Redacción El País
En marzo de 2022 comenzó a resonar el nombre Sebastián Marset, no solo en el ámbito policial, sino en la política tras la polémica generada por la entrega de su pasaporte con el que pudo salir de la cárcel en Dubái, donde fue detenido por intentar entrar con documentación paraguaya falsa. Hasta hoy continúa siendo el narcotraficante de nacionalidad uruguaya más buscado en la región, por ser señalado, a sus 32 años, como el líder de una organización criminal que se dedica al tráfico de toneladas de droga.

“Estamos ante uno de los mayores narcotraficantes vistos en Bolivia y en nuestra región en los últimos tiempos, con un patrimonio de decenas o centenas de millones de dólares”, dijo el ministro boliviano de Gobierno, Eduardo del Castillo, en diálogo con El País (España).

¿Quién es este hombre al que buscan Paraguay, Bolivia, Uruguay, la DEA y Europol? ¿Cómo comenzó su carrera delictiva? ¿Por qué es un criminal tan peligroso? A continuación, 10 claves para entender el caso Marset.

El pasado 29 de julio la Policía de Bolivia desplegó un megaoperativo con el objetivo de capturar a Marset, quien estaría viviendo en Santa Cruz de la Sierra. Ese sábado hubo unos 2.200 policías bolivianos trabajando en el procedimiento policial que tenía como finalidad allanar la lujosa mansión en donde el narcotraficante residía junto a su esposa y sus tres hijos pequeños. Sin embargo, Marset logró huir antes de ser capturado.

Las autoridades de Bolivia explicaron que tenían información de que el delincuente iba a jugar un partido de fútbol en los Leones El Torno, un equipo de la Liga de Santa Cruz en el que Marset no solo jugaba, sino que también administraba. Pero, durante la operación, los escoltas del narco que estaban fuertemente armados secuestraron a un policía y mientras los efectivos intentaba rescatarlo, Marset escapó con su familia.

Según informaron las autoridades bolivianas y paraguayas, hoy no hay ninguna información certera sobre dónde puede estar Marset. Desde la Policía Nacional apuntan que el narcotraficante podría buscar permanecer en la región para continuar operando su organización criminal.

No obstante, lo cierto es que tiene poder real para lograr escaparse a una isla remota en cualquier lugar del mundo. Pero el hecho de tener hijos pequeños, según opinó una fuente de la Policía, hace que prefiera instalarse en sitios con servicios básicos asegurados.

Juan Rodríguez, director de Investigaciones de la Policía Nacional, habló el miércoles en rueda de prensa sobre la posibilidad de que se encuentre en Uruguay. “Trabajamos siempre con la posibilidad de que cualquier fugitivo, y más cuando son de nacionalidad uruguaya, puedan volver a su territorio”, aseguró Rodríguez.

De todos modos, el gobierno de Bolivia cree que Marset, que tiene una notificación roja de Interpol, continúa en su territorio tras intercambiar información con otros países de la región, entre ellos Uruguay.

El miércoles la fiscal paraguaya Rosarito Montanía actualizó la orden de captura intencional de Sebastián Marset para así incorporar su falsa identidad brasileña bajo el nombre de Luis Pablo Amorin Santos, que utilizaba para vivir en Santa Cruz, según consignó el medio paraguayo La Nación.

El narcotraficante también tenía otra identidad: adquirió documentos bolivianos con el nombre del ciudadano brasileño Gabriel De Souza Beumer en abril de 2019. Todos estos documentos falsos son los que le han permitido moverse por el mundo teniendo una notificación roja de Interpol.

Foto de video difundido en redes sociales

Las autoridades uruguayas están de acuerdo en que ningún narcotraficante oriental ha llegado tan lejos como Marset, pero como muchos otros, comenzó a pequeña escala. Su meteórica carrera como traficante se remonta al 2012.

Con tan solo 21 años, Marset se contactó con el narcotraficante Juan Domingo Viveros Cartes, alias “Papacho” -tío del expresidente paraguayo, Horacio Cartes-, con quien coordinó la recepción, en Uruguay, de un cargamento con 450 kilos de marihuana que llegó en una avioneta piloteada por Cartes en julio de 2012.

