ENTREVISTA
El ministro de Ambiente explicó la actitud de su agrupación, que apoyó el proyecto liderado por Carolina Cosse.
En una pared del despacho del ministro de Ambiente hay cuatro cuadros -entre los que están Artigas y Luis Lacalle Pou-, aunque el hombre de la coalición de gobierno más cuestionado en las últimas horas por haber intentado que la intendenta Carolina Cosse tuviera un préstamo millonario no se detiene en ellos. Habla del retrato de Tomás Berreta -que a su criterio no ha tenido el destaque que se merece dentro de su partido- y de una pintura que hizo y le regaló -para envidia de muchos colorados- el propio Julio María Sanguinetti. Se ríe de esto último, pese a la tensión política que debió atravesar esta semana él como líder de Ciudadanos, el sector que dio su apoyo a la intendenta.
-Intentó hasta el final que la Intendencia de Montevideo contara con la mayoría especial para lograr que se apruebe el préstamo de US$ 70 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En las últimas horas, hubo varios cuestionamientos por dividir a la coalición y jugar a favor de una cantada candidata del Frente Amplio en 2024. ¿Qué contesta a las críticas?
-Que esa es una mirada muy mínima de las cosas. En primer lugar, porque la futurología de que ella efectivamente será candidata y que esto la favorecería, es algo que no se puede hacer. Pero nunca puede pasar, por lo menos desde un político responsable, que la mirada se base en esa evaluación. La pregunta era: ¿esto es bueno para Montevideo o para la gestión general de los residuos del país? Parece bueno. Entonces, ¿lo dejás de votar porque es del Frente Amplio? Bueno, esa es la lógica que siempre criticamos del Frente Amplio.
-¿Por qué es diferente esta situación que la de Canelones, en donde usted se opuso sistemáticamente a los últimos dos intentos de un fideicomiso de esa intendencia -la primera vez con éxito y la segunda, por US$ 44 millones, sin, ya que Yamandú Orsi logró el crédito gracias al voto de un edil blanco?
-Porque en Canelones se convocó de un día para el otro a votar un nuevo endeudamiento que se aprobó sin discusión. Lo de Montevideo, en cambio, es bien distinto. ¿Por qué? Porque no es un fideicomiso. Es un préstamo del BID, y se trataba de la extensión de un préstamo que venía desde la dictadura. Era un gran préstamo del BID para el saneamiento de Montevideo que se ha continuado en todas las administraciones. En el diseño de este préstamo participó el Ministerio de Ambiente y fue aprobado por el Ministerio de Economía y por el BID. Además ha tenido una discusión amplísima, porque aparte del debate, que quizás no fue todo lo suficiente que debería haber sido, se llamó a un ámbito de negociación de 70 días más. En esa discusión los partidos hicieron contrapropuestas. El Partido Colorado hizo la suya y fue atendida. Entonces, en ese marco, Ciudadanos consideró oportuno votarlo. Nada de esto que estoy relatando se dio en Canelones.
-¿El presidente le dijo algo sobre este tema?
-No, no. Le dije que este préstamo era importante para el ministerio y que iba a hacer todo el esfuerzo para que saliera, ya que había facilitado la mesa de negociación y que se habían atendido también los reclamos de la oposición, que pedía más dinero para saneamiento.
-¿Y él qué le contestó?
-Prefiero mantener la reserva.
-Tiene una buena relación con Lacalle Pou, propiciada además por el hecho de que su ministerio esté en la Torre Ejecutiva.
-Sí, y la edad, capaz. Somos más o menos de la misma edad, conocemos Canelones... Yo al presidente lo conocí bien ahora que soy ministro. Hablo más seguido con él, y la verdad es que siento que estoy tratando con alguien que conozco desde hace muchos años, como si fuera un compañero del liceo. Ha sido muy fácil el vínculo. Compartimos muchas cosas. Creo que es alguien que ha aprendido a respetar muchísimo: tiene capacidad de liderazgo -ni que hablar-, pero también tiene visión y capacidad de ver los tiempos para tomar las decisiones. La verdad es que yo siento que me he enriquecido con el vínculo con el presidente. Y tengo mucha confianza en él. Si el tipo dice blanco, yo ni miro. Sé que es blanco. Confío en él.
