Vecinos de Cufré y Martín García, en el barrio La Comercial, se despertaron en la madrugada de este lunes con dos explosiones provenientes del incendio de un pequeño auto estacionado en la esquina.
Habían pasado varias horas del suceso -que no generó daños a personas por el trabajo de Bomberos-, pero el olor a quemado todavía se sentía ayer de tarde y nítidamente. Como si fuera una señal, a pocos centímetros de lo que quedó de un Hyundai i10 incinerado, había un cartel amarillo desgastado que advertía: “Esquina peligrosa”.
Las personas consultadas por El País coincidieron en que su sueño se interrumpió abruptamente sobre las 3.00 horas. La esquina donde ocurrió el incendio está a una cuadra de una funeraria, a cuatro cuadras de Bulevar Artigas y a menos de diez cuadras del shopping de Tres Cruces.
“Estaba en mi casa, sentí una explosión y cuando salí el auto estaba envuelto en llamas”, graficó sorprendido un vecino, sobre el episodio que derivó en que tuvieran que sacar varios autos de la zona por el riesgo de que el incendio tuviera un desenlace peor.
Un vecino debió mover su auto que estaba enfrente, pero lo que generó más nerviosismo fue una camioneta estacionada detrás del auto incendiado. Una vecina bajó de apuro para retirar el vehículo antes de que llegaran las llamas.
Fuentes de Bomberos informaron a El País que el foco comenzó dentro del auto, en la parte delantera, y luego se generalizó a toda la cabina dejando apenas los hierros de los asientos y la carrocería totalmente quemada.
Policías investigan el caso y una de las hipótesis que manejan es que el incendio del auto fue intencional. Bomberos hizo una inspección técnica del auto, que está bajo “reserva”. En tanto, en la cuadra hay una cámara particular que podría arrojar más datos.
“A mí me sorprendió lo rápido” del episodio, dijo un comerciante, que relató que sobre las 3.00 horas su esposa lo despertó tras escuchar la primera explosión. Otra vecina contó que dormía cuando de pronto sintió el estruendo.
Los consultados coincidieron en que primero sintieron una explosión, probablemente de las cubiertas, y luego otra, cuando el auto estaba totalmente en llamas.
Una vecina contó que primero escuchó corridas y personas que hablaban bajito, y después recién escuchó una explosión.
Otra, narró que el primer ruido que escuchó fue como un “choque de autos”, mientras que un vecino sintió como si estuvieran “rompiendo un vidrio”.
También varios escucharon que un auto blanco con el caño de escape recortado dio ruidosas vueltas por la zona y presumen que estaría vinculado al hecho.
Un vecino alertó al 911 y en minutos llegaron policías de la Seccional 4ta y bomberos que lograron extinguir las llamas con agua a alta presión.
“Fue un caso particular, no había pasado” algo similar en esta cuadra, contó un vecino. “No hace mucho que estoy en la zona, pero no sabía que era así. La verdad que me deja bastante preocupado, porque la tenía como una zona tranquila”, lamentó.
Vecinos más antiguos dijeron que no es el primer caso que se da en la zona. Hace un año y medio incendiaron un auto a media cuadra de allí y presumen que ese hecho estuvo vinculado con una boca de drogas en Martín García y Alfredo Caramella, que fue tapiada hace algunos meses.
Coincidieron en que la zona está “muy complicada” desde hace tiempo, y que el barrio está “lleno de bocas de droga”, pese a que el Ministerio del Interior ha cerrado varias en las inmediaciones en el último tiempo.
“De noche, es tremenda” la cuadra, graficó una vecina, mientras que otra persona dijo que en la calle Hugo Alfaro, a media cuadra del incendio, intentaron robar autos en la última semana.
Todos estiman que el auto incendiado no es del barrio y que lo quemaron intencionalmente. La calle Cufré, en tanto, seguía muy transitada y con aparente calma.
Personas en situación de calle en los alrededores
Además de alertar sobre bocas de droga cercanas, los vecinos de La Comercial dijeron que en las afueras de una funeraria duermen varias personas. Esto motivó llamados al Ministerio de Desarrollo Social y hasta el envío de una carta a la funeraria pidiendo que se instale un cerramiento.
“Son consumidores de pasta base y de noche es cuando funcionan las bocas, entonces no quieren ir a los hogares del Mides”, relató una vecina a El País.