La exvicecanciller Carolina Ache declaró hoy ante el fiscal de Delitos Económicos Alejandro Machado que el asesor presidencial Roberto Lafluf le pidió a ella y al subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, borrar un chat entre ambos en el que se hablaba de la peligrosidad del narcotraficante Sebastián Marset. Esta era una comunicación —del 3 de noviembre de 2021— en la que Maciel, además, quería saber si Marset estaba detenido en Dubái, de donde luego sería liberado, tras obtener en noviembre de ese año un pasaporte uruguayo otorgado por Cancillería y la cartera de seguridad.

El chat forma parte de la carpeta de la investigación de Machado, pero cuando Lafluf les pidió que esa comunicación entre ambos —de acuerdo a la versión de Ache— fuera eliminada, a fines de noviembre de 2022, sí era solicitada por la instructora de la investigación administrativa que se llevaba adelante en la Cancillería.

“El 25 de noviembre recibo un mensaje de WhatsApp de Roberto Lafluf, asesor de Presidencia, citándome a una reunión en Torre Ejecutiva, junto con (Guillermo) Maciel, diciendo que era a solicitud del presidente indicándome que ingresara por el garaje”, dijo Ache hoy en Fiscalía, a cuya declaración accedió El País.

Esa comunicación vía mensaje de Lafluf, de la que hoy dio cuenta Búsqueda, también fue aportada al fiscal.

“En esa reunión, donde estaba efectivamente el subsecretario Maciel —dijo Ache— y Roberto Lafluf, nos piden que borremos los mensajes de WhatsApp”.

El fiscal preguntó en ese momento si había alguien más además de Lafluf y Maciel en la reunión, a lo que Ache respondió que no, que eran esos tres.

“¿Quién lo pide?”, insistió Machado, ya que Ache se había referido en plural: ”Piden”, fue lo que dijo.

“Lafluf, Roberto Lafluf", respondió.

Ache agregó entonces que ya tenía un respaldo del chat que Lafluf estaba interesado en que desapareciera, por lo que aceptó a borrarlo. Maciel, dijo Ache, también lo borró.

Había, no obstante, otro pedido de Lafluf. “A continuación me solicita que consiga otro escribano y que haga un protocolo con lo que aparecía ahí sin esos mensajes, a lo cual yo me niego”, sostuvo. Este paso era para dejar constancia de una comunicación sin una parte esencial, para luego ser entregada a la instructora de la investigación administrativa.

Al otro día, contó Ache, hubo un nuevo diálogo con Lafluf —esta vez telefónico—, y allí, la que en ese momento era vicecanciller —renunciaría poco después— le dijo al asesor de Luis Lacalle Pou que no haría lo último que le había pedido.

“Lo llamo por teléfono, (y) le digo que había hablado con mi abogado y que lo que él me estaba pidiendo era un delito y que yo no estaba dispuesta a cometer un delito. Y él me dice: ‘Bueno, entonces cómo hacemos, la información va a aparecer, qué alternativas (hay)...’. Bueno (le digo), hay un protocolo, el protocolo es inamovible, está ahí y no hay nada para hacer. No voy a hacer otro protocolo que contradiga el que ya está” y que, de acuerdo a la versión de Ache, ella ya había entregado a la instructora de la investigación.

Lafluf respondió que haría una “llamada al presidente” antes de darle una devolución. “Al rato me vuelve a llamar y me dice: ‘Presentá todo como está. Lo único que te voy a pedir es que vuelvas a entregar el protocolo’... Yo pregunto: ¿por qué tengo que entregar de vuelta el protocolo? Él me dice: ‘Porque no está más; porque lo destruí’”, declaró ante el fiscal.

Lo que se preguntó la exjerarca, asistida por el exfiscal de Corte Jorge Díaz, fue lo siguiente: “¿Cómo llegó el protocolo desde el despacho del ministro a las manos de él, desconozco”.

Ache dijo que entonces fue con una escribana, que hizo “otra copia” de ese chat y que lo entregó “en mano al director de Jurídica Carlos Matta”.