-¿No han chocado nunca?
-No, no hemos chocado, si bien los temas no han sido sencillos. Hemos tenido asuntos complejos de definir. La materia ambiental tiene eso: está cargada de conflictos. Y él me ha señalado que me ve con equilibrio para la toma de decisiones.
-¿Cómo sobrevivió su sector a la salida de Ernesto Talvi?
-Fue todo un desafío.
-¿Perdieron electores? ¿Qué se imagina?
-No lo sé, hay que votar de vuelta. Me imagino que hemos retenido muchos, que algunos los podremos haber perdido y a otros los podremos recuperar. Pero sí tenemos el compromiso de mantenernos firmes a quienes nos votaron. Y de cumplir con aquello que está en “El Pequeño país modelo”, que es el programa de gobierno de Ciudadanos. Allí hay una hoja de ruta.
-¿Y en la gestión qué es lo que destaca de su sector?
-Está lo que está bajo mi órbita, que es la construcción de un ministerio nuevo. Yo creo que Uruguay tiene acá un capítulo fundamental: lograr ser reconocido como un país sostenible en la producción de alimentos, que es la base de su economía. Hoy esto es clave a nivel internacional y Uruguay lo puede hacer. Estamos en todo lo que tiene que ver con el ministerio de la producción: “Nuestro petróleo es el campo”, decía Ernesto. Bueno, allí tenemos al ministro de Ganadería, a nuestros directores, por lo que estamos promoviendo transformaciones en el sector agropecuario; tenemos que solidificar estos caminos que tienen que ver con Ambiente. Siempre tuvimos, desde el trabajo con nuestros equipos, una mirada de complementación entre la visión productiva y la ambiental. Y hoy tenemos la oportunidad de estar al frente de los dos ministerios que están en esa área. Luego también está la transformación educativa, que la lidera Robert Silva, que es el objetivo más importante, y estamos en la empresa más grande del país, Ancap, en donde Alejandro Stipanicic lo está haciendo muy bien.
-¿Cómo es su relación con Julio María Sanguinetti?
-Es una relación correcta. Yo siempre digo: nunca lo he votado, porque siempre trabajé por la Lista 15, luego por Pedro Bordaberry y después por Talvi, entonces nunca lo voté directamente. Pero es una oportunidad que me regaló la vida poder conocerlo. Cada vez que uno tiene una charla con él toma nota de los conceptos que dice. Obviamente, no tenemos la misma mirada, pero trabajamos todos los temas en conjunto, entonces el diálogo es permanente. El Partido Colorado, por otra parte, tiene una anomalía estructural, en la medida en que el secretario general no es del sector que ganó las internas. Esa fue una decisión de Talvi.
-¿Eso no puede llevar a que en algún desacuerdo usted ponga arriba de la mesa las mayorías que tiene Ciudadanos?
-Hasta ahora lo que hemos tenido es cuidado en los equilibrios. Creo que Sanguinetti es consciente de esas cosas. Cuando él tiene una reunión con Lacalle me llama antes para avisarme y luego me cuenta la reunión. Y la verdad es que el partido está funcionando bien.
-¿Para cuándo espera la llegada de Pedro Bordaberry?
-Bueno... (piensa). Si Pedro viene, no creo que lo haga ya. O sea que hay que esperar. Tampoco tengo claro si lo va a hacer. Está muy contento en su actividad privada.
-¿Cómo cambiaría el escenario en el partido?
-Creo que tratándose de Pedro Bordaberry, dos veces candidato a la Presidencia, va a generar movimientos y supongo que se va a reordenar el partido. (Julio María) Sanguinetti no va a ser candidato, entonces van a haber reacomodos. Se me ocurre que mucha gente va a apoyar la candidatura de Pedro. Irá gente que hoy está en distintos sectores a acompañarlo y otros harán otras cosas.
