En un discurso de poco más de una hora, el presidente Luis Lacalle Pou se dirigió por última vez a la Asamblea General destacando lo realizado durante estos cuatro años en el poder, pero también defendiendo a su gobierno a nivel ideológico, haciendo énfasis en el concepto de libertad.

Sin nombrar al Frente Amplio, y criticando solo aspectos puntuales de la oposición, Lacalle Pou se centró en el valor de la democracia y en la importancia de que, pese a los matices, la “coalición de cinco partidos” (Nacional, Colorado, Independiente, De la Gente y Cabildo Abierto) se haya podido mantener durante todo este tiempo. No se metió en temas electorales, pero sí defendió gestiones y reformas que han estado bajo la mira de la coalición de izquierda.

“El primero de marzo de 2020 dije que nos queríamos hacer cargo. Pasado el tiempo, creo que hemos demostrado que hemos abrazado esta tarea con pasión, responsabilidad y dedicación”, dijo casi al final de su discurso. Y añadió que en los 364 días que restan de su gobierno seguirá cumpliendo “con la palabra empeñada” de hacerse cargo.

Estas son las cinco claves de su discurso ante la Asamblea General:

Al principio y al final, el mandatario hizo un llamado a la unidad entre uruguayos. Empezó diciendo que “en estas instancias que se vienen”, en referencia al ciclo electoral, aunque “suba la efervescencia política, todos debemos ayudar a cuidar nuestra democracia”.

Y esta fue una idea que retomó, con mayor énfasis, ya sobre al final de su alocución. Señaló que “viendo como están las cosas en la vuelta”, en clara referencia a otros países de la región, “no está de más” recordar que “Uruguay siempre se ha destacado por su tolerancia”.

“Cuando voy a un lugar y me dicen ‘en mi casa no se habla de política ni de fútbol’ no lo entiendo. No podemos tolerar eso. Donde se genera la democracia es en la mesa de cada casa. Tenemos que mirarnos al espejo y cuidar la cohesión social. Cuando a mí me preguntan afuera, yo siempre les digo: ‘En Uruguay nos damos, pero la sangre no llega al río’”, dijo el presidente.

En este sentido sostuvo que su gobierno “en la ejecución de las políticas, siempre ha respetado la opinión contraria”. Y agregó: “No habrán escuchado a este presidente insultar, ni levantar la voz. Siempre repito que en la vida política hay que ser firme con las ideas y suave con las personas”.

Lacalle Pou también recordó que durante su discurso de asunción, el 1° de marzo de 2020, dijo que todos tenían “la libertad de criticar al gobierno cuando se lo merezca”, aunque luego bromeó: “Bueno, se lo tomaron a pecho…”.

Foto: Leonardo Mainé.

Destacó que este es un gobierno de una coalición integrada por cinco partidos, y que esta haya logrado mantenerse durante estos cuatro años pese a que “muchos le firmaron la partida de defunción poco antes que nacer”.

La coalición “está aquí, con sus matices, con sus distintos perfiles”, dijo, y resaltó que se haya podido armar un Consejo de Ministros conformado por distintos partidos, que se haya “impulsado y defendido en conjunto ante la ciudadanía” la Ley de Urgente Consideración (LUC), que se haya votado el Presupuesto y luego cada una de las rendiciones de cuentas. Y que se haya podido atravesar, también, la pandemia por el covid-19. En ese momento, destacó el trabajo realizado por el exministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien estaba en la sala, y a quien saludó. “En la pandemia la coalición actuó con convicción y de manera ordenada”, dijo el presidente.

Luego, Lacalle Pou también nombró a dos de los precandidatos colorados, Robert Silva, por su labor en la transformación educativa, y a Gabriel Gurméndez, expresidente de Antel, por haber llevado la conectividad a varias comunidades del interior. No nombró a Tabaré Viera, también precandidato, pero sí destacó la gestión en Turismo. Los tres estaban viendo y escuchando el discurso. También nombró a la vicepresidenta Beatriz Argimón y luego al ministro de Trabajo, Pablo Mieres, precandidato por el Partido Independiente. En los pasillos del Palacio Legislativo se comentaba ayer que solo Salinas, hoy alejado de la política partidaria, fuera el dirigente de Cabildo Abierto al que se refirió con nombre y apellido.

Gianni Schiaffarino/Archivo El Pais

Enseguida que mencionó la LUC, Lacalle Pou señaló que la normativa no tuvo “ninguno de los efectos desastrosos que se vaticinaban”, y advirtió que, al contrario, lo que hizo la ley fue “ampliar libertades”.

“El primero de marzo de 2020 los invité a trabajar por la libertad. Y, al invitarlos a trabajar por esta libertad, también nos adelantábamos a que queríamos que con esa vara se nos midiera al final del gobierno. Si los uruguayos son más libres hoy, cuando termine el gobierno, que lo que eran cuando el gobierno empezó, habremos cumplido la tarea”, dijo.

Luego advirtió que aunque “es muy lindo hablar de libertad en abstracto”, el gobierno entiende que hay uruguayos que por temas culturales, sociales, demográficos, “no gozan de esa libertad”, y que “el Estado tiene que utilizar distintos mecanismos para impulsar y ayudar, según se entienda pertinente”. Sin embargo, señaló que “sin perjuicio de esto, no es el Estado el que genera riqueza”, sino que esto lo hace “cada ciudadano cuando se levanta, hace un esfuerzo, aplica su intelecto, su iniciativa y pone en riesgo su capital”.

Y continuó: “La discusión no es Estado sí o no. Eso es más viejo que el agujero del mate en nuestro país. El tema es dónde está el Estado y dónde no está. Ahí pegan las sensibilidades de cada ideología. Atrevámonos a hablar de ideología”.

