Desde que ocurrió el triple homicidio de Estación La Floresta que conmocionó a todo el país el pasado 23 de diciembre, el delincuente Claudio Cancelo ha sido foco de atención, ya que desde las primeras horas fue señalado por la Policía como el principal sospechoso del brutal crimen.

Tres semanas después, el presunto homicida de 35 años -que poseía cinco antecedentes por hurto, rapiña y estafa- fue detenido y formalizado. Mientras estuvo prófugo realizó diversas publicaciones en sus redes sociales donde al pasar aseguraba que llevaba días escondido, pero por otro hecho que sería previo al triple homicidio.

En la formalización que llevó adelante el fiscal Ignacio Montedeocar, se lo imputó -además de por los hechos en Estación Floresta- por una rapiña en la que participó antes, y por un delito de lesiones personales agravado que protagonizó el 5 de diciembre en Lomas de Solís, departamento de Canelones.

Durante una conferencia de prensa llevada adelante el pasado lunes, en la que autoridades policiales brindaron algunos detalles sobre la investigación del triple crimen, se hizo mención a que el conflicto que tuvo Cancelo en Lomas de Solís fue con una familia presuntamente involucrada al consumo y distribución de estupefacientes.

En ese incidente, según relataron a El País fuentes policiales, Cancelo le disparó a un hombre en la pierna por una deuda o ajuste de cuentas ocasionado por drogas.

El propio Cancelo hizo referencia a este episodio en uno de los posteos que realizó a través de su cuenta de Facebook, cuando aseguró que previo al triple crimen se estaba “escondiendo” porque le “faltaron el respeto en Las Vegas”. “La mayoría lo sabe, les arranqué las patas”, escribió en ese momento el hoy formalizado.

Las fuentes agregaron que se tiene identificada a la persona que recibió el disparo, así como también a su entorno familiar, y que se trata de personas con antecedentes relacionados a estupefacientes, aunque actualmente no existen requisitorias pendientes. De todos modos, aún se continúa investigando.

Además, los informantes señalaron que no se trata de un enfrentamiento de bandas, sino de un conflicto generado en torno a “una boca (de droga) puntual”, que es dirigida por dos hermanos que se instalaron en la zona, y que “no tienen gran alcance”.

El País se comunicó con algunos vecinos de Lomas de Solís -también conocido como Las Vegas Norte-. Si bien algunos desconocieron este problema, otros manifestaron dos preocupaciones que están entrelazadas.

En primer lugar, y como problemática mayor, indicaron que varias personas desconocidas “están tomando terrenos” para instalarse en la zona. “Es un problema que arrastra meses”, dijo una vecina que prefirió mantener el anonimato por motivos de seguridad, ya que convive con estas personas.

Además, sostuvo que es una disconformidad que se ha planteado en varias oportunidades en reuniones de comisión vecinal, aunque hasta el momento “no se ha encontrado solución”.

“Es un lugar propenso para que se tomen terrenos”, dijo otro vecino que también aseguró que “algunos se dedican a la droga”.

La vinculación a la venta de drogas es otro de los temores que advierten los vecinos. Señalan que algunas de estas personas -que llegarían principalmente desde Montevideo, según indicaron- podrían estar vinculadas al grupo que opera en la zona.

Este elemento es parte de la investigación de la Policía, que se encuentra “trabajando en reserva, para no entorpecer la investigación”, según dijeron fuentes policiales.

De igual manera, al ser consultados sobre si en algún momento hubo conflictos con los residentes, los vecinos afirmaron que estas personas “suelen ir por la suya”, aunque “pueden provocar que la zona se vaya poniendo cada vez más roja” por el riesgo que conlleva para los vecinos, además de que el lugar “se vuelve menos atractivo” para los visitantes.

El jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza, aseguró en conferencia de prensa realizada el pasado lunes sobre la investigación del triple crimen, que existen “pruebas biológicas, testimoniales y de videovigilancia” recabadas en las últimas semanas que ubican a Cancelo como el principal sospechoso del episodio ocurrido el pasado 23 de diciembre en Estación La Floresta.

Fuentes policiales aseguraron a El País que se recogieron “huellas y ADN” suyas en varios elementos. “La escena es grande y no solo comprende el lugar del homicidio”, señalaron, y dijeron que estos elementos “se encontraron en vehículos usados y en vainas, entre otras cosas”. También afirmaron que existen videos de cámaras que de distintas formas permiten ubicarlo en el lugar.

Según pudo saber El País, la investigación continúa en curso de forma reservada a pedido de la defensa del propio Cancelo.