Álvaro Delgado o Yamandú Orsi: el duelo final tras una larga campaña electoral

Ambos candidatos llegan a este domingo con posibilidades de ganar, según todas las encuestas, lo que genera incertidumbre en todo el sistema político.

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Balotaje 2024: mujer sostiene listas de la formula Orsi-Cosse y Delgado-Ripoll.
Día final. Luego de sortear las elecciones nacionales de octubre, los uruguayos deberán definir al ganador en este ciclo electoral, optando por uno de los dos candidatos: Yamandú Orsi o Álvaro Delgado.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Redacción El País
La temporada electoral en Uruguay se torna larga para cualquiera, pero probablemente mucho más para aquellos a los que no les interesa nada la política y que, en una forma especialmente importante en esta oportunidad, serán la clave del resultado. Porque son los indecisos -esos que difícilmente estén leyendo estas líneas- los que, cuando definan a quién votarán -y los entendidos en comportamiento electoral aseguran que suelen hacerlo en esta misma jornada, o incluso al entrar en el cuarto secreto-, terminarán de inclinar la balanza hacia uno de los dos candidatos que tiene este balotaje, el quinto desde que se instrumentó la reforma constitucional de 1996.

Debido a la veda electoral que también impone la Constitución esta página no podrá profundizar en las posturas que los candidatos Álvaro Delgado -del Partido Nacional- y Yamandú Orsi -del Frente Amplio- han construido y divulgado en este largo año electoral, porque eso puede interpretarse como un acto de “propaganda proselitista”, prohibida en los medios de comunicación tradicionales en las 48 horas previas al acto electoral, según lo determina la Ley Nº 16.019 de 1989.

Entonces, solo recordaremos aquí que, a grandísimos rasgos, Delgado ha buscado presentar su proyecto como una “continuidad de rumbo” de la actual gestión de Luis Lacalle Pou -“reelegí un buen gobierno” fue uno de los lemas principales de campaña; otro fue la promesa de construir “un segundo piso de transformaciones”-, mientras que Orsi ha dicho que representa un “cambio seguro” y el “país de los compromisos” que se cumplen. “Sabremos cumplir” ha sido, de hecho, su principal eslogan rumbo a esta instancia.

Lo cierto es que todas las encuestas que se publicaron en esta última semana muestran un panorama de paridad. Con Orsi llevando una ventaja que no supera el margen de error en ninguno de los sondeos, y con Delgado, en la mayoría de los casos, acortando la distancia que las mismas encuestadoras habían mostrado hace algunas semanas, haciendo que este duelo sea un típico “cabeza a cabeza” y que muy probablemente -así han sostenido esta semana desde cada uno de los comandos de campaña- se defina por un puñado de votos. Es preciso recordar que en 2019 la diferencia entre Lacalle Pou y el aspirante frenteamplista Daniel Martínez fue de apenas 37.042 sufragios.

La incertidumbre es tal que hay muchos actores en el sistema político, y esto incluye a integrantes importantes de ambos comandos de campaña, que creen que la elección puede terminarse definiendo no en la noche de este domingo o en la madrugada del lunes, sino cuando la Corte Electoral termine el conteo de los votos. O sea, cuando culmine el escrutinio departamental y se sepa a qué candidato apoyaron los que votaron observado, que en la elección del 27 de octubre fueron unos 34.586.

De hecho, como informó El País esta semana, en el comando del Frente Amplio se tomó la determinación de que si la distancia entre ambos candidatos no supera los 25.000 votos, se dará como no confirmado el resultado; por lo tanto, en un escenario así, sin importar si es a favor de la coalición de izquierda o en contra, Orsi no se mostrará ni como ganador ni como perdedor al momento de dar su discurso en la rambla de la Ciudad Vieja. En el Partido Nacional, en tanto, no se tomaron definiciones en cuanto a cómo se actuaría en un escenario de estas características.

Los desafíos

Uno de los objetivos cruciales que se habían planteado en los equipos de Delgado y de Orsi, en la previa a la elección nacional del 27 de octubre, era obtener la mayoría en el Parlamento, por dos básicos motivos. El primero, por simple pragmatismo: porque de tener más legisladores que el adversario, en caso de ser gobierno, la gestión sería mucho más sencilla: se podrían aprobar leyes sin mayor trámite, tal como hicieron este gobierno de Lacalle Pou (2015-2020) y las tres administraciones del Frente Amplio (2005-2020). Ambos candidatos insistieron en la importancia de alcanzar esta meta diciendo que estaban a punto de conseguido, según marcaban entonces las encuestas.

El otro motivo era para sumar un importante argumento electoral para la campaña hasta el balotaje: el que lo consiguiera podría decir que sería mejor para el país que él fuera elegido puesto que de ganar el otro tendría un Parlamento en contra y no habría entonces una gestión que lograra avances significativos.