Eso provocó que Marset cayera preso y fuera trasladado al Penal de Libertad, en San José, donde hizo más contactos con otros delincuentes, algunos de ellos extranjeros. Cuando el joven salió de la cárcel, en 2018 lo hizo fortalecido y con todas las herramientas para montar su propia organización.

La Policía uruguaya llama a la organización criminal liderada por Marset como un “clan familiar”. Son cuatro los parientes de Marset que están involucrados en el narcotráfico y sobre los que pesa una notificación roja de Interpol para capturarlos: Gianina García Troche (su pareja), Diego Nicolás Marset Alba (su hermano), Mauro García Troche (su cuñado) y Sebastián Alberti Rossi (pareja de su hermana).

En este contexto, en la mañana del miércoles la Policía Nacional allanó una lujosa chacra ubicada en Empalme Olmos (Canelones) donde, a partir de información de inteligencia policial, se presumía que estaría Mauro García Troche. Sin embargo, cuando se produjo el allanamiento el hombre de 42 años ya no estaba.

Quienes sí se encontraban en el lugar fueron su madre y su padre, de 61 años, quien fue detenido por un presunto delito de tenencia irregular de armas. El hombre fue emplazado por la Fiscalía ese mismo día.

Sebastián Marset comenzó a estar bajo la lupa de las autoridades cuando Paraguay lanzó el mega-operativo “A Ultranza Py”, el mayor golpe al crimen organizado y lavado de dinero en territorio guaraní. En esa operación se incautaron bienes por más de US$ 100 millones.

A marzo de 2022, a partir de esta maniobra se habían realizado 86 allanamientos y dos procedimientos en la vía pública, lo que resultó en unas 10 personas detenidas. Asimismo, se incautaron 83 inmuebles, 28 vehículos, 10 avionetas, siete embarcaciones y un helicóptero, entre otros.

Foto: Ministerio de Gobierno de Bolivia

Un hecho que intensificó la búsqueda de Marset a nivel internacional y que lo puso en el ojo de la tormenta mediática fue el homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, que estaba a cargo del megaoperativo “A Ultranza Py”. Pecci fue asesinado el 10 de mayo de 2022 mientras disfrutaba de su luna de miel en la localidad colombiana de Barú, cerca de Cartagena. Un sicario arribó a la playa en una moto acuática y le disparó varias veces.

A poco más de un mes del homicidio, cuatro hombres fueron condenados a 25 años de prisión por el crimen. El autor intelectual del asesinato, Luis Correa Galeano, continúa siendo investigado por la Justicia colombiana. El hombre señaló, según informó Infobae, que el homicidio de Pecci era una orden que provenía de grandes criminales a nivel internacional y, en este sentido, Marset podría ser uno de los responsables.

Marset es quien estaría detrás de otros hechos delictivos bajo el título de Primer Cartel Uruguayo (PCU), nombre que él mismo le habría puesto a su organización, pero que, según las autoridades bolivianas y uruguayas, no existe como tal. En 2020 hubo un atentado con una bomba molotov a la sede de la Brigada Antidrogas ubicada en el Prado de Montevideo, aunque no hubo heridos, y también la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero recibió mensajes amenazantes. La firma del cartel también se hizo habitual en algunos ladrillos de cocaína incautados ese año.

El peligroso narco se dedica, especialmente, al tráfico de cocaína a través de la Hidrovía Paraná-Paraguay, cuyo destino final es el hemisferio norte. Tras dos grandes incautaciones de drogas en territorio nacional, una en diciembre de 2022 y otra en junio de este año, la Fiscalía investigó la vinculación que tenía Marset con estos cargamentos. A fin del año pasado se incautaron 265 kilos de cocaína dentro de tablones de madera en un depósito de Cerro Norte y este año se incautaron 443 kilos de esta misma sustancia en el departamento de Salto.

Marset no solo está siendo buscado por la Justicia paraguaya, boliviana y uruguaya, sino que también la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (conocida por las siglas DEA) y por la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol). Estos organismos están constantemente en contacto con las oficinas de Interpol de los tres países latinoamericanos para aportar información y colaborar en la captura.