El miércoles 25 de enero por la noche, una mujer llegaba en su vehículo a su casa en el barrio de Punta Gorda, Montevideo, cuando fue arribada por cuatro hombres que se bajaron de un vehículo y, con armas de fuego, exigieron la entrega del auto propiedad de la mujer y varios elementos más.

Según se puede observar en el video al que accedió El País, la mujer llegó al portón del garaje de su casa y, cuando se detuvo a esperar que abriera, los sujetos –que habían llegado atrás de ella- la sorprendieron.

“Venía con mis dos hijas a las diez de la noche. Estaba esperando que abriera el portón y nos sorprendieron con golpes en la ventana, le pegaban a los vidrios con la culata de las armas”, relató a El País la mujer que conducía el vehículo.

“Nos pedían que nos bajáramos. Yo les decía que no, uno de ellos me dijo ‘quedate tranquila que no pasa nada, pero bajate del auto´”, prosiguió. “Nos bajaron con las armas y a los empujones. A mi hija la agarraron del cuello. Se subieron a la camioneta, pero demoraron en irse porque mi hija forcejeó por el celular hasta que le dije que se lo diera. Se subieron y se fueron. Todo fue en un minuto”, añadió.

El video de la rapiña fue divulgado por un grupo de vecinos del barrio que generan redes para el autocuidado, contó la víctima de la rapiña. En ese sentido, especificó que el objetivo de la divulgación del episodio es “aceitar” los procesos policiales, ya que, según contó, los policías demoraron cuarenta minutos en llegar a la escena.

“Un vecino llamó a la Policía, diez y cinco y la Policía llegó y 43’. Adujeron que había habido un cambio de turno y que recién habían recibido el llamado. Se generó una discusión, pero después nos trataron bien. De alguna manera el objetivo es que se sepa lo que ocurrió para aceitar los mecanismos y que mejore, porque nos pone en una situación de indefensión tremenda”, destacó.

La mujer dijo que de los cuatro asaltantes, había uno que “ponía un poco de orden en la situación”. “Nunca había vivido una situación así ni similar. Fue una violencia horrible, fue espantoso. Lo que lo hizo más espantoso fue ver a mis hijas enredadas en eso. Si hubiera estado sola me hubiera parecido violento, pero no me hubiera dejado en la situación de vulnerabilidad en la que estamos. Fue un evento extremadamente violento”, describió.

Además del auto, los delincuentes se llevaron otras pertenencias, como dos celulares, tarjetas de débito y otros elementos. La mujer detalló que aún no han podido recuperar nada de lo robado, y que no han vuelto a tener contacto con la Policía. La última comunicación, dijo, fue cuando le pasaron la ubicación que figuraba en uno de los celulares hurtados.