Pedro Bordaberry volvió a la política, de la que estuvo alejado desde 2017. “Lo único que quiero es servir, como Jesús, que vino a servir y no a ser servido”, dijo este martes en conferencia de prensa al anunciar que en octubre encabezará la lista 10 al Senado de la República por el Partido Colorado (PC). Analistas y dirigentes colorados estiman que el exsenador puede captar a quienes votaron a Cabildo Abierto (CA) y al Partido Nacional (PN) en 2019 y en junio de este año. Por su parte, el candidato a la Presidencia de la República por su partido, Andrés Ojeda, dijo a El País que “es una incorporación clave para pasar de fase, para llegar al balotaje”.

La última encuesta de Opción Consultores mostró una caída del PN tras las elecciones internas, que lo deja con 20% de intención de voto, y un repunte del PC, que llega a 13%. “Hoy estamos a una distancia competitiva con los socios de la coalición que están disputando (llegar al balotaje), y Pedro es ese jugador que puede llegar a aportar algo que puede ser el diferencial para pasar a la final”, agregó Ojeda, quien, consultado sobre si el exsenador y exministro es la llave para captar votos blancos y cabildantes, respondió: “No sé de dónde va a pescar; sé que va a arrimar (sufragios). De dónde vienen (los votos) nunca se sabe”.

Por su parte, el director de Factum, Eduardo Bottinelli, considera que primero dentro del Partido Colorado habrá “un realineamiento en función de los acuerdos” políticos-electorales “de dirigentes”. En principio, como adelantó El País la semana pasada, el acuerdo sería con dos precandidatos que compitieron en las elecciones internas y lograron el tercer y cuarto puesto respectivamente: Gabriel Gurméndez y Tabaré Viera. Luego, más allá de los sufragios que pueda captar de otros sectores colorados, Bordaberry también podría atraer votantes de otros partidos.

“No es lo mismo una candidatura presidencial que una al Senado detrás de otra figura, pero es bueno recordar que cuando él fue candidato (a la Presidencia) había vasos comunicantes entre una parte del Partido Nacional y su figura”, destaca Bottinelli, quien recuerda que “eso se vio en 2009 cuando el PC llegó al 17% a costa de una pérdida del PN”.

Bottinelli plantea que en 2014 también se vio “un trasvaso de votos entre el electorado de Luis Lacalle Pou y el de Bordaberry”, quien marcó en octubre 12,9%. El analista identifica un segmento de cuatro o cinco puntos del electorado que “puede ir para un lado o para el otro”.

Por otra parte, también plantea “una competencia con CA, pero con otras variables de referencia”, que tienen que ver con “un perfil temático o ideológico”, que se identifica con “una visión más conservadora”. Bottinelli advierte que tanto Bordaberry como Cabildo Abierto tienen una postura coincidente en cuanto a la agenda de derechos. De hecho, el exsenador logró cerrar filas en el PC para no votara la despenalización del aborto.

De todas maneras, el director de Factum destaca que el exsenador “compite por el mismo electorado de la coalición”, por lo que “no suma votos desde la izquierda“.

A su vez, Bottinelli aseguró que “es probable que una parte del PN se vuelque a la derecha para competirle a Bordaberry, en medio de un proceso de desderechización que viene haciendo parte del PN, lo que es notable por ejemplo en la decisión de elegir a Valeria Ripoll (exsindicalista y excomunista) como candidata a la vicepresidencia“.

La directora de Cifra, Mariana Pomiés, concuerda en que Bordaberry “atrae a colorados” y además “le disputa público a CA y a Álvaro Delgado”, candidato del PN. En concreto, estima que “es en la zona más urbana de Montevideo donde le puede comer votos al PN”.

“Pedro siempre es un aporte al PC, porque es uno de los candidatos más reconocidos, sobre todo para el electorado de 30 años para arriba, porque los más jóvenes no lo han visto tanto en acción”, destacó la analista en diálogo con El País, y agregó que “es una figura que claramente se vincula más a la derecha”.

Pomiés planteó que si Bordaberry y Ojeda “se corren más a la derecha, hay un público del PC que es más de centro que puede sentirse apabullado”, por lo que “Ojeda debería moverse más al centro, porque igual los votantes de Bordaberry le suman a él”.

En la misma línea que Pomiés y Bottinelli, el prosecretario general del PC, Gustavo Osta, dijo a El País que, en un escenario donde “es notoria la independencia y volatilidad del electorado, Pedro Bordaberry es un factor relevante de crecimiento y puerta de entrada —por lo menos— de colorados que votaron al PN y a CA”. La máxima autoridad actual del partido acotó que “Pedro suma con su lista apoyo a una fórmula consolidada que entusiasma y que aspira a ser también puente de entrada de votantes independientes y de uruguayos que habiendo votado al Frente Amplio se sienten traicionados por un partido que apoya una dictadura como la que existe en Venezuela”.

Por otra parte, el expresidente Julio María Sanguinetti, que se opuso a que Bordaberry encabezara una lista al Senado en octubre de 2019, bajo el argumento de que no había competido en esas elecciones internas, dijo a El País que hoy aprecia su retorno a la política “como un gran aporte al PC”, puesto que “fue un notable legislador en su momento y también un gran candidato a la Presidencia”.

“En este momento, su presencia vitaliza el gran momento que se está viviendo con mucha esperanza”, concluyó.