Sin embargo, y debido al complejo sistema de asignación de bancas -método D’Hondt-, ninguno de los dos postulantes pudo festejar ese logro. El Frente Amplio, pese a quedar abajo por tres puntos y medio de los partidos de la coalición sumados, consiguió 16 senadores en los comicios del 27 de octubre, por lo que tiene la mayoría en esa cámara. Esto será así gane quien gane en las elecciones de hoy. Si el triunfo es de Orsi, Cosse sería el senador número 17; si es de Delgado, Ripoll sería la banca 15 de la coalición. En la Cámara de Diputados, en tanto, el Frente Amplio se quedó solo con 48 diputados, cuando la mayoría se logra con 50. Delgado, por su parte, tampoco tiene la mayoría en esa cámara, pero si consiguió una banca más, 49.

Por eso gran parte de las propuestas políticas que desarrollaron ambos candidatos en el último tramo de la campaña se entroncaron en el concepto común de la necesidad de acordar con el adversario, y de la particular importancia que cobra -en su relato, aún más que en otros comicios- la elección del presidente, ya que su personalidad y vocación de diálogo es más esencial que nunca para que el gobierno, cualquiera sea, pueda plasmar en leyes sus medidas o propuestas prometidas.

Qué argumentos, marco de ideas y sensibilidad, posturas filosóficas o improntas personales se impondrán en las urnas y se encarnará en la persona que gobernará al Uruguay durante los próximos cinco años, es algo que puede comenzarse a saber esta noche, según estiman analistas y dirigentes probablemente a partir de las 21 horas. Porque la confianza de varios actores es que los resultados de la Corte Electoral puedan definir un ganador a más tardar a media noche. Pero hay que recordar nuevamente que nadie descarta que la última semana de este noviembre sea de zozobra e incertidumbre para todos los uruguayos, mientras se termina de depurar el conteo de todos los votos, incluyendo los observados.

Los habilitados a votar hoy son 2.727.120. Los circuitos son 7.234. Las puertas se abrirán a las 8 de la mañana y cerrarán a las 19:30 horas. Quienes estén en los circuitos en ese momento, igual podrán sufragar.

Dos mujeres candidatas a vice por segunda vez

Carolina Cosse
Carolina Cosse, candidata a vicepresidenta por el Frente Amplio.
Foto: Leonardo Mainé/El País.

El protagonismo se lo llevan siempre los candidatos. Pero el rol que ejercen los postulantes a la vicepresidencia no pasa desapercibido, y menos en esta campaña, que tuvo por segunda vez a dos mujeres ocupando ese rol: a Valeria Ripoll por la coalición, y a Carolina Cosse por el Frente Amplio. Ambas comparten, además, el ámbito del gobierno departamental de Montevideo, la primera por haber dirigido Adeom y la segunda por haber gobernado la Intendencia.

Pablo Mieres y Valeria Ripoll
Pablo Mieres y Valeria Ripoll en reunión de la coalición.
Foto: Leonardo Mainé/El País.

El despliegue policial y los dos grandes actos

Una mujer coloca el sobre con su votación en la urna de un circuito electoral.
Una mujer coloca el sobre con su votación en la urna de un circuito electoral.
Foto: Estefanía Leal.

Como en todos los balotajes, los comandos de las candidaturas dedican buena parte de estas últimas horas a preparar sus actos masivos. Porque tanto Álvaro Delgado como Yamandú Orsi darán un mensaje a la ciudadanía, rodeados de sus militantes, así haya un escenario de victoria electoral o de derrota.

En el caso del postulante nacionalista, el estrado se armará en Bulevar Artigas esquina Chaná, justo al lado de la sede que ofició de su búnker de campaña durante todo este 2024 -y que también fuera el de Lacalle Pou en 2019 y el de Laura Raffo en las departamentales de 2020. Desde allí, una vez que la Corte Electoral termine su conteo o lo tenga lo suficientemente avanzado como para saber quién es el ganador, Delgado dará su discurso. Será un lugar distinto al que eligió en la noche del 27 de octubre, cuando acompañado por el resto de los candidatos coalicionistas, se dirigió a la ciudadanía desde un estrado montado en la Plaza Varela (Pocitos), a unos pasos de la sede.

El candidato por el Frente Amplio, en cambio, pronunciará su discurso en la rambla de la Ciudad Vieja, donde está ubicado el Hotel NH Columbia, en donde se congregará toda la militancia frenteamplista a esperar el resultado final y escuchar las palabras de Orsi.

Para toda la jornada, el Ministerio del Interior desplegará unos 5.910 policías. De ese total, 3.186 estarán destinados a los distintos dispositivos de seguridad en los lugares de festejos y 2.724 estarán abocados a custodiar 2.195 urnas.

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