Luis Lacalle Pou vivió la jornada electoral de balotaje siguiendo tradiciones, pero con un peso emocional diferente: votó acompañado de sus hijos, dio pocas pistas sobre su futuro político y se movió entre anécdotas, regalos, abrazos y selfies de los seguidores. Es que si bien remarcó que le quedan “97 días” de mandato, el presidente empieza a irse, cierra una etapa y “debería pasar a segundo plano”, según sus propias palabras.
Bien temprano, el domingo electoral Lacalle Pou lo comenzó con una visita de su exsecretario de la Presidencia. Álvaro Delgado llegó a la casa del mandatario en Carrasco poco antes de las 10 de la mañana. “Nos dimos una abrazo como amigos”, aseguró el candidato, mientras el presidente evitaba hacer mayores comentarios a los medios, a cuenta de lo que declararía sobre el mediodía, tras sufragar en un circuito de la ciudad de Canelones.
“Con Álvaro, y a propósito no digo Delgado, siempre nos comunicamos. Hoy tomamos unos mates”, dijo a los medios en rueda de prensa.
Sobre las 11 de la mañana, Lacalle Pou llegó al Instituto de Formación Docente de Canelones, donde le tocó votar al igual que en la primera vuelta electoral de octubre. Apenas bajó del auto, fue abordado por decenas de simpatizantes que le pidieron selfies, besos y abrazos.
A un niño le firmó una pelota y otro llegó a caballo desde una localidad cercana. Vestido con atuendo campero, le obsequió un “sobeo”, que es como un lazo pero más fino y corto. Al tanto de estas diferencias, Lacalle Pou bromeó con los medios y los desafíos de buscar las utilidades y características de esta pieza talabartería.
“Es un momento especial para el país”, dijo en la rueda de prensa, para referirse, antes de saber sobre el triunfo de Yamandú Orsi, a lo que se viene. “Empieza una transición, con lo cual se inicia un proceso de compartir las decisiones, no las diarias o coyunturales, pero sí lo que viene para adelante. Este es el último día de un gobierno realmente único”, añadió el mandatario.
Por el peso emocional de este balotaje, sus hijos Luis, Manuel y Violeta lo acompañaron a votar en Canelones. Saludaron y también se sacaron fotos con algunos de los seguidores de su padre. Luego de ingresar el sobre en la urna, Lacalle Pou los abrazó. “Ahora se pueden ir tranquilos”, le dijo en referencia a que habían madrugado para acompañarlo.
Tradición
Luego de votar, Lacalle Pou se dirigió a la casa de la familia García, en San Ramón, como es tradición en cada domingo de elecciones.
En el camino paró más de lo habitual: ante cada vecino que salía con una bandera o un regalo, Lacalle Pou y su comitiva orillaban por las rutas de Canelones para el saludo y la selfie. Recibió cebollas blancas y coloradas, un salchichón casero y una bandera.
En la mayoría de los casos, el presidente conocía a los vecinos. Recordaban encuentros anteriores y se mandaban saludos: la memoria del presidente es envidiable.
En materia personal, fue un domingo distinto para Luis Lacalle Pou. Luego de cinco años, se enfrenta al último tramo de mandato hasta la entrega de la banda presidencial.
La familia García lo esperó en la ruta 65 entre San Ramón y San Bautista. El asador de estos tradicionales almuerzos, Luis González, sorprendió al incluir pollo en el menú, además de asado y chorizo. El presidente le obsequió un cuchillo. Sin cámaras ni micrófonos, Lacalle Pou se mostró distendido y bromeó con el punto bien jugoso de la carne.
Transición
Tras confirmarse que el ganador había sido el candidato frenteamplista, Lacalle Pou lo llamó por teléfono y luego, sobre las 21:20 horas, tuiteó: Llamé a @OrsiYamandu para felicitarlo como Presidente electo de nuestro país y para ponerme a las órdenes y empezar la transición apenas lo entienda pertinente”.
