Redacción El País
En diciembre de 2023 y estando prófugo, el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset concedió una entrevista al programa Santo y Seña de Canal 4. En aquella instancia, habló sobre su negocio, su paso por la cárcel y sus creencias. Pero además, aseguró que él no "mezcla" a su familia en sus cosas y que las acusaciones que pesan sobre su pareja son "una payasada".

Según su abogado Santiago Moratorio, dispuesta a negociar, Gianina García Troche "se entregó por su propia voluntad" en el aeropuerto de Barajas, en Madrid (España) este miércoles, como parte de la estrategia de la defensa para no ser extraditada a Paraguay.

De acuerdo a una carpeta fiscal paraguaya de investigación por el conocido operativo “A ultranza Py”, García Troche es señalada como un importante miembro del "clan Marset", lo que la vincula a delitos de narcotráfico y lavado de activos.

Foto: redes sociales.

Marset, por su parte, adelantó meses atrás que él no tiene pensado entregarse: "Yo no voy a entregarme nunca, tampoco me siento acorralado como dicen, me río nada más si nadie quiere decir la verdad que su operación 'A Ultranza' es una payasada. Le piden 22 años y medio de pena a mi mujer, están mal de la cabeza, mal de la cabeza de verdad, ahora la verdad quiero terminar el año tranquilo con mi familia, pero el próximo año sabrán si soy ángel o demonio", dijo entonces en la entrevista.

Una de las preguntas que surgieron al momento de hacerse pública la entrevista fue cuáles eran las intenciones de Marset al hablar con la prensa uruguaya. Parte de esta pregunta fue respondida en el correr del programa cuando el narco dijo que su deseo es que su familia pueda entregarse en Uruguay si es que existen garantías para que no sean extraditados.

"¿Confías en la Justicia uruguaya?", le preguntó la periodista. "Confío", respondió y habló sobre la posibilidad que su hermano, su cuñado y su pareja se entreguen "si están las garantías". "Si están cometiendo un delito y lo tienen que extraditar, está bien. Pero acá no están cometiendo ningún delito", explicó.

“Si mi familia tuviera garantías para entregarse en Uruguay, lo haría”, dijo después, completando con que quiere “que se haga justicia” porque a ellos “no los mezcló” con sus negocios y “nunca tuvieron nada que ver”.

En otro fragmento, Marset aseguró haber recibido ayuda ya que, de lo contrario, estaría preso. "Me ayudaron, porque si yo solo estaba con captura, mi mujer no, los niños seguirían yendo a un colegio, yo estaría con ellos o los visitaría. Porque yo no puedo estar sin mi familia. Para mí ya estaría preso", señala.

A finales de 2023, el levantamiento del código rojo de Interpol que pesaba sobre García Troche, y también sobre José Fernando Estigarribia Cristaldo, un exasistente fiscal de la Unidad Antidrogas de Paraguay, despertó las alertas de las autoridades paraguayas.

Este hecho, que fue corregido horas después, derivo en una investigación judicial y la separación del cargo de 17 funcionarios de esa dependencia en Paraguay, aquellos que tenian los permisos necesarios para realizar ese cambio en el status del buscado.

En una segunda investigación dentro del marco de la operación "A ultranza Py", cuyo informe ocupa 500 páginas, se descubrió que García Troche llegó a habilitar “una cuenta en el Banco Visión, declarando desempeñarse como agente de transporte y presentando un certificado de trabajo de contenido falso donde consta que es propietaria de un tractocamión de la marca Volvo”.

García Troche pretendió así hacerse pasar por transportista, y simuló ganar, por ese negocio, unos US$ 7.500 mensuales. “Con estos indicadores —razonaron los oficiales de inteligencia— notamos que la investigada (...) estaría adecuando su conducta enmarcada en tipologías propias del lavado de activos, en carácter de facilitadora, administradora y testaferro de la organización investigada”, apuntó la investigación.

En el esquema de lavado de activos también figura el hermano de Gianina, Mauro García Troche, quien cumplía en esta organización “funciones de testaferro y administrador de bienes”.

“La presencia de Gianina, pareja de Marset, y Mauro García Troche, su cuñado, es práctica común, considerando que ambos son de altísima confianza del líder de la supuesta organización y teniendo en cuenta la inversión millonaria que se realizó en dicho proyecto empresarial, con el objetivo de lavado de activos”. Y subrayó: “Estas personas se encargan de verificar el funcionamiento de la empresa que pertenecería al clan”.