Alejo Umpiérrez dice que no hay caída de alquileres en Rocha, pero que después del 10 "todo es un misterio"

"La gente reserva sobre el pucho la escupida; no hace reservas con antelación de largo tiempo, aparte obviamente es notorio que hay una disminución del turismo argentino", agregó el intendente

Compartir esta noticia
Alejo Umpiérrez
Alejo Umpiérrez, exintendente de Rocha.
Foto: Christian González.

El abogado y escribano Alejo Umpiérrez recibió a El País en el Parque Andresito de La Paloma, donde corregía su colección de cuentos que publicará en dos libros: uno con historias urbanas y otro con motivos rurales, sus primeros de narrativa breve, que sucederán a la edición de dos ensayos históricos y tres de poesía. “Ya me dijo el otro día Trujillo (Valentín, director de la Biblioteca Nacional): ‘Alejo, deja de corregir, si no, no sacas más’”.

-¿Qué balance se puede hacer de los primeros días de la temporada?

-Por las cifras globales que recibimos del Ministerio de Turismo, hay un empuje de ingresos de turistas a nivel nacional de 27% y obviamente Rocha participa. Por el peaje de Garzón del 15 al 31 de diciembre pasaron 109.000 vehículos, una muy buena cifra si uno toma tres personas por vehículo: son más de 300.000 visitantes a Rocha en 15 días. Hay lugares repletos de gente, la Barra del Chuy o Punta del Diablo, y después lugares que están llenos, con capacidad colmada, estilo La Pedrera; lugares con una muy buena cantidad de gente, como Aguas Dulces; y en el caso de La Paloma, de 70 a 100% de ocupación. Esto mirando como horizonte el 10 de enero; es un misterio lo que se abre de esa fecha para adelante.

-¿Eso responde a que cambiaron las formas de turismo y hay reservas cada vez más cortas?

-Sí, la gente reserva sobre el pucho la escupida; no hace reservas con antelación de largo tiempo, aparte obviamente es notorio que hay una disminución del turismo argentino. En 2019, el último año con datos previos a la pandemia, fueron 168.000 argentinos que entraron a Rocha, y el año pasado, 63.000. Sí han ingresado muchos brasileños, alrededor de unos 40.000; yo los vi un par de veces que fui en los últimos días del año al Chuy: era una chorrera de vehículos, y ahí se calcula que más o menos podrían haber recalado en Rocha un 20 a 25% de esos 40.000.

-¿Qué impacto tiene que no haya boliches grandes, para 5.000 personas, como Alma, en Rocha?

-Si hablamos de que en una quincena solamente entraron más de 100.000 personas, y hablamos de que un boliche juntaba 5.000 por noche, la incidencia es mínima. Y aparte es una realidad que el segmento juvenil no es el de mayor consumo en el territorio. Por lo tanto, creo que en el caso de La Pedrera, que está lleno, lo que ha habido y nos lo han dicho los operadores, es un cambio de público; hay de todas maneras un núcleo muy importante de jóvenes, y hay que tener en cuenta que están habilitados siete boliches con distintas capacidades: 500, 250, 200, 170. Se cambió el paradigma.

-Igual se nota que faltan jóvenes, en relación con otras temporadas, y ese grupo cubre una gran parte de los alquileres...

-No existe una caída en los alquileres. Cambió el público y hay una ocupación total prácticamente en todo el departamento. El impacto quizá sea de visibilidad pública, que es lo que más tú puedes notar. Ahora, impacto económico yo no creo que exista, y el cúmulo de bailes habilitados en total suman alrededor de 3.000 personas, o sea, si ese mismo público lo distribuimos... Y además Punta del Diablo se ha transformado en un muy buen referente; allí hay un baile habilitado para un millar de personas; el miércoles 3, por las entradas, había 850 personas en Punta del Diablo, por ejemplo.

-El alcalde de La Paloma plantea que los jóvenes se fueron a Maldonado justamente por los boliches...

