Sobre la madrugada de ayer, un llamado de emergencia al 911 alertó sobre la presencia de una mujer con abundante sangrado sobre una calle del barrio Manga. La denuncia era realizada por vecinos de la zona, que pudieron ver a la mujer casi sin vida en las inmediaciones de la que era su vivienda.
Según figura en el parte policial del caso, la mujer les aseguró a las personas que desconocía quién la había atacado, pero les rogaba que la ayudaran.
Con las fuerzas que le quedaban luego del ataque a disparos, se había arrastrado hasta la casa más cercana, donde la encontraron los vecinos, quienes luego de denunciar el hecho la trasladaron hasta el centro asistencial más cercano, la Policlínica Capitán Tula.
Allí fue asistida por personal médico, pero debido a la gravedad de las heridas la mujer falleció minutos más tarde.
Luego de su muerte, se constató que había recibido tres disparos de arma de fuego en diferentes partes del cuerpo. Uno en el brazo, otro en el tórax y un tercero a la altura del pecho.
Según explicaron a El País fuentes policiales, se trataba de una mujer de 32 años que carecía de antecedentes penales o anotaciones en la Policía, lo cual resultó extraño por la magnitud del ataque.
Lo que sí pudieron comprobar es que la mujer era una consumidora de droga habitual, lo cual es una de las líneas de investigación del caso. Se indaga la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas o hecho similar relacionado con el consumo y venta de estupefacientes.
De todas formas, se investiga si las personas que se acercaron a la policlínica -quienes aseguraron no conocer ni haber visto antes a la mujer- tienen algún vínculo con el ataque.
El caso es investigado por la fiscal de Homicidios, Mirta Morales, en conjunto con oficiales de la zona operacional III de la Policía.