Los “puntos calientes” dentro de Montevideo han variado en los últimos meses. El delito se mueve. Pero hay zonas en los que la criminalidad se mantiene. Uno de ellos es la zona de Boix y Merino, dentro del barrio Malvín Norte, donde han aumentado los enfrentamientos entre delincuentes y la Policía producto de la intervención del Ministerio del Interior, que continúa desde el inicio del plan Cuatro Barrios, a fines del año pasado.
“El barrio está partido en dos”, dijo a El País un vecino, aunque aseguró no querer “hablar muy fuerte porque uno nunca sabe”. “Hay que cuidarse en todos lados, pero algunos puntos son mucho más calientes”, afirmó mientras señalaba hacia la calle José de Espronceda, donde se han dado varios episodios de asaltos a vehículos en las últimas semanas.
“De la calle Mataojo para allá es tierra de nadie”, agregó haciendo referencia a la dirección en la que se encuentra el realojo del asentamiento Isla de Gaspar.
En una parada de ómnibus, a pocos metros de distancia, había un grupo de tres jóvenes fumando tabaco. “No digo que ellos lo estén haciendo, pero hay varios que se quedan así, esperando que sea el mejor momento y roban celulares cuando salen los estudiantes, o sino a los vecinos cuando están pasando”, sostuvo.
Uno de los aspectos más destacados a El País por comerciantes y residentes de la zona, es la presencia de menores de edad en la actividad delictiva. “Se aprovechan porque saben que la ley no es la misma para ellos”, dijo un vendedor aunque reconoció que varios grupos han sido desarticulados por la Policía.
En Boix y Merino no hay familias que dominen de forma total el territorio, sino que se trata de una situación de “violencia general”, que “se ve reflejada en delitos que no se asocian a las disputas entre narcos”, señalaron a El País fuentes policiales.
Debido al aumento en los episodios violentos, un blindado de la Guardia Republicana recorre la zona de forma diaria entre las 13:00 y las 4:00 horas.
Uno de los mayores inconvenientes con los que cuenta la Policía al momento de capturar a estos delincuentes es que “desaparecen en cuestión de segundos”. Esto es debido a que roban en su propio barrio, por lo que tienen la posibilidad de escapar rápidamente.
“Le roban a la gente del barrio y se meten por los pasillos. Al minuto ya están en su casa cambiados de ropa y no se puede hacer nada”, señaló el encargado de un kiosko que dijo haberse visto “obligado” a colocar rejas por seguridad. “Al final el que termina viviendo entre rejas soy yo cuando deberían ser ellos”, reflexionó.
Acusan que "relojean y manotean"
“Miralo a ese”, dijo a El País una comerciante haciendo referencia a un joven en moto que pasaba por tercera vez por el mismo sitio en un lapso de cinco minutos. “Relojean, relojean, y cuando ven que pueden te manotean el celular y se meten para adentro”, agregó un vecino que se encontraba allí.
Según plantearon varios residentes del barrio, “es frecuente” que los delincuentes se aproximen a los centros educativos de la zona y aguarden hasta el horario de salida, para así “aprovechar a algún despistado y robarle el teléfono o la mochila”. Por este motivo pueden verse patrulleros de Policía custodiando las escuelas.
Actualmente, la zona de Boix y Merino es la más conflictiva para el Ministerio del Interior. El pasado martes, la cartera hizo la presentación de un nuevo vehículo blindado. “No nos van a amedrentar las piedras”, dijo en ese momento el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, haciendo referencia a agresiones que sufrieron policías recientemente.
Por su parte, el subsecretario de Interior, Pablo Abdala, dijo a El País que “se intervendrá todo lo que sea necesario”, y señaló que “se están planificando acciones con otros organismos”, en el marco del “enfoque dual” planteado por el ministerio, que consiste en “represión y prevención”.
Desmantelan bocas de droga
Como parte del trabajo que el Ministerio del Interior está llevando adelante en la zona, en los últimos días se han allanado y demolido varias bocas de venta de droga.
La última semana fue protagonista de múltiples operativos. Entre ellos, el martes fueron detenidas más de 10 personas, la mayoría fueron liberadas horas más tarde. Además, se incautó dinero, drogas y elementos electrónicos.
Tras comprobar que dos construcciones que se encontraban en terrenos municipales funcionaban como bocas, la Jefatura de Montevideo en conjunto con la Intendencia las derribaron días después.
“Forma parte de la estrategia de tapiar y demoler las viviendas luego de los allanamientos”, señaló a la prensa el jefe de Policía de Montevideo, Mario D´Elía. Y agregó que si bien el trabajo “está llevando más tiempo” del que querrían, se continuará interviniendo la zona “para obtener resultados positivos”.
Jerarcas se reúnen con escuelas
Como parte de las acciones que el Ministerio del Interior está llevando adelante en el marco de su “enfoque dual”, en las últimas semanas existieron reuniones entre el subsecretario de la cartera, Pablo Abdala, autoridades de otros organismos, y la dirección de centros educativos ubicados en el barrio Malvín Norte.
“La idea es que se hagan actividades sociales y deportivas”, explicó Abdala El País haciendo referencia a la escuela N° 317 ubicada en la calle Iguá entre las calles 121 y 124.
Si bien los encuentros serían en este centro educativo, también estarían destinados a los alumnos de la escuela N° 267, que se encuentra en frente y concurren mayor cantidad de niños.
“Se brindará apoyo técnico a los niños y a sus familias, se busca que los adultos también estén involucrados”, señaló el subsecretario. Estas iniciativas se sumarán a otros planes que Primaria está evaluando llevar al barrio.