-No creo que ninguno de los que vaya a Maldonado, y supuestamente antes viniera para acá, vaya a pagar $ 6.000 en espectáculos y además una consumición en dólares, como pasa en muchos boliches, o los valores de las entradas. Son públicos diferentes y creo que cada público es fiel a un territorio, a un paisaje. No creo que nadie deje de venir a Rocha porque hay un baile de 500 personas en lugar de uno de 5.000. Cambia la modalidad de la diversión; no siento que haya fuga. Los datos al final de la temporada lo irán a cantar; lo más importante es el gasto por turista. Y está la huella biológica, porque una presión sostenida de tanta gente causa determinado impacto en el ambiente.

-Integró la Lista 71, luego fundó en 2018 la 404, Aire Fresco, en Rocha, y hoy apoya a Álvaro Delgado como precandidato a la Presidencia. ¿Trabajó el año pasado para que Martín Lema fuera el precandidato?

-Con Martín tenemos una excelente relación y conformamos una especie de microclima, por decirlo así: compartimos muchas cosas y una visión con un conjunto de compañeros que somos muy cercanos, como (José Luis) Satdjian (subsecretario de Salud Pública), Juanjo Olaizola (subsecretario de Obras Públicas), Nicolás Martinelli (ministro del Interior), para ponerte alguno de los nombres públicos más conocidos. Ello sin menoscabar o generar una competencia con Álvaro, que es un tipo brillante, inteligente y no tengo duda de que va a ser el próximo presidente de los uruguayos, porque creo que Uruguay va a querer continuidad con cambio, o un cambio en la continuidad, porque creo que un país que ha pasado todas las dificultades que ha pasado, ha salido a flote, ha mantenido una estabilidad, ha crecido su salario real, ha crecido su empleo. No estamos en el país de las maravillas, pero estamos mucho mejor de lo que deberíamos estar, según todas las teorías, y mejor que cuando llegamos también.

-En algún momento pensó que Lema podía llegar a ser el candidato.

-Se evaluó en su momento, y se han barajado distintas posibilidades, incluso de eventuales candidaturas a Montevideo. Yo creo que Martín Lema está llamado a tener destinos muy importantes en el Partido Nacional, pero es un tema cerrado. Siempre la mirada con Martín era a largo plazo, porque entendíamos que obviamente había un relevo natural con Álvaro, después esperemos que retorne Luis, y después es cuando va a ser el momento de Martín.

-¿Lo ve como candidato para la Intendencia de Montevideo?

-El Mides (Ministerio de Desarrollo Social) ha tenido un trabajo territorial impresionante, y se traduce en una cosa muy simple: el Frente Amplio jamás interpeló a Martín Lema; esa es la demostración de que la política del Mides ha colmado de satisfacción a los sectores que les interesa y donde pega directamente su acción ministerial. Si no, hubiera sido un enjambre de interpelaciones o de problemas. No los hubo ni siquiera en el momento más crítico de las ollas populares.

-La carrera electoral por la intendencia de Rocha ¿la correría con el lema Coalición Republicana?

-Sí, no tengo ningún problema. Yo soy un ferviente convencido del proceso de coalición. Tenemos que encontrar los caminos jurídicos que se están encontrando a nivel nacional, por más que es un proceso muy complejo. Tuvimos una reunión justo el 31 de diciembre con los demás compañeros de la coalición, donde expusimos todo lo que es el proceso de conformación y todas las dificultades que ello plantea, y coordinamos para tener una reunión el 1 de febrero. La idea es seguir avanzando.

-¿Cuánta incidencia tiene el resultado de noviembre en las chances de sostener un gobierno departamental? ¿Cuánto puede cambiar el viento?

