LAS LLUVIAS DISMINUYÓ EL FUEGO

Los incendios en Paysandú y Río Negro alcanzaron las 22.000 hectáreas y se transformaron en un récord. Hasta el momento, el primer lugar en el ranking lo ostentaba un incendio ocurrido en el verano de 2005 donde se quemaron más de 5.000 hectáreas en los balnearios rochenses de La Esmeralda, Punta del Diablo y el Parque de Santa Teresa.

“Estos incendios de Paysandú y Río Negro son los más grandes hasta ahora. Entre ambos se quemaron más de 20.000 hectáreas de plantaciones forestales y campos”, dijo ayer a El País el vocero de Bomberos, Pablo Benítez.

Al advertir la entidad de los focos y que ello podría afectar pueblos de Paysandú y Río Negro, el presidente Luis Lacalle Pou se desplazó en helicóptero hacia las zonas afectadas. El día anterior, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se dirigió hacia los parajes afectados y se entrevistó con jerarcas de Bomberos y Policía.

A las 14:30 horas de ayer, Lacalle Pou llegó a la localidad sanducera de Piedras Coloradas, para interiorizarse de la situación de los incendios forestales que tienen en vilo a las autoridades locales.

Lacalle Pou, acompañado del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, fue recibido por los intendentes de Paysandú y Río Negro, Nicolás Olivera y Omar Lafluff. “Por suerte está lloviendo bastante”, dijo Lacalle Pou a su arribo a un periodista de El Telégrafo. En el mismo sentido se pronunció Delgado, que agregó que “el clima enfría el terreno”, aunque advirtió: “vimos desde arriba grandes focos”.

Tras su llegada, Lacalle Pou se trasladó a un club deportivo de la zona donde brindó una rueda de prensa. “Esta es una zona forestal y es una zona de riesgo, sobre todo en determinadas temporadas”, señaló.

“Vamos a tomarnos las cosas con calma y tratando de ser justos con los recursos que hay”, dijo el presidente. Además, indicó que “hacer evaluaciones ahora que hay focos todavía no corresponde” y que “hay gente trabajando aún y (por eso) faltan herramientas para hacer una evaluación”.

Por su parte, el Director Nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, indicó en la conferencia de prensa que “este es uno de los incendios más grandes” registrados. “En superficie es uno de los más grandes, no tengo referencias de un incendio de tanta magnitud y de tanta superficie afectada, van 22 mil hectáreas afectadas”, expresó.

A la 15 horas de ayer los incendios no habían mermado pese a la intensidad de la lluvia. De hecho, los dos focos ubicados en Río Negro y Paysandú estaban fuera de control.

Benítez, vocero de Bomberos, relató que la quema seguía avanzando pese al trabajo de unos 100 bomberos, soldados, personal de empresas forestales y voluntarios. “La situación sigue complicada. No se ha logrado detener el avance del fuego”, explicó.

El 31 de diciembre el incendio comenzó en un paraje de Río Negro conocido como Tres Bocas. Se trata de la intersección de las rutas 24 y 25, a poca distancia de San Javier. Por el viento y las elevadas temperaturas, el fuego se diseminó rápidamente en las plantaciones forestales de la zona.

A las 17:10 horas de ayer, la lluvia había extinguido gran parte del incendio en Tres Bocas, según informó a El País un funcionario de una estación de servicio de la zona.

Otra era la situación en Paysandú. En la tarde de ayer, Policía Caminera informó que continuaba el siniestro a la altura del kilómetro 52 de la Ruta 90 (Piedras Coloradas). Esa quema había comenzado en Algorta casi 48 horas antes.

“Los focos están próximos a Piedras Coloradas, localidad de Orgoroso y cercanos a Pandule”, dijo Policía Caminera.

A las 18:00 horas, la lluvia había hecho lo que se esperaba que hiciera.

El alcalde de Piedras Coloradas, Jhon Cáceres, dijo a El País: “Estamos en una calma provisoria. La lluvia, que no fue mucha, aplacó el incendio. Pero bajó la temperatura. Ello ayudó”.

Al cierre de esta edición, Benítez coincidió con Cáceres al señalar que la lluvia bajó la intensidad de las llamas pero advirtió que los dos incendios siguen activos. Y agregó que ahora Bomberos diseñará una estrategia para extinguirlos.

A comienzos de 2005 se registraron incendios de grandes proporciones en Rocha. Uno de ellos se desató en el balneario La Esmeralda afectando 1.800 hectáreas y otro en Punta del Diablo. Este se extendió al Parque Nacional de Santa Teresa dañando en total otras 5.000 hectáreas. Así lo informó el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) en la página web de Presidencia de la República.

No hubo fallecidos en los siniestros, pero las pérdidas económicas fueron significativas. Sí 14.000 personas fueron evacuadas del Parque de Santa Teresa y de Punta del Diablo. En diciembre de 2010, el Sinae lanzó el Plan Nacional de Prevención de Incendios Forestales con la asignación de mayores recursos para adquirir modernas unidades para Bomberos.

Según datos de la Dirección de Bomberos, en los últimos años se logró reducir en un 75 % el número de intervenciones por incendios forestales y de campo.