El departamento de Rivera continúa conmovido a raíz del doble homicidio y tentativa de femicidio que se dio en la tarde del domingo. La víctima que fue atacada por su expareja -que asesinó a sus dos hijos, disparó contra ella y luego se suicidó- continúa internada.
Los investigadores aguardan que la mujer se recupere para interrogarla y así contar con un testimonio clave para dilucidar qué ocurrió y cuál era la situación que vivía la familia.
Si bien no es posible imputar al responsable de ambos crímenes, ya que el agresor se autoeliminó, fuentes vinculadas a la investigación dijeron a El País que intentarán “ir a fondo” para comprender los motivos por los cuales se dio. También se busca “dar una respuesta a la familia”, agregaron.
Tras recibir un disparo en el abdomen y otro en la cabeza, la mujer de 34 años fue internada en el CTI del Hospital de Tacuarembó, donde fue intervenida quirúrgicamente. Para el cierre de esta edición permanece en estado de salud estable.
Desde el centro hospitalario explicaron a El País que lo que comprometía en mayor medida la salud de la mujer era la bala que impactó en el abdomen, ya que provocó lesiones en el intestino y vejiga. Por otra parte, si bien el disparo dirigido hacia su cabeza causó daños, no llegó a penetrar el cráneo.
La fiscal de Rivera a cargo del caso, Alejandra Domínguez, informó ayer en rueda de prensa que “no surge que existan denuncias previas” de violencia doméstica entre los integrantes de la familia.
Una de las hipótesis que se maneja a nivel de los investigadores es que pese a no estar registrado ningún episodio en la Policía sí pudieron existir situaciones de violencia no denunciadas.
Si bien Fiscalía está trabajando en el caso, el hecho de que no existe un responsable sobre el cual recaiga la imputación hace presumir que la causa será archivada próximamente.
“En su lugar entran otros actores, como puede ser un Juez de Familia que determine contención y trabajo psicológico para la mujer”, dijeron fuentes del caso.
Encuentro
El episodio ocurrió sobre las 17:00 horas en el kilómetro 51 de la Ruta 28. Según relató la fiscal Domínguez, se presume que allí se iba a dar un “intercambio” de los niños -de cuatro y seis años.
Si bien la pareja se encontraba separada hace casi dos años de forma extraoficial, mantenían un acuerdo de tenencia compartida de sus hijos.
Al llegar a este punto, el hombre -funcionario policial de 51 años que respondía a la Jefatura de Tacuarembó-, disparó primero a sus dos hijos, luego a su expareja, y por último se quitó la vida.
El jefe de Policía de Rivera, Wilfredo Rodríguez, confirmó en conferencia de prensa que el arma utilizada en el hecho fue la de reglamento.
La mujer fue trasladada a un centro asistencial en la localidad de Minas de Corrales, y luego llevada al Hospital de Tacuarembó, donde permanece.
El director del hospital, Ciro Ferreira, dijo a El País que la situación “produjo gran conmoción en el hospital”, ya que conocen a la mujer, quien se desempeña como médica en la policlínica de Caraguatá. “Es una persona muy querida”, reflexionó.
Hubo seis homicidios registrados el domingo
El doble homicidio y tentativa de femicidio ocurridos en Rivera formaron parte de una jornada que cerró con una racha de seis homicidios y varios heridos de gravedad. En la madrugada fue asesinado un adolescente de 15 años tras recibir una puñalada a la salida de un baile en Punta del Este. En Montevideo fueron dos, y en ambos las víctimas fallecieron luego de ser atacadas a disparos. Uno de ellos, un hombre de 36 fue víctima en Piedras Blancas, mientras que el otro de 43 falleció en el barrio Maracaná. Se investiga también un caso en San José, donde un joven de 25 años se encontraba en su casa cuando recibió un disparo letal. Además de los homicidios, hubo varias personas heridas de gravedad, entre ellas un policía en Rivera que se encuentra en CTI tras recibir una golpiza.