Antes, en declaraciones a la prensa, Lacalle Pou había adelantado que invitaría a su sucesor electo a la cumbre de presidentes del Mercosur, que tendrá lugar el 6 de diciembre. También mandató a sus ministros a no iniciar proyectos que podrían ser discontinuados por las autoridades entrantes.
El mensaje para Yamandú Orsi
Luis Lacalle Pou eligió la Torre Ejecutiva en Plaza Independencia para esperar los resultados del balotaje. Llegó pasadas las 19:00 horas, con vestimenta informal. “Hoy los protagonistas son otros”, dijo a los medios presentes para negarse a hacer declaraciones. Poco después llegó Beatriz Argimón, para saludarlo y luego partir el búnker del Partido Nacional, sobre la calle Bulevar Artigas, donde esperó los resultados.
Luego de las 21:00, una vez que las proyecciones del escrutinio eran categóricas sobre el triunfo de Yamandú Orsi, el mandatario anunció que se había comunicado con el presidente electo.
“Llamé a Yamandú Orsi para felicitarlo como Presidente electo de nuestro país y para ponerme a las órdenes y empezar la transición apenas lo entienda pertinente”, posteó en sintonía con lo que había declarado al mediodía.
Lacalle Pou es el primer presidente que elige Torre Ejecutiva para aguardar los resultados. Lo acompañaron el secretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, y la prosecretaria, Mariana Cabrera, quienes indicaron que tomó esta decisión por “el sentido de la institucionalidad”. “Los días de elecciones somos un ejemplo, somos una joyita en el mundo. Es una instancia institucional importante la de hoy, venimos a acompañar al presidente”, aseguró Ferrés.
"Voy a estar donde mejor crea la gente"
El futuro político de Luis Lacalle Pou, una vez que el 1° de marzo entregue la banda presidencial, es una de las principales incógnitas que comenzará a despejarse por estos días.
Consultado directamente ayer, luego de votar en Canelones, el mandatario evitó ser concluyente. “Voy a estar cerca de la gente, voy a estar en la actividad política y voy a estar donde mejor crea la gente”, fue su primera respuesta.
Respecto a si asumirá su banca en el Senado que obtuvo al encabezar listas del Partido Nacional, especificó: “Vamos a ver, soy senador electo, así que ahí es donde debería estar”. Las preguntas de la rueda de prensa hicieron también referencia a un futuro más largo, pensando en 2029.
“¿Volvería a ser presidente?”, lo consultó un periodista. Luis Lacalle Pou evitó responder pero habló de sus sueños políticos, que inició en su juventud y justamente en Canelones, departamento por el que fue elegido diputado, su primer cargo electivo.
“Si contesto eso, es un disparate. Estoy terminando...”, dijo. Cuando le remarcaron que su respuesta no había sido negativa, el presidente añadió: “esto no es un juego. En mi vida, desde el 17 de marzo de 1997 me puse una meta e hice todo lo que estaba al alcance para llegar hasta acá. Soy un agradecido a la vida de haber podido ser presidente de mi país. Es una cosa que me llenó de orgullo y de responsabilidad. No es un juego, ni un partido de fútbol. Todos los días tenés que estar convencido de que vas a hacer el bien. Todos los días te tenés que despertar con ganas de ser presidente de tu país y darlo todo, aunque sea el peor día de mi vida. Te tenés que mirar al espejo y darlo todo”, dijo.
Y continuó, volviéndose a referir a su futuro político: “Si contesto que no, no estaría diciendo la verdad. Pero si contesto que sí, sería un acto de frivolidad total. Porque en realidad hoy yo debería pasar a segundo plano. Obvio que me cuesta, a todo el mundo que fue presidente le cuesta, pero si la democracia funciona, mañana el presidente electo debería tener los micrófonos y los flashes sobre él y yo seguir con mi trabajo”.