RESUELVEN CRIMEN EN CANELONES
Madre e hijo menor de edad fueron imputados por el homicidio especialmente agravado de un hombre de 48 años.
Fue el 10 de noviembre, unas horas después de que una mujer de 40 años realizara una denuncia, que la Policía sospechó que las cosas no eran como ella decía. La mujer esa tarde había ido hasta la seccional 19ª de Canelones, ubicada en Progreso, y había asegurado ante los uniformados que su esposo estaba ausente. Según su relato, el hombre de 48 años había ido a Young la noche anterior, pero como no había regresado decidió avisar a la Policía.
Inmediatamente se activó el protocolo de personas ausentes que llevan adelante investigadores de Interpol. Una vez que reciben la alerta, empiezan a indagar los días posteriores de la persona denunciada como desaparecida y también los días previos para así poder armar un mapa de sus últimos movimientos. De esta forma, se busca poder encontrar una pista que los lleve al motivo de su ausencia. Pero esta vez la pista, lejos de iniciarlos en la búsqueda, los llevó hacia la propia esposa y a su hijo de 15 años.
Hubo dos aspectos que resultaron claves para la investigación. Uno, según indicó una fuente del caso a El País, fue una denuncia anónima que decía que madre e hijo estarían detrás de la ausencia del hombre, que su propia esposa había denunciado.
La otra pista clave fue el hallazgo del auto que, según la denuncia, el desaparecido había usado para ir a la ciudad de Young. La mujer no solo dijo que su esposo se había ido a la ciudad en ese vehículo, sino que también dijo que como no volvió, lo llamó reiteradas veces a su celular. Como nadie atendía, según relató, decidió ir a la Policía.
“Ella dijo que el hombre desapareció y que se había llevado todos los ahorros. Que le había dicho que iba a ir a Young a hacer unos trabajos, algo que según la denunciante era frecuente”, explicó a El País una fuente del caso. Pero enseguida que escucharon el relato, el propio jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza, encargó al departamento de Homicidios para que investigara, ya que tenía sospechas de que no se trataba de una ausencia voluntaria.
Los investigadores, entonces, comenzaron a trabajar en las cámaras de videovigilancia de la zona de Progreso, donde vivía el hombre con su familia, para determinar el recorrido realizado. Así, a unas 30 cuadras de la casa, en Villa Alegría, encontraron el auto. Pero también en las cámaras pudieron observar que durante ese trayecto, atrás del vehículo, también iba una moto.
La Policía Científica comenzó a trabajar con el auto que había sido hallado. Paralelamente se identificó que la moto era propiedad de la propia familia. Con estas pistas, la fiscal Lucía Nogueira solicitó a la Justicia una orden de allanamiento para la casa donde vivía el hombre, ubicada en el barrio Las Almendras de Canelones.
Cuando la Policía fue al lugar, encontraron pesas y una cuchilla con manchas de sangre, así como medio millón de pesos.
Durante la inspección, los policías vieron que al fondo de la vivienda había un galpón con mezcla de cemento fresca. Al entrar, hallaron el cuerpo sin vida del hombre, envuelto en una sábana, debajo de una cama. Ahí se había hecho un hueco que se intentó tapar con mezcla. La Policía entonces detuvo a la mujer y a su hijo 15 años. Ambos asesinaron al hombre en la casa. Luego, para despistar a la Policía, el hijo manejó el auto hasta Villa Alegría. Su madre lo siguió en la moto, en la que luego regresaron. Después, hizo la denuncia.
El hombre había sido denunciado tres veces
El hombre de 48 años que fue asesinado en su casa por su esposa y su hijo de 15 años había sido denunciado tres veces por violencia doméstica, según informaron a El País fuentes del caso. Además, agregaron los informantes, el adolescente había tenido un intento de autoeliminación.
Luego de ser detenidos por la Policía, madre e hijo fueron a declarar ante la fiscal Lucía Nogueira. Según fuentes del caso, ni la madre ni el hijo mostraron arrepentimiento por lo que hicieron. La Justicia dispuso que la mujer fuera enviada a prisión preventiva como medida cautelar. Será por un lapso de 180 días, mientras se siguen reuniendo elementos de cara a un juicio oral. El adolescente, en tanto, fue derivado a una dependencia del Inisa mientras se espera que avance el proceso investigativo.