CASOS QUE SE REPITEN

Una agente policial de 19 años bajó del ómnibus en Ciudad del Plata (San José) con el uniforme puesto. Minutos más tarde dos hombres en moto y encapuchados se le acercaron, efectuaron varios disparos y le robaron el arma de reglamento.

Unas de las balas rozó el cuello de la mujer, que salvó la vida de milagro. La agente estaba regresando a su casa luego de haber trabajado en Montevideo. Es efectiva del área de investigaciones e la Zona Operacional IV de la capital.

Este episodio sucedió cerca de las 23:00 del pasado miércoles. Dieciséis horas antes dos delincuentes asesinaron a David Texeira, un agente de 29 años que se dirigía en moto desde Santa Lucía a Montevideo. El objetivo era el mismo: obtener el arma del policía.

Unas horas antes, en Rivera, un funcionario fue apuñalado y también le robaron el arma. Está fuera de peligro.

Fueron tres episodios, en menos de 24 horas, en que delincuentes atacaron a policías para quedarse con su arma y eso generó preocupación dentro de la institución policial.

“Se han publicado las órdenes de alerta. Los delincuentes tienen un interés especial en obtener armamento de cualquier tipo de forma y en eso han sido atacados policías a los efectos de quitarle su armamento”, dijo Mario Layera, Director Nacional de la Policía, durante el sepelio Texeira, realizado a las 10:00 de ayer en el Cementerio de Santa Lucía, donde nació.

Layera sostuvo que ese interés de los delincuentes “no es una circunstancia nueva (...) Viene sucediendo en los últimos años y tiene que ver con esa violencia extrema del criminal, tanto hacia el ciudadano común y en el caso de la Policía por el tema de las armas y su uniforme son objetivos”.

Con este concepto coincide el experto en seguridad Edward Holfman. “Esto no viene de ahora”, indicó Holfman a El País. “Hace como dos años viene bajando la importación de armas y se están incautando de tres a seis armas diariamente de la delincuencia”, agregó.

Para el experto, esa baja en la importación genera que los delincuentes necesiten armas “para poder salir a robar, pero también para salir a defenderse de otros delincuentes” a raíz de “la cantidad de ajustes de cuentas que hay”. Según Holfman los tiempos de respuesta de la Policía ante hechos delictivos “han bajado”. Por eso, explicó, los delincuentes “en el menor tiempo posible tienen que intimidar” a la persona que van a robar.

Patricia Rodríguez, dirigente del sindicato policial, señaló a El País que se trata de un hecho preocupante”. “Es preocupante hace tiempo. Ayer (por el miércoles) se dio que fueron tres circunstancias en un día, pero viene en aumento hace bastante tiempo”, indicó.

Rodríguez puntualizó que el robo de armas a policías “no es solo a nivel de Montevideo”, sino que “se está dando en el interior”. “El Ministerio actual y el que viene ya deberían estar sentados en una mesa discutiendo a ver cómo salimos de esto y no está pasando”, dijo la dirigente del sindicato y agregó: “Más allá de los lamentos públicos es un asunto que ya deberían sentarse a discutir urgente porque si vemos a un policía desprotegido qué le queda a la población”.

En la tarde de ayer jueves se entregó a la Policía uno de los dos menores involucrados en el asesinato del policía David Texeira, de 29 años.

Según supo El País Gustavo Leal, sociólogo y director de Convivencia del Ministerio del Interior, participó en la negociación para la entrega del adolescente de 17 años. El mismo se presentó en la Zona Operacional IV. La Policía ya tenía identificados a los dos adolescentes vinculados en el crimen de Texeira. En la mañana de ayer se realizaron 12 allanamientos simultáneos en distintos puntos de Montevideo para dar con los presuntos implicados, pero no se había logrado detener a ninguna persona.

El asesinato de Texeira ocurrió cerca de las 7:15 del pasado miércoles. El policía conducía por Ruta 5 con destino a Montevideo. Al llegar a la esquina con Santa Lucía había dos sujetos, también en moto, pero más adelante. Los hombres detuvieron la marcha de su vehículo como si el mismo hubiera sufrido algún desperfecto y esperaron que Texeira los rebasase. Una vez que eso sucedió pusieron en marcha la moto, lo alcanzaron y le dispararon.