X.
Laura Raffo, también precandidata por el Partido Nacional, se sumó a los lamentos por la muerte del funcionario policial.
“Debemos trabajar más duro para garantizar la seguridad de todos, y dotar de mejores herramientas y más garantías a quienes arriesgan su vida para cuidarnos”, escribió la dirigente blanca, que se encuentra en Londres.
Familia
Luego del fallecimiento de Meireles, la Policía informó que el hombre contaba con una esposa y dos hijos -uno de siete y otro de 11 años. “Será ascendido a grado oficial para que su esposa pueda cobrar la pensión correspondiente”, confirmó Martinelli en la conferencia de prensa.
Además, se les brindará asistencia en el Hospital Policial, y se subsidiará la vivienda que el funcionario estaba pagando a través de la Caja Policial.
Según pudo saber El País, los primeros en llegar al centro asistencial tras su muerte fueron su padre y su hermana. Luego lo hizo su esposa y algunos de sus compañeros.
Noy dijo a El País que todos sus colegas lo definían como “una excelente persona”, “gran compañero”, y “alguien muy alegre, pero que asumía su tarea con mucha responsabilidad”.
Uno de los puntos que la esposa de Meireles destacó en un contacto con Noy fue que “él amaba su función”, según relató la sindicalista. “Era muy responsable con su equipamiento, varias veces había pedido cambio de chaleco porque lo tenía vencido, y después le dieron uno que le quedaba chico pero que usaba igual”, transmitió su esposa a la presidenta de Sipolna tras el planteo sobre si llevaba puesto su chaleco antibalas al momento del impacto.
Su esposa también hizo hincapié en que siente “impotencia” por cómo se dieron los hechos, y que “quiere que se haga justicia y se encuentre a los culpables del asesinato”.
Sistema ShotSpotter identificó los disparos
Una de las herramientas incorporadas por el Ministerio del Interior en el marco de varias medidas que buscan reducir los homicidios y la violencia, es el sistema de identificación de disparos, ShotSpotter.
Según indicó el jefe de Policía de Montevideo, Mario D’Elía, durante la conferencia de ayer, este sistema reconoció las detonaciones, lo que permitió identificar la vivienda desde la que se efectuaron los disparos.
Este software fue puesto en marcha en diciembre y, según dijo el ministro Nicolás Martinelli a El País, en la cartera hay conformidad al considerar que “está dando buenos resultados”.
ShotSpotter funciona en dos áreas: una de 5 km2, y otra de 7 km2. Hasta ayer no habían sido reveladas “para no alertar a los delincuentes”, pero durante la conferencia se dijo que Marconi integra una de ellas.
El software funciona a través de sensores acústicos que son instalados en los barrios y se encargan de detectar y localizar desde dónde son efectuados los disparos, lo que logra midiendo la distancia del sonido. Cuando entiende que se produjo un disparo, envía la grabación a un centro de revisión ubicado en Estados Unidos, que confirma si se trató de un disparo o si registró un estruendo fuerte -por ejemplo fuegos artificiales.
En caso de confirmar que se trató de un disparo, la Policía recibe una alerta. Se estima que esta triangulación dura un minuto. Si la alerta es errónea, el sistema aprende para descartar esos sonidos en el futuro.
La inversión fue de casi dos millones de dólares, y hasta el momento permitió atender a dos personas heridas de bala, tener seis detenidos, cuatro formalizados e incautar armas, vehículos y vainas.
Sindicato se reúne el jueves con el Ministerio del Interior
El próximo jueves en la mañana se llevará adelante una reunión entre autoridades del Ministerio del Interior y directivos del Sindicato de la Policía Nacional (Sipolna, antes Sifpom).
Esta instancia había sido solicitada hace una semana, con el objetivo de profundizar en temas como la salud mental de los funcionarios policiales, equipamiento adquirido por la cartera y la aplicación de algunos ar- tículos de la Rendición de Cuentas. También existe preocupación con respecto a la vivienda.
La presidenta del sindicato, Patricia Noy, dijo a El País que “muchos de los policías conviven con delincuentes en zonas conflictivas”, lo que “los expone a ellos y a sus familias”.
Otro de los temas que se abordará es la rescisión de cien policías eventuales “que se pueden quedar sin trabajo por la no renovación de sus contratos”, explicó Noy.
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