-Está demostrado que los gobiernos departamentales, que tengan el mismo signo que el gobierno nacional, no tiene incidencia directa y necesaria en ninguna cuestión sustancial para beneficio de su departamento. De hecho, vivimos 15 años de gobierno frenteamplista en Rocha (2005-2020) y salvo el primer gobierno de Artigas Barrios (2005-2010) que logró cancelar la deuda de los funcionarios municipales a través de una operación inmobiliaria con una fracción que hoy día es propiedad del Ministerio de Transporte, después no tuvimos impacto real ninguno. Creo que va mucho, en todo caso, en las relaciones, más que partidarias, humanas, personales, los compromisos. Quizás si el presidente de la República hubiera sido de mi partido, pero no tuviera la relación humana que tengo con él, con “Lalo” Irazabal (Benjamín, subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la OPP), con José Luis Falero (ministro de Transporte y Obras Públicas), hubiera sido muy diferente, otro cantar. Lo que prima centralmente es la gestión de lo departamental. Rocha tiene hoy día un presupuesto de US$ 70 millones anuales y manejados correctamente. Esto permite la autonomía en tu territorio, para moverte, para hacer obras; el 2023 lo cerramos con récord de inversiones en la historia de Rocha, con US$ 23 millones, que es el 30% del presupuesto departamental. Uno de cada tres pesos es inversión. Cuando nosotros empezamos, el 9,5% era inversión y era prácticamente el mismo dinero, la misma caja, con una diferencia de US$ 6 o 7 millones adicionales en términos reales, a través de la amnistía con algunos contribuyentes que estaban fuera del circuito.

-¿De dónde se recorta para aumentar el porcentaje de inversión?

-Hicimos muchísima racionalización, desde la cosa más trivial, que el intendente no tuviera vehículo, ni el secretario general ni ningún director, o que no hubiera un Uber oficial, que nos significó una baja del 20% del gasto de combustible, a una baja sustancial en el gasto de horas extras y un control de viáticos.

-¿Qué queda en el debe de su gobierno departamental?

-Tú puedes tener un sueño ideal de lo que tendrías que hacer en Rocha y otra cosa es lo que la gente te pide. La gente con los gobiernos departamentales a veces transita por carriles mucho más sencillos. Nosotros instauramos un premio nacional de literatura a sabiendas de que ello no impacta en la población; lo hicimos simplemente como una forma de posicionar a Rocha en el mundo cultural; lo mismo con el programa Biblioplayas, que hay más de 2.000 libros repartidos en las playas a través de cinco móviles. Pero la gente te pide algo tan básico como asfalto; la gente te habla de las calles. Cuando llegamos, entramos en un momento en que había una situación en general de colapso de la estructura preexistente -y esto no pretende ser una crítica a gobiernos anteriores- a partir de que Rocha sufrió 30 años de desinversión pública. Entonces, la tasa de inversión para mantener o mejorar la infraestructura tiene que ser semejante a la que estamos llevando ahora, para poder crecer mejorando infraestructura.

Alejo Umpiérrez
Alejo Umpiérrez.
Foto: Christian González.

Intendencia cargó 3.000 impuestos

-El año pasado intimó a propietarios de edificaciones sin permiso de construcción a presentarse ante la Intendencia para regularizar y este viernes venció el plazo para iniciar el trámite. ¿Cuántos se presentaron?

-Unos 500, por lo que a unas 3.000 personas que no habrían regularizado se les va a cargar el Impuesto a la Edificación Inapropiada, que son 25 unidades reajustables ($ 40.958 de hoy), que se carga encima de la contribución que pagaba el inmueble. Descubrimos que había gente que estaba pagando terreno baldío, cuando en realidad había casas construidas, y muchas de muy buen valor. La población objetivo fue La Paloma, con excepción de zonas obreras, La Pedrera, Punta Rubia, Santa Isabel y Punta del Diablo. Encontramos 3.500 y es una evasión fiscal muy importante. No se puede pretender que una persona que tenga una casa de US$ 250.000 esté pagando $ 15.000.

-¿La Intendencia pagará el sueldo de Luis Aguiar para que juegue en la selección de fútbol de Rocha?

-Históricamente los gobiernos de Rocha han ayudado a la selección o al Rocha Fútbol Club. Con este jugador sería una contratación de un año.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar