UN ÁREA CONFLICTIVA
“La Policía se colocó en las calles que dan a la entrada de la Ramblita y está impidiendo el tránsito de vehículos en la noche", dijo a El País uno de los vecinos de la zona.
El miedo se disipó y se fue borrando de a poco en cada vecino de la Rambla de los Ingleses, conocida como “Ramblita”. Quienes viven en la zona dicen que ya no se siente el caos por la noche y que tampoco pasan la madrugada sin poder dormir a raíz de la música que venía de los autos que estacionaban en esa parte de Piriápolis (Maldonado).
Los vecinos de la “Ramblita” explican que ahora tienen un poco de paz y que luego de varios años empezaron a notar un cambio. Un cambio que se generó luego de un intenso trabajo coordinado entre Policía, autoridades municipales y también Prefectura.
“La Policía se colocó en las calles que dan a la entrada de la Ramblita y está impidiendo el tránsito de vehículos en la noche. Eso mejoró mucho el ambiente del lugar”, dice a El País uno de los vecinos del lugar que, tiempo atrás, había anunciado que el lugar era “un caos” por la noche.
Según el hombre, la semana de Carnaval los vecinos vivieron “como nunca antes se había vivido”. “En Carnaval en las noches tuvimos paz como nunca se vivió en esta zona, de verdad fue así. Sobre todo en las noches”, explica.
Luego del último incidente ocurrido en esa zona de Piriápolis, el 7 de febrero, la Policía se reunió con los vecinos y se ocupó de la situación que los aquejaba.
Ese día de febrero habían ocurrido incidentes y, según expresaron en su momento los vecinos a El País, los que protagonizaron ese caos se “tiraron con botellas, se pegaron patadas, piñas (...) se nockearon. Uno fue a un auto a buscar botellas, las rompió contra el cordón de la vereda y se encaminó hacia la pelea con la botella rota”.
El “miedo” era uno de sus problemas de los vecinos, pero no el único que tenían.
En diálogo con El País, en enero de este año, denunciaron que en ese lugar había ruidos molestos, picadas de autos y motos sin matrícula, música y descontrol hasta altas horas de la madrugada, basura y vandalismo. A su vez, a eso se le agregaba el problema sanitario, ya que quienes elegían ese tramo de la rambla de Piriápolis para juntarse tampoco respetaban el distanciamiento social ni las medidas sanitarias que se determinaron en el marco de la pandemia.
Pero todo eso ya es historia. La Policía acudió al llamado de los vecinos y la zona, dicen hoy, “se normalizó”. “ Los vecinos estamos muy satisfechos”, cuenta una de las personas de la zona a El País.
En ese sentido explica que el comisario Pablo Serrón, encargado de esa zona de Piriápolis, estableció una especie de línea telefónica para estar en contactos y atender las necesidades de la gente que vive en esa zona. “Nos llama todos los días y a veces más de una vez. Siempre nos dice que sin importar la hora, si precisamos algo él está. Y eso nos lo demostró mas de una vez”, relata el locatario. “Él habla poco y lo justo, pero quiere ayudar y está pendiente de solucionar posibles problemas. De verdad los vecinos estamos muy contentos”, sintetiza.
De todas maneras, las personas que viven en la zona conocida como la “Ramblita” tienen miedo de que el trabajo de la Policía desista en algún momento y “el caos” vuelva.
“Nosotros no vamos a retroceder”, afirmó a El País Julio Pioli, jefe de Policía de Maldonado, consultado sobre cómo seguirá trabajando la Policía allí. “Después de que normalizamos una zona, trabajamos para mantenerla”, concluyó.
Un trabajo coordinado entre varios organismos
Según explicó a El País el jefe de Policía de Maldonado, Julio Pioli, en la zona de la “Ramblita” está trabajando personal de la Guardia Republicana, efectivos del grupo PADO, móviles de URPM, personal del municipio de Piriápolis y la Dirección General de Tránsito. Pioli dijo que esta zona conflictiva de Maldonado ya venía siendo un tema de trabajo de la Policía en conjunto con el alcalde de Piriápolis, René Graña.
“Se va a seguir trabajando para que se mantenga este estado de situación actual, y se trabaja de forma coordinada con diversos organismos con el fin de que los vecinos recuperen la tranquilidad”, aseguró el jerarca policial. Luego sentenció: “Estamos logrando un resultado palpable; la idea es que se mantenga y que la tranquilidad se vuelva normal para los vecinos”.