Redacción El País
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, compartió en su cuenta de X un video en el que se resume cómo fue el allanamiento a una casa en la que quedó detenida una pareja por el asesinato del policía Carlos Umpiérrez en el Marconi.
Los detenidos, un hombre y una mujer, se cree que no fueron los autores de los disparos que provocaron la muerte del agente, pero estuvieron involucrados en el crimen.
"A 72 horas del cobarde crimen del agente Carlos Umpiérrez, la Policía detuvo y la Justicia condenó a un hombre y a una mujer por homicidio especialmente agravado. Trabajamos para que ningún delito quede impune y que a los asesinos les caiga el máximo peso de la ley", escribió el ministro y compartió las escenas del operativo.
Dos condenados por el homicidio del agente Umpiérrez
— Nicolas Martinelli (@Ni_Martinelli) August 15, 2024
A 72 horas del cobarde crimen del agente Carlos Umpiérrez, la Policía detuvo y la Justicia condenó a un hombre y a una mujer por homicidio especialmente agravado.
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En el video puede verse cómo los funcionarios debieron saltar un muro para ingresar, porque todas las puertas del perímetro estaban cerradas, y una vez dentro del predio se escucha: "¡Abrí, abrí!".
Cuando estuvieron dentro de la casa, con los acusados con las manos en la pared, ambos fueron informados del motivo de su detención, lo que causó sorpresa en los involucrados.
Imputados por el crimen del policía
Los dos imputados fueron señalados por la Fiscalía de Homicidios de Cuarto Turno por la coautoría de un delito de homicidio muy especialmente agravado por haberse cometido después de otro delito (la rapiña) o para asegurar el resultado.
De la investigación de la Fiscalía se desprende que el policía asesinado intentó defenderse de la agresión —de la que al menos participaron tres personas— con su arma de reglamento, pero según dijo la fiscal de Homicidios Andrea Naupp en una audiencia judicial, no logró hacerlo porque esta se "encasquilló". Es decir, no salieron los disparos.
Aún no está claro si el disparo no salió debido a que, por los nervios, no le sacó el seguro correctamente o si el arma tuvo una falla mecánica.
De los imputados, la mujer fue la encargada de concertar el encuentro —así surge de la información de los teléfonos— para comprarle al policía dos pares de championes. La víctima fue en su auto junto a su esposa, quien iba en el asiento del acompañante.
Cuando estaban por llegar al punto de encuentro, el imputado saludó a la víctima para indicarle que él era el comprador y cruzó la calle para ir a su encuentro. Allí fue cuando apareció otro hombre, le apuntó con un arma, le pidió los championes y finalmente le dio tres disparos en el tórax que le causaron la muerte.
Luego del crimen, cuando los homicidas ya habían huido, un joven (todavía no se logró determinar si es uno de los prófugos que volvió al lugar o una cuarta persona) se acercó por la ventanilla del acompañante a la mujer y le sacó los celulares y el arma.