-¿Y Ciudadanos qué hará?
-Ciudadanos hoy se plantea tener un camino propio. Que será con candidaturas o no.
-¿Pero se plegarían a una eventual candidatura de Bordaberry?
-No parece una opción, en principio. Pero hay que ver cómo viene él, con qué ideas, con qué ganas, cómo quiere armar, y si es que viene. Nada de eso se sabe. Yo creo que Ciudadanos va a seguir solidificando su camino. Tiene allí todo un desafío, tiene que ir consolidando a sus legisladores y pensar en debates sobre el Uruguay de los próximos 30 años. El rol del Partido Colorado para mí es el de construir una mirada de largo plazo y de tratar de repensar la materia económica, de pensar cómo se genera desarrollo en el país. La cuestión del desarrollo para mí es clave, no es crecimiento económico solamente.
-¿Usted piensa ser precandidato en 2024?
-No, eso no lo sé. Pueden haber otros. Yo creo que el Partido Colorado no va a tener problemas de candidatos, porque tiene mucha gente en funciones de gobierno y perfectamente pueden serlo.
-¿Quiénes serían, por ejemplo?
-Las candidaturas son una cuestión de momento y lugar: estar en el momento justo, en el lugar justo. Eso pasa o no. Eso puede darse en cualquiera de las personas que tengan las condiciones para serlo. Eso hay que verlo.
-¿Pero es compatible la función que usted tiene hoy en Ciudadanos con la elección de otro candidato de este mismo grupo?
-Esta coordinación ya la hacía antes de que Talvi se fuera. Creo que fue por eso que Ciudadanos no sufrió tanto ni se resquebrajó. Yo no soy el líder de Ciudadanos: soy el coordinador. Y siento que somos un sector ordenado, organizado, con posturas, que analiza los temas. Creo que como sector hemos salvado la prueba. Creo que Ciudadanos ha demostrado que es mucho más que el sector de Talvi. Es un sector con vida propia. Es cierto que nos juntó la figura de Ernesto, pero a su vez también lo hizo un modo de ver la política, de hacer las cosas. Y eso nos sigue juntando. Al principio nadie daba ni 20 pesos por que el grupo siguiera monolíticamente funcionando. Y nosotros hemos votado de manera monolítica todos los proyectos. Hemos votado juntos siempre, no se nos ha escapado un voto. Y dentro de la coalición, en los temas importantes, siempre hemos asegurados los votos.
“Podría irme de la política pero no de mi empresa”
Quienes conocen al ministro Adrián Peña saben que es un hombre que casi no descansa. Porque a las horas que invierte como secretario de Estado y a las que destina como coordinador del sector mayoritario del Partido Colorado, debe sumarle el tiempo que le exige prestarle atención a la empresa avícola que fundó en su juventud. ¿Hay un conflicto de interés? “Justo se da que mi actividad comercial no está bajo control del Ministerio de Ambiente. Entonces nunca he tenido ese ruido con los intereses”, responde sin dudar. “Y, si no, me excusaría”, agrega.
Peña tiene mucho orgullo en su emprendimiento empresarial, porque lo entiende como una parte inseparable de su vida y la superación personal de su adultez temprana. “Yo vengo de un origen muy humilde -cuenta-. Armé de cero a la empresa. Vendí una moto que tenía y compré una Ford del 56 y salí a vender. Después compré otra un poquito más nueva y después armé la empresa. Con eso, después, ya con 26 años, me pagué la carrera”.
El líder de Ciudadanos es licenciado en administración de empresas e hizo luego estudios de posgrado. “Nunca he tenido apoyo. Las campañas de nuestro sector en Canelones las pagué yo. Y mi vida tiene que ver con la empresa, porque es la que explica que me haya formado, que haya hecho la carrera, todo. Es mi vida y no me imagino fuera de la empresa. Sí me puedo imaginar fuera de la política, pero no de la empresa”, concluye.