Morir joven cumpliendo con el sueño de ser infante de marina

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Marineros: debieron superar difíciles pruebas para lograr ingresar y mantenerse en la Infantería de Marina.

PERFIL DE LOS MARINOS

La vida de los tres marinos asesinados mientras hacían guardia en el Cerro.

No cualquiera es infante de marina. La especialidad militar es muy exigente. Requiere un entrenamiento muy complejo y un gran estado físico. La repartición tiene unos 700 efectivos entre oficiales y tropa. Las pruebas para ingresar son muy duras. Se presentan cientos de jóvenes para pocos puestos.

Una vez dentro, es muy difícil lograr sostenerse. Las tareas son extenuantes y el salario es pequeño. Se requiere de jóvenes con mucha vocación militar, los rigores de la vida castrense son duros en la Infantería de Marina.

Los tres soldados asesinados ayer estaban dentro de una pequeña cabaña para evitar el frío y el viento de la noche, en el lugar más alto de Montevideo y muy cercano a la costa.

Mientras uno de ellos dormía sobre un colchón en el piso, los otros dos estaban en la habitación que usaban como living. El ataque fue tan violento y sorpresivo que uno ellos estaba sentado con las piernas cruzadas y así quedó cuando encontraron su cuerpo y el de sus compañeros, según fuentes de la Policía.

Una frase promocional del Comando de Infantería de Marina sobre un curso de operaciones anfibias resume el concepto: “Si querés llegar a dónde la mayoría no llega, tenés que estar dispuesto a hacer lo que la mayoría no hace”.

La mayor parte de ellos vienen del interior. De hecho, la Armada Nacional sale una o dos veces al año a reclutar a sus futuros soldados en localidades todo el país. Desde hace dos décadas la búsqueda de futuros marinos se concentra en la zona norte del país donde hay pocas oportunidades laborales.

Los tres efectivos ejecutados en la custodia del parque de antenas de la Armada Nacional frente a la fortaleza del Cerro venían desde los departamentos de Rivera y Tacuarembó.

Los tres soldados ostentaban el grado de marinero de primera, el primero en el escalafón de la Armada. Cobraban un salario cercano a los 20.000 pesos, según dijeron fuentes castrenses.

Víctimas

Alan Rodríguez, proveniente de Rivera, hacía cuatro años que había logrado ser infante de marina. Antes había revistado unos meses en una unidad del Ejército en Maldonado.

“Estaba muy feliz, era su sueño”, dijo su madre a la corresponsal en Rivera de Canal 4.

Un oficial de la Infantería de Marina lo definió como “una buena persona, con ganas de superarse en la vida”.

Juan Manuel Escobar tenía 22 años de edad, había nacido en Montevideo pero se crió en el departamento de Tacuarembó. Se unió a la fuerza hace menos de un año, en septiembre de 2019.

Cecilia, la madre, lo despidió de esta forma en su cuenta de Facebook: “Mi negrito! Jamás estuve preparada para esto, jamás pensé que nos ibas a faltar. Ayer estabas y hoy me toca despedirte de la peor manera (...) gracias por el hijo hermoso que me dejaste, siempre te voy a llevar en mi corazón, para siempre juntos mi pequeño y gran amor”.

El otro riverense era Alex Guillenea: tenía 25 años de edad y cuatro hijos, uno de ellos nacido hace pocos meses. Desde hace un tiempo Alan estaba preparándose para hacer el curso de cabo de segunda, el siguiente en el orden de jerarquías en el personal subalterno de la fuerza de mar.

Francisco Guillenea, padre de Alex, no dudó en calificar el hecho como un “fusilamiento”. En declaraciones al corresponsal de canal 10 en Rivera, Guillenea agradeció el apoyo recibido por parte de los amigos y vecinos de su hijo.

“No lo podían creer, está todo el mundo abatido. Hasta que lo vea, no voy a poder creer que se haya ido mi hijo”, afirmó.

Oficiales de las Fuerzas Armadas hicieron saber su inmenso dolor por el ataque. Además, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada incrementaron su seguridad.

“Lo más triste es no tener una explicación para darle a las familias. Son muy jóvenes; no sabemos por qué murieron sus hijos”, dijo a El País el comandante en jefe de la Armada, Jorge Wilson.

Las familias se unen para despedirlos en Rivera

La Armada Nacional hará una ceremonia de despedida durante la mañana de hoy. Está previsto que participan autoridades del Ministerio de Defensa, de la Armada y de las otras fuerzas. En la noche de ayer el comando de la fuerza de mar resolvió enviar vehículos a los departamentos de Rivera y Tacuarembó para traer a los familiares de las víctimas. Luego de la ceremonia en Montevideo, los féretros serán trasladados a Tacuarembó y Rivera. En la ciudad fronteriza se unirán las dos familias para hacer el sepelio en conjunto. La intendente de Rivera, Alma Galup, resolvió decretar el duelo departamental. 

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