El centro penitenciario Santiago Vázquez —ex Comcar— fue testigo de una nueva tragedia, que volvió el recuerdo de lo ocurrido en los últimos días de diciembre, cuando seis presos murieron prendidos fuego tras un ataque. En este caso también fallecieron seis reclusos, y hasta el momento, las primeras hipótesis sobre el origen del fuego también coinciden con lo que pasó meses atrás.

Las llamas comenzaron sobre las 14:15 de este miércoles en la celda 94 de uno de los sectores de media seguridad del Módulo 4 del ex Comcar. Si bien personal de la cárcel vio el fuego y utilizó extintores para apagarlo, no se logró evitar que murieran los reclusos, según la versión brindada por el Ministerio del Interior.

Además de los fallecidos, un privado de libertad debió ser trasladado al Centro Nacional de Atención al Quemado (Cenaque), donde permanece delicado.

La investigación por el momento cuenta con más incógnitas que certezas. Momentos antes del incendio, los presos se encontraban afuera de sus celdas. La hipótesis principal, indica que los reclusos fueron atacados por otro grupo y, por motivos que buscan establecerse, se encerraron dentro de su celda. Esto explicaría por qué todas se encontraban abiertas menos la 94, donde fueron hallados los cuerpos calcinados.

Ya adentro, se presume que fueron rociados con líquido inflamable y luego prendidos fuego.

Según indicaron las familias de las víctimas a El País, la celda estaba conformada por otras tres personas, que no estaban presentes al momento del ataque.

Con respecto al origen del fuego, la Dirección Nacional de Bomberos continúa realizando pericias que permitan determinarlo con seguridad, aunque todo apunta a que se trató de líquido inflamable, igual que en el último antecedente ocurrido en diciembre.

En ese caso, fuentes policiales confirmaron a El País que los reclusos agresores habían robado el líquido combustible de las máquinas de cortar el pasto, que luego utilizaron para rociar a las víctimas. "Lo consiguen pagando unos pesos o dándole algo de droga a los presos que van a cortar el pasto", dijeron los informantes.

Los motivos de la pelea tampoco están claros, aunque fuentes vinculadas al caso dijeron a El País que habían existido conflictos entre reclusos para "ver quién mandaba".

Si bien se realizó una identificación primaria de los cuerpos, la fiscal de Homicidios de 2^do Turno, Mirta Morales, pidió "paciencia a las familias porque los cuerpos van a ir al Instituto Técnico Forense (ITF), para hacer las pericias necesarias para que sean identificados como corresponde".

Foto: Leonardo Mainé

Los familiares de los fallecidos se enteraron del incidente luego de que la información trascendiera en redes sociales. Pasadas las 17:00 comenzaron a llegar a las inmediaciones de la cárcel de Santiago Vázquez los primeros padres, hermanos, primos o conocidos de quienes presumían que podían ser las víctimas, ya que los nombres de la identificación primaria no fueron comunicados a las familias hasta casi las 19:00.

"No me dejan entrar, me dicen que no tienen ninguna información, que tienen que esperar que llegue no sé quien", dijo la hermana de uno de los reclusos de la celda 94 mientras hablaba por teléfono minutos después de llegar.

Es que si bien las personas se acercaban permanentemente a preguntar por el estado de sus familiares, recién 18:30 se permitió que uno o dos integrantes de cada familia ingresara al establecimiento. Ya adentro, se los llevó a una sala donde se les explicaron las primeras hipótesis y les mostraron fotos de la celda quemada, según relataron al salir.

"Los tienen como perros ahí adentro, ellos son personas, no animales", reclamaban los familiares que esperaban afuera.

Uno de los primeros fallecidos identificados tenía 24 años y hacía cuatro que se encontraba en prisión. "Estaba contento porque iba a salir en noviembre, dejó un nene de tres años", contó su hermana a El País.

El pasado 28 de diciembre ocurrió en el mismo Módulo un hecho de similares características al de este miércoles. Seis presos fueron atacados, encerrados dentro de su celda, y posteriormente prendido fuego hasta la muerte.

Los reclusos fallecidos estaban jugando a las cartas cuando fueron atacados, según un comunicado emitido por el Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, y el Comisionado Parlamentario Penitenciario.

Al notificar que se realizaba una requisa en parte del Módulo, presos de la celda 48 pasaron pasta base y celulares hacia la celda 49 a través de un boquete de 60 centímetros de ancho y ubicado a un metro y medio del suelo. Al reclamar que se les devuelva estas pertenencias —de gran valor dentro entre los reclusos—, los de la celda 49 se negaron.

En respuesta, los dueños de la mercadería colocaron polifón en la punta de una lanza de hierro, lo empaparon con combustible y lo utilizaron para prender fuego a sus vecinos.