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Rosina Tonarelli, una mujer de 33 años que vivía en Guichón (Paysandú). El 13 de agosto por la noche salió con unos amigos. En este grupo estaba un hombre de 42 años con el que mantenía una relación amorosa y esa noche tuvieron una discusión fuerte. Al día siguiente, la familia de la mujer no supo más de ella.

Avisaron a la Policía y todo el pueblo comenzó a movilizarse para encontrar a Rosina. Vecinos y familiares se unieron al grupo de búsqueda que estaba formado por unos 25 policías, y también utilizaron las redes sociales para averiguar dónde podía estar la mujer.

La Policía de Paysandú inspeccionó las cámaras del Ministerio del Interior ubicadas en la vía pública, al igual que las cámaras de viviendas y comercios que aportaron sus videos. También se realizó un peritaje de teléfonos, se usaron los GPS de autos y se contó con drones para sobrevolar la zona.

Uno de los videos de un comercio mostró la pelea entre Rosina y el hombre. A partir de esta evidencia fue que el domingo pasado -sobre el mediodía- la Policía detuvo al adulto de 42 años cuando estaba en su domicilio.

Más tarde, entre las 17:30 y las 18:00 horas, un subgrupo de búsqueda conformado por familiares de Rosina y policías encontraron un cuerpo en un terreno baldío en donde los residentes de Guichón dejan escombros. Lo hallaron porque una sobrina de Rosina vio una mano entre los escombros, dijo a El País el jefe de Policía de Paysandú, Eduar Álvez.

La autopsia para determinar si ese cuerpo era el de la mujer desaparecida hace más de un mes se realizó ayer, a las 11:00 de la mañana.

Sin embargo, en el momento del hallazgo la familia aseguró que se trataba de Rosina por un anillo, un tatuaje y un aparato dental que tenía la mujer antes de desaparecer.

Luego de que el Departamento de Acreditación de Identidad de la Dirección Nacional de Identificación Civil cotejara la huella dactilar del cuerpo, se pudo confirmar que se trataba de la mujer de 33 años.

El cuerpo no tenía disparos de arma de fuego ni puñaladas.

Hoy se realizará la audiencia de formalización luego de que ayer se haya hecho el control de detención. Uno de los puntos claves que se investigará es si se trató de un femicidio.

Por otro lado, el jefe de Policía de Paysandú indicó que no se prevé la detención de otra persona.

Si bien hay indicios para señalar que se trató de un femicidio, Álvez destacó que aunque el hecho haya ocurrido en una comunidad pequeña, en donde “todo se sabe”, lo contundente son las pruebas que se obtengan.

Contó que gran parte de la localidad se involucró en la búsqueda, pero aún así indicó que el panorama se tornó difícil cuando les solicitaron a algunas personas que aportaran datos clave.

Este caso se conoce un mes después de que una mujer confesara que mató y enterró a su esposo en un cantero al fondo de su casa, en Paysandú, donde vivían con sus tres hijas adolescentes y otro hijo de seis años.

El hombre era muy violento con su esposa e hijos y en 2019 ella lo encontró en una “situación indebida” -según como se refirió el fiscal del caso-, por lo que lo golpeó y le disparó con un arma de fuego.

La hermana del asesinado, de 57 años, fue quien denunció la desaparición del hombre en setiembre de 2021.