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Tío del joven que murió abatido en el Cerro sostiene que los policías "lo querían dejar morir" tras dispararle

"Santiago estaba agonizando con el casco puesto y (los efectivos) no se lo querían sacar. Y hacían todo de forma lenta, adrede, lo querían dejar morir", afirmó Luis Peñalva.

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Santiago Barreto, un joven de 26 años, murió este sábado abatido por dos policías en el Cerro. El tío de Santiago, Luis Peñalva, dijo a El País este lunes que cuando su sobrino estaba herido y "agonizando", los efectivos "lo querían dejar morir".

Peñalva estaba en Chile cuando todo sucedió, pero apenas supo sobre lo ocurrido vino a Uruguay y comenzó a recabar información a partir de los testimonios de vecinos de la zona, distintos videos que se filmaron e información que le dieron en la seccional policial a la que concurrió.

A partir de su relevamiento, Peñalva aseguró que Santiago se trasladaba en moto cuando se encontró con los efectivos policiales, en circunstancias que la familia aún no logra aclarar. Entonces, comenzó una persecución y, durante la misma, uno de los policías le disparó al joven. “Hay dos impactos de bala en el cuerpo de Santiago”, afirmó el hombre, contradiciendo así la versión del Ministerio del Interior, que asegura que solo hubo un balazo.

“A todo esto, en la persecución policial no había luces, no había sirena, no comunicaron a central que estaban en persecución", destacó.

“Sabemos que a Santiago le dispararon, y cuando llegó a la calle Gibraltar dobló a la derecha, porque a 50 metros de la esquina está la casa de la abuela. A mitad de cuadra está el portón (de la vivienda) y hay un contenedor. Él fue por adelante del contenedor, por la calle, apagó la luz de la moto y subió a la vereda. La camioneta (de los policías) venía más atrás”, relató Peñalva.

Santiago intentó abrir el portón de lo de su abuela, sin éxito. “Con la camioneta encima, él aceleró para abajo. Ahí el efectivo policial se bajó de la camioneta y le dio un disparo en la espalda, a la altura del tórax, que más adelante fue lo que hizo que Santiago cayera en la esquina de la calle Japón”, resaltó.

En la esquina en la que cayó Santiago hay un hogar de ancianos, en el que se encontraba trabajando una mujer. “Ella sintió el impacto y salió para afuera. Había unos chicos también ahí. Santiago estaba agonizando con el casco puesto y (los efectivos) no se lo querían sacar. Y hacían todo de forma lenta, adrede, lo querían dejar morir. Es muy claro. En eso, la vecina les dijo que le sacaran el casco, se lo sacaron, y levantaban a Santiago en cámara lenta”, dijo el tío.

En este sentido, destacó que la vecina le insistía a los efectivos para que se apuraran, hasta que decidió agarrar a Santiago ella misma para ayudar a "subirlo rápido”. “Los policías lo subieron al patrullero con una tranquilidad brutal, se tomaron su tiempo. (Después) le dijeron a la gente que estaba ahí, ‘esta moto si quieren llévensela, desaparézcanla’”, aseguró Peñalva.

Estos mismos testigos fueron quienes le dijeron al tío de Santiago que el joven no llevaba armas encima.

“Los policías después se subieron al patrullero y se fueron a unos 20 km/h, sin sirena. Demoraron un montón en llegar de Carlos María Ramírez y Gibraltar hasta el centro de salud del Cerro. Está a unas 10 cuadras: a las 4:00 de la mañana sin tránsito podés demorar tres minutos a buena velocidad. Ellos demoraron 15 minutos en llegar”, cuestionó el tío.

Además, indicó que los dos efectivos fueron en la cabina, cuando “uno debería haber ido en la caja haciendo reanimación”.

“Los policías llegaron al centro de salud con Santiago ya sin vida, le dijeron al médico que a Santiago lo encontraron en otra dirección, tirado en el piso, y que no sabían si estaba muerto o no y lo trajeron por las dudas. Esa es la primera versión que dieron ellos, por eso le dijeron a la gente que estaba ahí que se llevaran la moto”, indicó.

La versión del Ministerio del Interior

Según la versión aportada por Interior el sábado, sobre las cinco de la madrugada de ese día funcionarios policiales patrullaban en el Cerro cuando vieron a un joven en una moto en una “actitud sospechosa”. El ministerio comunicó que los policías comenzaron a perseguirlo y, en un momento, el joven giró en “u” generando que los policías le dieran la voz de alto.

El hombre habría ignorado la advertencia y continuado su marcha. La cartera señala que es allí cuando los policías efectúan un disparo al observar que el sujeto habría hecho un ademán de tener un arma.

Cien metros después del disparo, el hombre detuvo su marcha y cayó.

Peñalva también resaltó que la Policía llamó a la madre del joven y le informó "que habían encontrado a Santiago muerto y que no sabían si había sido un ajuste de cuentas o qué”. Luego, los testigos le contaron a la mujer lo que vieron.

Por otra parte, Peñalva precisó que después de llevar a Santiago al centro de salud, los policías retornaron al lugar de los hechos a buscar la moto, "cuando en realidad si se muere una persona tiene que venir Policía Científica, no pueden tocar anda”.

El tío de Santiago sigue buscando información sobre lo que le pasó al joven, y afirma que era “un gurí que tenía una sonrisa impresionante, te pasaba abrazando, súper solidario con los vecinos, siempre ayudando”.

Previo a su muerte, el joven estaba con unos amigos, “comieron unos panchos y tomaron unas cervezas en su casa. Fueron a la rambla de Santa Catalina, estaban hablando de ir a un baile, pero Santiago justo tenía el auto roto. Dijo 'no vamos a ir en moto, que nos la van a sacar', y no quisieron ir”, afirmó. Entonces, cada uno se fue para su casa, y quedó Santiago junto a otro amigo; en ese momento, una mujer le escribió al joven diciéndole que estaba junto con otra amiga en un baile en el Club de Pesca del Cerro, y lo invitó a ir.

“Ahí Santiago le dijo a su compañero si quería ir, fue a buscar el casco de la moto a la casa, fue a buscar al compañero y él (al final) no quiso ir. De camino al Club de Pesca del Cerro, pasó lo que pasó. Ni siquiera llegó al baile”, concluyó Peñalva.

La fiscal de Homicidios, Adriana Edelman, está a cargo del caso. Mientras tanto, el Ministerio del Interior inició una investigación administrativa para saber si hubo un "corrimiento" del procedimiento por parte de los funcionarios.

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