Por Pablo Méndez
Era la noche del miércoles cuando la Policía recibió un llamado de emergencia al 911 que encendió una importante alarma. Una persona relataba que una mujer, junto a sus dos hijas de cinco y 12 años, habían sido secuestradas. Quien hablaba era la madre de la víctima y la abuela de las niñas.

De inmediato se desplegó un operativo para dar con el paradero de la madre y de sus hijas. Mientras tanto, oficiales de la seccional 22ª de Salinas (en Canelones), se acercaron a la vivienda ubicada en la Avenida Parque, ya en el balneario de Neptunia.

Allí estaba la abuela denunciante, quien amplió la declaración y relató que otro familiar de las víctimas había recibido un llamado extorsivo. Que le hablaron en “portuñol” y que le pidieron un rescate a cambio de ponerle un punto final al triple secuestro.

Luego de que los familiares pagaran US$ 20.000, las mujeres fueron liberadas. Las dejaron en libertad en un descampado, sobre la ruta 102, en el cruce con la 5, en el departamento de Montevideo.

Ni la madre, ni las niñas, tenían heridas. Les habían cubierto la cabeza con buzos, presumiblemente para que no pudieran identificar la guarida de los delincuentes.

Horas más tarde, fue hallado un vehículo prendido fuego cerca de allí, en camino Los Tordos y Los Camalotes, el cual se presume fue utilizado por los secuestradores.

Desde el Ministerio del Interior, en tanto, informaron luego que la pareja de la mujer secuestrada está recluido por delitos vinculados al narcotráfico.

La pareja es también el padre de las niñas y la Unidad Departamental Antidroga fue quien efectuó la detención.

Daisy vive cerca del hogar donde viven la mujer y sus dos hijas. Al momento del secuestro estaba, como acostumbra, sentada al frente de su casa. Según relató a El País, pasadas las 19 horas, vio pasar unas cuantas veces una camioneta roja por el lugar. Pasadas las 20 horas, según confirmaron también las cámaras de seguridad de una casa lindera, la camioneta entró marcha atrás a la calle en donde esperaban las víctimas. Lo hizo a gran velocidad.

“Desconozco cómo abrieron el portón eléctrico. Pero ingresaron sin problema al lugar. Luego la camioneta estacionó y alguna gente empezó a moverse a su alrededor. Todo esto se puede ver en las cámaras”, sostuvo Daisy.

Más tarde, sobre las 20:45, la camioneta -que Daisy describe como “compacta y sin caja”- se fue del lugar con la mujer y las niñas. Más tarde pedirían el rescate.

Los vecinos de Daisy llegaron minutos después de que se produjera el secuestro y vieron el portón abierto de par en par. El hecho los alertó y a los minutos se enteraron de lo ocurrido. La mayoría de lo vecinos de la zona están aterrorizados, y muchos se disculparon por no atreverse a dar declaraciones para este artículo.

Foto: Juan Manuel Ramos

Desde el Ministerio del Interior, en tanto, señalaron a El País que negociadores de la Republicana participaron del operativo que sirvió para rescatar a las víctimas. La cifra pedida por los secuestradores fue de, según aclararon, US$ 100.000, pero luego estos habrían aceptado US$ 20.000.

También desde la cartera advirtieron que se está realizando una “reconstrucción del caso”, para dar con los delincuentes que participaron.

“Estamos convencidos de que el trabajo que se lleva a cabo, permitirá dar con los responsables del hecho. Lo que necesitamos es tiempo, para dar con los responsables, reunir pruebas en su contra y dar por finalizado este hecho lamentable para la familia y la ciudadanía”, añadieron las fuentes de la cartera del Interior. También se excusaron de dar más detalles, pues la investigación la lleva adelante la fiscal de Atlántida, Eliana Travers.