Enseguida recordó que poco después de que la pandemia llegara a Uruguay -el primer caso fue detectado a 13 días de su asunción-, una cuarentena obligatoria fue “pedida, solicitada y hasta pregonada por dirigentes sindicales”. Tras esto, destacó que “el Estado, a través del gobierno, no encerró a la población cuando el mundo iba a contramano”.

Lacalle Pou manifestó que la LUC fue concebida teniendo en cuenta esta idea, que se buscó ampliar libertades, y dijo que esto puede verse en varios de sus artículos. Por ejemplo en el caso de las ocupaciones y los piquetes. En este sentido dijo que lo que su administración quería “decir, razonablemente, es que quien quiera manifestarse, muchas veces con justicia, con razón, y otras no, que lo hiciera, pero que también quien quiera pueda entrar al establecimiento”.

“La LUC amplió libertades con alquileres, con la portabilidad numérica, con la libertad financiera”, continuó

Foto: Leo Mainé

Más allá de la LUC, y del manejo de la pandemia, el presidente defendió otros aspectos de la gestión gubernamental, muchos de los cuales hoy están en tela de juicio por las críticas que llegan desde la oposición. Es el caso de la seguridad pública, y al respecto dijo que “los números fríos” dan cuenta de una “mejora sostenible”.

“En comparación con 2019 los hurtos bajaron un 20%, las rapiñas casi un 27%, el abigeato 50%, el hurto de vehículos un 24%, y los homicidios, lo que nos ha generado más problemas, las consecuencias más graves, con respecto a 2019 bajaron un 3%. Hay una tendencia a la baja, pero no estoy conforme a nivel conceptual”, declaró el mandatario.

También defendió las políticas de vivienda. Y en este sentido dijo que se pasará de una inversión de US$ 240 millones en el quinquenio pasado, a US$ 480 millones, lo que tendrá impacto en 120 asentamientos.

Pese a las críticas que desde el Frente Amplio se viene haciendo a la gestión de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), por ejemplo por las contrataciones de ambulancias y la falta de especialistas en algunos centros de salud, el mandatario defendió también lo que se viene haciendo en salud pública.

“Para gozar de la libertad -dijo- debe haber una salud de calidad, y quizá nombrando la obra del Hospital del Cerro sea suficiente para describir la sensibilidad y la justicia de cómo se invirtieron los recursos. Recuerdo una señora, una veterana, en un videíto, diciendo «pensé que me iba a morir viendo piedras fundamentales en el Cerro»”. Lacalle Pou destacó la apertura de varios CTI, un block quirúrgico, emergencias y la apertura en pocos días de un centro de salud en el ex Filtro.

También se refirió a la recuperación de puestos de trabajo. “El desempleo en febrero de 2020 en nuestro país era 10,5. El mes antes de asumir. ¿Qué pasó entre el 2015 y 2020?: se destruyeron más de 50 mil puestos de trabajo. Hoy podemos decir con tranquilidad que tenemos un récord histórico de empleos, nuestro gobierno generó casi 80 mil puestos de trabajo. Recuperó los 50 mil y generó 30 mil”.

Se refirió, además, a la inversión realizada en rutas, y la política mantenida durante toda la administración para abrir mercados. Aunque en este punto sí sostuvo que los logros alcanzados no eran los que el gobierno se había trazado. “Todos saben que los avances con bloques y con otros países no han sido lo que el gobierno ha querido, pero tanto va el cántaro a la fuente… En el Mercosur, si vamos todos somos más fuertes; pero si no vamos todos, vamos igual. No es ninguna novedad que Argentina y Brasil trancaron, y no pudimos avanzar en acuerdos bilaterales”, dijo Lacalle Pou, y se refirió especialmente al TLC que se aspiraba a firmar con China.

La defensa a la transformación educativa y a la reforma de las seguridad social (ver aparte), también formaron parte de un discurso moderado, que al mismo tiempo contestó a varias críticas que se le vienen haciendo a su administración por parte de la oposición.

Foto: Leonardo Mainé

Más allá de la LUC, Lacalle Pou se detuvo en dos reformas claves para esta administración, la educativa, fuertemente rechazada por los sindicatos docentes, y la de la seguridad social, que el Pit-Cnt (con apoyo de algunos sectores del Frente Amplio) espera derogar en un plebiscito (para el que aún no se juntaron las firmas necesarias) que podría realizarse junto con las elecciones.

“La transformación (en la enseñanza) se hizo con coraje, con voluntad y con sabiduría”, opinó, y nombró los centros educativos María Espínola, la apertura de nuevos bachilleratos en UTU y la inauguración de liceos en barrios como Casavalle. También se refirió a la “transformación única” del puerto. Lo hizo sin nombrar directamente el acuerdo con Katoen Natie, que ha sido tan cuestionado por la oposición frenteamplista. Y habló del acuerdo con Argentina para dragar a 14 metros.

Pero el principal hincapié, Lacalle Pou lo hizo en la reforma de la seguridad social. Destacó que en una reunión de la coalición se puso sobre la mesa el costo político que tendría realizar los cambios que se hicieron. “Ahí dije que el costo lo íbamos a pagar si no hacíamos la reforma cuando habíamos hablado tantos años de que era algo urgente”.

“No me corresponde la arena política, pero aquí hay que dar certidumbres, porque el futuro de las jubilaciones está en juego. Es importante ver qué es lo que se va a hacer”, disparó.

Luego del discurso, Lacalle Pou salió a la calle a saludar, bajo la lluvia, a quienes se acercaron al Palacio Legislativo.