Son seis los involucrados en el accidente mortal en la ruta 104 que ofician como testigos: las dos sobrevivientes del Ford Ka, Melanie Larraburu y Camila Palacios, y los que iban como pasajeros en el Volkswagen Nivus, Nazarena Sierra, Milena Antún, Josefina Elissondo y Juan Pablo Sentero. En tanto, Nicolás Rocca, quien conducía este último, está inhabilitado a salir del país por al menos 45 días.
Algunos de estos involucrados resultaron gravemente heridos, como Palacios y Sentero, que se encuentran en CTI con imposibilidad de hablar, pero otros sufrieron politraumatismos más leves y ya han declarado.
Melanie Larraburu, de 27 años, amiga de las mujeres que iban adelante y fallecieron -Josefina Ferrero y Micaela Trinidad- es la única que iba en el Ford Ka que aportó su testimonio a la Policía hasta el momento.
La oficial de la Seccional 12 de La Barra, Nadia Mautone, la entrevistó en el Sanatorio Cantegril y le preguntó qué recordaba del choque frontal. Ella respondió: “No recuerdo nada del accidente. Nada de nada”.
Lo que sí aportó Larraburu, según el acta policial al que accedió El País, es que ella y sus amigas venían del Country Villa Lago -en la calle 17-, y se dirigían hacia una casa que habían alquilado cerca del Hotel Fasano en el Camino del Cerro Eguzquiza. Iba por la ruta 104 hacia el norte, tal como determinó la pericia preliminar de Policía Caminera.
Además, cuando la oficial le preguntó si había consumido alguna sustancia, ella dijo que había tomado alcohol.
En el caso de las personas que iban en el Volkswagen Nivus, las que aportaron su testimonio fueron Milena Antún y Josefina Elissondo. La última declaró a la Policía: “No estoy bien segura, pero para mí nos cruzamos de carril hacia la izquierda porque el volantazo lo dimos para la derecha”.
Además de esta narración que hizo la joven a la agente Yennifer Moreira, agregó que ella estaba prestando atención a la ruta y en un momento que se distrajo se dio cuenta que “venía un auto de frente” a ellos.
Cuando luego fue entrevistada por el fiscal relativizó el detalle de haberse cambiado de carril. Robles le preguntó si recordaba alguna maniobra, algún ruido de frenos, y Elissondo contestó: “Es muy confuso todo, pero siento que el volantazo fue para el lado derecho. Es como que tengo en blanco el momento previo y el momento después”.
Milena Antún también declaró tanto a la Policía como a la Fiscalía, pero no aportó detalles determinantes sobre el momento del choque porque, al igual que Larraburu, no tiene recuerdos de ese momento.
“Los recuerdos que yo tengo son haberme subido al auto en el lugar este, saludar a las chicas, presentarme; mi siguiente recuerdo es estar riéndonos de algo y el siguiente recuerdo es estar tirada en el pasto moviendo a Juan que escupía sangre”, narró la joven a Robles con la voz entrecortada.
Ella es amiga de Rocca -cuyo estudio de alcohol en sangre le dio positivo con 0,18 y que desde el sábado se le prohibió salir del país por 45 días- y Sentero, pero a Elissondo y Sierra no las conocía, estaban en el mismo “after” que ellos y Rocca decidió llevarlas “de onda”, según contó Antún.
Cuando al final de la entrevista el fiscal le preguntó si quería agregar algo, la mujer dijo: “Yo viajé varias veces con Nico en el auto y, si bien no recuerdo ese viaje, te puedo decir que cada vez que viajé con Nico siempre fue un conductor prudente. Siempre”.
En definitiva, ninguno de estos testigos que estuvieron involucrados en el siniestro aportó evidencias sustanciosas con respecto al choque y tampoco había cámaras en el lugar. Es por eso que el informe de accidentología vial, que depende de la Policía Científica, es algo determinante para la investigación.
Este equipo, integrado por 14 personas, harán un estudio mecánico del auto tomando en cuenta el estado de los dos vehículos y también evaluarán el factor humano, sobre todo teniendo en cuanta los resultados de los exámenes toxicológicos de ambos conductores, que aún no se conocen. Según supo El País, este informe que sería “la última palabra” podría estar listo la semana que viene.
Por otro lado, aunque en un principio los partes policiales indicaban que Trinidad manejaba y Ferrero estaba en el asiento del acompañante, el abogado de las familias de las víctimas, Andrés Ojeda, aclaró a El País que era al revés: Ferrero era la que manejaba.
Palacios fue trasladada a Buenos Aires
Camila Palacios, que iba en el asiento trasero del Ford Ka y tras el accidente sufrió un politraumatismo grave y tuvo que ser internada en CTI, fue trasladada a Buenos Aires en un avión sanitario. Según supo El País, está en coma inducido y le llevará tiempo recuperarse, aunque por ahora está estable.
Luego de Ferrero y Trinidad, que fallecieron en el instante, Juan Sentero es otro de los involucrados que tiene un estado de mayor gravedad, con un politraumatismo grave, y también está internado en CTI.
Por otro lado, Rocca tiene fisuras en su vejiga y bazo, Nazarena Sierra se fracturó dos vértebras y Josefina Elissondo tuvo un desplazamiento de dos vértebras, aunque no es operable. La quinta pasajera del Nivus, Milena Antún, fue la única que fue dada de alta el día del siniestro.
Melanie Larraburu, otra de las pasajeras del Ford Ka, tuvo unas fracturas de fémur y de pelvis.
El choque frontal ocurrió en la intersección de la ruta 104 -que desemboca en El Chorro- y la calle Las Ballenas, a la altura del kilómetro 1. Cuando los otros conductores que iban por la ruta vieron el accidente, frenaron sus autos, se bajaron y llamaron al 911. Entre ellos, había un médico que fue el que llamó a la Emergencia y además constató la muerte de Trinidad y Ferrero.
Si bien la llamada al 911 fue recibida por la comisaría de La Barra, había un móvil policial que estaba circulando por la zona y llegó a los pocos minutos. También acudieron los Bomberos y la Policía de Tránsito al sitio.