Estación La Floresta dejó de ser un lugar apacible. Ubicada al norte de la ruta 35 y a 2,6 kilómetros del balneario La Floresta (Canelones), es un pueblo rural de 24 manzanas donde conviven 1.300 habitantes. Ninguno de ellos recuerda un crimen en el lugar. Por eso, el triple homicidio ocurrido al mediodía de ayer en una mercería conmocionó a los pobladores y les cambió sus perspectivas para estas fiestas de fin de año.
Los asesinatos también dejarán una huella perdurable a los habitantes del pueblo porque la dueña de la mercería Tienda Giovanni, ubicada en las calles Paysandú y Río Negro, era muy querida por sus vecinos. Algunos de ellos la conocían desde que era una niña.
Nidia Giovanni (62) había vivido toda su vida en el pueblo. Con unos veinte años estableció una tienda, almacén y bazar al costado de su casa de ladrillos a la vista y techo de tejas. Flores de varios tipos le dan un toque de color al lugar.
Al mediodía de ayer, Giovanni, su esposo de nombre Carlos (57), el hijo de la comerciante, Yony (37) y Loreana (22) se encontraban dentro de la casa que tiene una conexión con el comercio.
Dos delincuentes arribaron al lugar en una moto pasada las 12:30 horas de la víspera. Tras sorprender a Giovanni y a sus familiares, los delincuentes los obligaron a ir al fondo de la vivienda.
El relato de la única sobreviviente de la tragedia a personas allegadas es conciso. Los delincuentes trataron de llevarla de rehén y ello generó la reacción de su madre, padrastro y hermano, según supo El País.
Giovanni estaba sentada en una hamaca ubicada cerca de un muro hecho con tacuaras que separaba su terreno con el de la casa de al lado, cuando un disparo le impactó en la boca. Giovanni cayó. El hijo, que se encontraba también contra el muro de tacuaras y a dos metros de ella, recibió un disparo en la frente.
Al instante, la pareja de la comerciante recibió un tiro en el abdomen en la cocina de la casa. Así los señalaron a El País varios vecinos que ingresaron a la casa tras escuchar seis detonaciones.
Loreana salió de la vivienda corriendo ensangrentada y pidió ayuda a vecinos. Al escuchar el griterío, personas que viven cerca del lugar salieron de sus casas.
El otrora sitio apacible se desvaneció cuando el grupo de personas ingresó a los fondos de la casa de Giovanni y vio la escena.
Una vecina comenzó a rezar mientras tomaba la mano de la comerciante. Nada podía hacer. Giovanni había fallecido. Su esposo y su hijo agonizaban. Ambos perecerían poco después dentro de dos ambulancias.
Loreana y una hermana que vive en la ciudad de Soca (Canelones) son ahora los únicos integrantes vivos de la familia Giovanni, dijeron los vecinos a El País.
Golpe
Como ya se dijo, el triple crimen será un antes y después para los vecinos de Estación La Floresta.
Una vecina, que prefirió el anonimato por temor a represalias de los delincuentes, dijo en la noche de ayer que todavía estaba sorprendida por lo sucedido.
“Las muertes de esas personas tan conocidas y queridas nos cayó muy mal. Yo había ido a comprar a la tienda de Giovanni 10 minutos antes de que llegaran los delincuentes. Éramos tres los clientes y nos atendían Carlos y Loreana”, agregó.
Expresó que, tras el pedido de ayuda de la joven, ingresó a la casa junto con otros vecinos. Lo que vio la acompañará para el resto de su vida, según dijo.
“Le tomé la mano a Giovanni. Estaba helada. Comencé a rezar pidiendo ayuda a Dios. Pero ella ya se había ido. Luego miré a los demás y vi la escena. Las víctimas no tuvieron chance de nada. Los ejecutaron en forma rápida. No creo que existiera un forcejeo como dijo una persona en el pueblo”, señaló la vecina.
Y agregó que las fiestas de este fin de año “ya no serán las mismas” para las personas que conocían a Giovanni y a toda su familia.
Ante el cuadro, una vecina observó que la hija de la comerciante asesinada estaba sola en medio de la escena donde sus familiares directos yacían en el suelo.
“No dejen a esa chiquilina sola. Hay que sacarla de acá”, dijo.
Dos personas tomaron a la joven y la llevaron hacia el exterior. Luego Loreana fue trasladada a una centro médico ubicado en un balneario.
Martín es otro vecino de la Tienda Giovanni. Vive en Estación Atlántida desde que nació. Trabaja en una empresa constructora que se dedica a hacer rutas y puentes.
En un hecho impensable en Montevideo, Martín deja su camioneta estacionada por las noches en la vereda de su casa con la caja del vehículo cargada con un catre, herramientas y bolsas de materiales de todos los tipos.
Hasta ahora, dijo, Estación La Floresta era un lugar calmo. “El último delito que ocurrió en la zona y no fue acá, se trató de un intento de rapiña a un comercio ubicado al otro lado de la ruta. Allí no es Estación La Floresta. Acá es la primera vez que sucede algo y por eso para muchos esto dejó de ser un paraíso”, explicó.
Y reflexionó que, si los dos delincuentes hubieran matado también a Loreana, nadie se hubiera enterado de lo sucedido. “Fue ella que salió corriendo a pedir ayuda”, señaló el empleado.
Julia, otra vecina, afirmó que la tarde de ayer la pasó en estado de “mucha conmoción”, con “miedo”. Agregó que estas fiestas navideñas “serán muy tristes” porque conocía “muy bien a las personas fallecidas”.
Alicia, otra vecina de la Tienda Giovanni, tiene una cocina ubicada en el fondo de su casa. Como otros, Alicia escuchó los balazos y pensó que eran bombas. Siguió cocinando sin prestar demasiada atención a la televisión encendida. Cuando oyó las sirenas de las ambulancias y de los patrulleros, Alicia salió afuera.
“Giovanni era una persona de bien, una buena vecina. Lo mismo sus hijos. Yo la conocía desde que era muchacha. Daba fiado a aquellos clientes que lo necesitaban. Esa familia no tenía problemas con nadie”, dijo.
Luego Alicia exclamó: “¡Qué día más triste! En un segundo cambia la vida de las personas”.
Policía analiza cámaras de tienda
El comisario Mayor, Fabricio Da Rosa, ayudante del jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza, expresó ayer que existían filmaciones de la Tienda Giovanni que registraron el intento de rapiña que terminó en los homicidios de tres personas.
El jerarca policial dijo a El País que se están analizando esas filmaciones y agregó que en ellas hay elementos que podrían ayudar a la identificación de los autores del triple crimen.
Da Rosa afirmó que todavía no hay información para establecer si existió o no un forcejeo, porque los delincuentes querían llevarse del lugar a una joven como rehén. “Tenemos claro que se trató de un hecho lamentable. También deberemos determinar si hubo o no un faltante de dinero en el comercio. La hipótesis policial es que no se llevaron dinero”, dijo Da Rosa.
En la noche de ayer, el fiscal de Atlántida, Ignacio Montedeocar, solicitó actuaciones a la Policía para tratar de identificar a los dos sospechosos. La Policía desplegó todo el personal en la costa.