En la tarde del lunes pasado la Policía halló en Melilla un galpón en el que se encontraban seis vehículos denunciados como robados. El lugar, de 7 por 15 metros, de chapa y madera, no solo alojaba autos requeridos de este año, sino también otros de 2022 y quince matrículas.
En el registro del espacio fue encontrado un hombre de 44 años que contaba con tres antecedentes penales, dos por receptación y uno por tenencia de arma no autorizada.
El 3 de octubre se había encontrado un espacio similar en el Cerro, cuando la Policía ubicó un garaje con al menos cinco vehículos robados, según informó Subrayado y pudo confirmar El País con fuentes policiales.
Estos dos hallazgos se suman a la reciente condena de siete personas en el marco de la operación “Fraude”, una continuación de la operación “Mellizos” llevada a cabo el pasado año. Estas personas eran parte de una asociación que se dedicaba a ingresar al país vehículos de alta gama -varios de ellos hurtados- empadronándolos y exonerándose de pagos gracias a la ayuda de funcionarios de la Intendencia de Cerro Largo.
Estos casos, además de la gran cantidad de denuncias que se realizan a diario -42 por día durante el primer semestre de 2023 según datos del Ministerio del Interior-, reflotaron la problemática.
“Algunas bandas se dedican también al tráfico de armas y estupefacientes”
La venta de vehículos robados o clonados es una actividad recurrente a través de redes sociales y, en muchas oportunidades, la no presencia de un escribano puede provocar que una persona efectúe la compra sin saber de dónde proviene lo que está pagando.
La abogada y escribana Vilma Di Brana dijo en diálogo con El País que si bien no es ilegal la compra del vehículo sin escribano, esto hace que “no haya garantía de que el vendedor tenga todo en regla”.
Existen formas para prevenir la compra de vehículos robados. Una de ellas es verificando que el número de motor y de chasis coincidan con el que se encuentra en la libreta de propiedad, “aunque este proceso lo suele hacer la aseguradora o un mecánico”.
Di Brana contó un caso que tuvo que atender como abogada en el que su cliente había comprado un auto clonado al que le habían lijado los números. “De estas historias está lleno”, expresó.
El director de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol, Danilo Alzamendi, dijo a El País que las zonas más afectadas por este tipo de hurtos son las correspondientes a las seccionales novena y décima.
En el caso de la primera, “es la más afectada históricamente, siendo un factor importante los espectáculos deportivos en el Estadio Centenario”. Son usuales los reportes de robos de vehículos y autopartes en las afueras de estos escenarios.
Las motivaciones de los grupos organizados para esta actividad delictiva son principalmente vender auto partes o vehículos clonados. “No solo se dedican al robo de vehículos, sino que también abarcan otros delitos como lo son el transporte de estupefacientes o de armas”, dijo Alzamendi.
Además, contó que la maniobra más frecuente es el “hurto mediante destreza” debido a la cantidad de vehículos sin encendido codificado. Por otra parte, una modalidad en alza es la rapiña mediante uso de violencia con armas de fuego o amenazas.
Grupos organizados
Se trata de grupos organizados de forma compleja y con varios eslabones. No solo los integran aquellos que roban los vehículos a pedido del cabecilla de la banda, sino que posteriormente aparecen aquellos dedicados a falsificar documentos, los talleristas que cambian las placas y por último quienes los venden. Según contó a El País Alejandro Veiroj, Director Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Empresas Aseguradoras, la mayoría de las veces los vehículos clonados aparecen después de que la aseguradora ya indemnizó a la víctima.
En esos casos se puede remarcar municipalmente el motor y chasis para darlos de alta otra vez, o en caso de estar en mal estado se los da de baja y vende a desarmaderos. Además, aportó que se recuperan en torno al 30% de los vehículos robados.
En los hurtos “no se está a salvo del fraude”, dijo Veiroj haciendo referencia a que se pueden presentar autorobos, incendios intencionales, entregas en desarmaderos clandestinos, o situaciones similares que busquen conseguir la indemnización del seguro.
Números oficiales
En los datos publicados por el Ministerio del Interior se vio un aumento en las denuncias con respecto al año anterior. En enero-junio de 2022 se reportaron 7.029 denuncias por vehículos robados -año que cerró con más de 13.000- mientras que este año registraron 7.634. El punto más alto estuvo en 2019 que tuvo 9.235 en los primeros seis meses del año.
Alzamendi sugiere dejar los autos resguardados. Y en caso de tener que dejarlos en la calle recomienda el uso de “accesorios de seguridad como alarmas, sistemas de rastreo y bloqueos o cortes de corriente diseñados a tales efectos”.
Marcelo (56), del barrio Jacinto Vera, contó su experiencia a El País. Había estacionado el auto frente a su casa antes de irse a dormir y al día siguiente ya no estaba. Hizo la denuncia a la Policía y a la aseguradora para registrar el hurto. A la tercera semana recibió un llamado de la seccional en Pando diciendo que habían encontrado un vehículo similar al denunciado.
Lo llevaron en un móvil policial a la casa de la persona que “había comprado el auto por Marketplace a $60.000”. El problema para el comprador fue que el auto se bloqueó automáticamente, y la nueva llave no lo desbloqueaba, por lo que acudió a la seccional. Marcelo pudo recuperarlo, pero no todos los que sufren este tipo de robos tienen la misma suerte.