En la tarde del martes la Policía de San José acudió a una vivienda ubicada en General Juan Antonio Lavalleja y Francia, en la capital departamental. Allí encontraron en el suelo y ensangrentada a una mujer de 43 años, que había sido apuñalada por su hija que estaba en su dormitorio.
El ataque se produjo cerca de las 14:00 horas, según fuentes del caso a las que accedió El País, luego de una discusión en la que la joven reprochaba por las parejas que había tenido su madre -sobre todo la penúltima de la que aseguró haber recibido maltrato y abuso sexual. Además, le reclamaba por la falta de apoyo cuando era menor.
Luego de algunos minutos, la discusión subió de tono y la atacante tomó un cuchillo de mesa -que fue encontrado por la Policía en el registro del lugar- y apuñaló a su madre. La mujer fue trasladada a un centro hospitalario de la zona, pero murió más tarde.
Al llegar a la casa de la víctima, la Policía se encontró en la puerta con otra de sus hijas, de 13 años.
La fiscal de 1er Turno de San José, Mariana Rodríguez, está a cargo del caso y pidió ayer la formalización de la joven por homicidio especialmente agravado. La jueza María Elbia Merlo dio lugar a la solicitud, sin oposición de la defensa, por entender que no se trató de un caso de legítima defensa.
La joven deberá cumplir 180 días de prisión preventiva, mientras continúa el proceso. La pena por este delito puede variar entre 10 y 25 años.
El abogado Iván Almedia, defensor de la presunta homicida, expresó a El País su conformidad con el trabajo de la fiscal y dijo que buscarán llegar a un juicio simplificado -distinto a juicio abreviado que se puede aplicar cuando la pena es de hasta cuatro años de penitenciaría.
Existen elementos que pueden reducir la pena como el hecho de que se trate de una persona menor relativa -así se les considera a aquellos entre 18 y 21 años- y sin antecedentes penales. Además, pueden ser tenidos en cuenta otros aspectos del contexto que si bien no son de valor jurídico como atenuantes, pueden ser evaluados en el proceso.
Por otra parte, su abogado relató que la joven expresó repetidas veces estar “cansada de abusos y maltratos” por parte de personas cercanas a su madre mientras que “ella no hacía nada para defenderla”.
Desde adolescente había sido víctima de distintos episodios de maltrato y abuso sexual -uno de ellos derivó en la condena de cuatro personas el año pasado- y, según allegados, eso fue generando que “creciera el rencor hacia su madre”.
Por distintos conflictos familiares, vivió gran parte de su vida en el Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay (INAU), al que la Justicia pidió un informe con un plazo de cinco días.
Además, la jueza Merlo solicitó que se indague a la abuela de la formalizada sobre el núcleo familiar para conocer en mayor detalle la situación en la que vivían las involucradas.
El caso generó conmoción en el departamento, sobre todo en los vecinos de la cuadra. “No sentimos nada, cuando salimos estaban los patrulleros y preguntando a otras personas nos enteramos de lo que pasó”, dijo a El País una comerciante de la zona que aseguró “no poder creer” lo sucedido.
La victimaria sufrió abusos siendo menor
En junio de 2022 fueron formalizadas cuatro personas por abuso sexual, privación de libertad, lesiones personales y encubrimiento cometidos a dos adolescentes de 15 y 17 años que vivían en un hogar del INAU en San José de Mayo.
Quien en ese entonces tenía 17 años y vivía en un centro del INAU, es la joven que hace dos días mató a su madre con un cuchillo de mesa.
“Aquí podría haber visos o algo más que visos de la existencia de una red, de una organización”, dijo en ese momento el presidente del INAU, Pablo Abdala.
Además, la adolescente asegura haber recibido malos tratos y abusos por parte de varias de las parejas de su madre que era trabajadora sexual. Por su accionar es que la llamaba “cómplice” y creció sin perdonarla, según las fuentes.