Redacción El País
El policía asesinado este lunes de madrugada en el barrio Marconi se llamaba Alexis Eduardo Meireles, tenía 37 años, una esposa y dos hijos de 7 y 11 años. Integraba el equipo de Investigaciones de la zona operacional número 3 de Montevideo. Es el primer agente muerto a manos de delincuentes en 2024.
"Hablé con su mujer, le manifesté que tanto el ministerio como la Policía Nacional van a cuidar de ella y de sus hijos y que estamos a disposición para todo lo que necesiten", contó en conferencia de prensa el ministro del Interior, Nicolás Martinelli.
Además, expresó el "absoluto y total respaldo a la Policía Nacional y a cada uno de los policías que todos los días se juegan la vida para protegernos". "No vamos a parar y no vamos a descansar hasta encontrar a los asesinos de Alexis y que paguen por lo que hicieron, en cárcel", agregó.
Durante la mañana dos sospechosos fueron detenidos y declararon en calidad de indagados, pero por falta de pruebas para vincularlos con el homicidio, fueron dejados en libertad.
De todas formas, el jefe de la Policía Nacional, José Azambuya, dijo que "hay elementos firmes" por los que podrían dar con los autores de los disparos.
El mismo Azambuya señaló en conferencia de prensa: "Detrás de cada policía siempre hay una familia que queda muchas veces a la espera de que su padre vuelva del servicio".
El jefe de la Policía de Montevideo, Mario D'Elía, contó cómo fue el procedimiento. Dijo que Meireles se encontraba junto a otro agente en un patrullero cuando observan "a unas personas sospechosas, en actitud un tanto extraña", y por tanto pidieron apoyo para iniciar una operación de control. "Llega un segundo móvil y a partir de ahí pasan revista e identifican a algunas personas. Ese procedimiento termina y no sucede ningún hecho", explicó.
No obstante, a pocos metros "había una persona en la calle" que "coincidía con alguna descripción por algún hecho que estaba investigando Investigaciones". Y cuando fueron a revisar y controlar la documentación de esa persona, "se escuchan las detonaciones y Meireles cae".
De momento no se ha dado a conocer si Meireles tenía o no puesto su correspondiente chaleco antibalas porque es un dato reservado de la investigación. De todas formas, las autoridades aclararon que por el tipo de operativo que se estaba llevando adelante, no era necesaria la presencia de un grupo especializado como la Guardia Republicana, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) o el Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO).
"Era una operación rutinaria, no era una operación planificada para un enfrentamiento", explicó Azambuya. Además, se explicó que en todo momento hubo "mayoría numérica", pero los disparos fueron a 80 metros de distancia del lugar en donde cayó Meireles.