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Andrés Ojeda: “Nuestra apuesta es más publicitaria que territorial; el voto de acarreo y choripán se terminó”

El precandidato colorado busca “hacer perder al Frente Amplio” y asegura en entrevista con El País que “la lógica” que dice que las estructuras ganan las internas “no aplicó nunca” en el siglo XXI.

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Andrés Ojeda
Andrés Ojeda, precandidato por el Partido Colorado.
Foto: Estefanía Leal/El País.

El abogado penalista de 40 años, que lidera en intención de voto la interna del Partido Colorado según varias encuestas, resolvió postularse como presidenciable entre setiembre y octubre del año pasado, cuando, al ver la oferta electoral de su divisa y entender que Pedro Bordaberry no se presentaría a la contienda electoral, sintió que “al partido le faltaba algo” y que él podía “aportar eso distinto que no lo aportaba nadie más”.

-La semana pasada dijo que está “100% de acuerdo” con “romper el celular” si la Fiscalía se lo pide. ¿Co-mo abogado, ha recomendado a clientes romperlo?

-No, romper un teléfono no se lo recomendé nunca a nadie, porque de hecho Gabriela (Fossati, quien se refirió a esto) plantea estridentemente una situación de falta de garantías. Si a vos te van a incautar el teléfono es con sorpresa para que funcione la incautación, o sea que no tenés un momento para romper el teléfono. Entonces, lo que ella en realidad está poniendo sobre la mesa es que, cuando a vos te incautan un teléfono te lo incautan con un objetivo que está en la orden judicial; ahora, las fotos con tu familia en la playa, tus cosas personales, son tuyas. Pero, cuando te lo incautan, hoy la Fiscalía no te puede dar ninguna garantía de que todo el resto de tu teléfono no quede en la prensa.

-¿Desde cuándo no da garantías la Fiscalía?

-No sé, por lo pronto desde que vemos todos los contenidos de los teléfonos en todos lados. La gente está bastante harta de las filtraciones, de que esto parezca un carnaval.

-Carolina Ache rechazó que “se milite el desacato y la obstrucción de la Justicia”. ¿Qué responde?

-No respondo a los compañeros. Lo que sí quiero aclarar es que, eventualmente, ni borrar un teléfono ni destruirlo es ningún delito.

-En un gobierno presidido por el Partido Nacional, ¿le interesaría ser ministro?

-Trato de no hacer contrafáctico. Todavía no perdí, así que no tengo porqué tomar decisiones como si hubiera perdido.

-Ha dicho que no es creíble poner “Ojeda presidente” en carteles y spots.

-Dije que hoy no es creíble poner la palabra “presidente”, como no era creíble poner a “Ernesto Talvi presidente” a esta altura (de la anterior campaña). Capaz que después de la interna ganada con sorpresa a (Julio María) Sanguinetti, donde le marcó 22 puntos (de diferencia), si ponía presidente era más creíble. Que yo diga que esto tiene un proceso con pasos creíbles y humildes no quiere decir que uno esté entregando la bandera.

-Si gana la interna, ¿cómo hará para diferenciarte del PN, para que lo voten a usted en lugar de a los blancos?

-No veo que tengamos un problema de identidad nosotros. Todo el mundo sabe quién es colorado y quién es blanco, como todo el mundo sabe quién es tupamaro y comunista en el Frente Amplio, que tiene un lema común de hace 50 años.

-¿Qué diferencia hoy a un blanco de un colorado que apoya a Ojeda?

-Hoy tenemos sensibilidades distintas, matices. Nosotros, los colorados, tenemos siempre una sensibilidad batllista histórica que nos define.

-Sanguinetti ha destacado el perfil batllista de Luis Lacalle Pou.

-Yo también creo que Lacalle ha tenido últimamente comentarios muy batllistas, y me parece bien, pero esa es nuestra identidad. La salud pública, la educación pública, la vivienda pública, el Estado presente, eficaz, cerca de la gente para igualar las oportunidades, para que todos puedan ser plenos y libres: esa es nuestra identidad de siempre. Yo me sigo sintiendo nativo coalicionista y creo que hoy no hay nada más colorado que trabajar fuertemente por un segundo gobierno de coalición. Hay que poner lo que haga falta, la diferencia que haga falta, para garantizar un segundo gobierno de coalición. Yo estoy en esto hoy en buena medida para hacer perder al FA. Cuando nos dicen: ‘Pero ustedes tienen el tanto por ciento’. Bueno, será mucho o poco; tiene que ser el porcentaje suficiente para que el FA no gane.

-Ha dicho que el próximo gobierno tiene que construir cárceles. ¿Dónde está el nudo de la rehabilitación?

-Hoy previo a discutir una eventual rehabilitación tenemos que discutir o garantizar la dignidad en la reclusión; o sea, procurar una vida digna para toda persona que está ahí adentro. Después, el pensamiento siguiente es tratar de generar algún tipo de selección o segmentación de rehabilitación: con quién, cómo y dónde, porque esto es imposible con todos. Con 15.000 presos no hay chances de que uno piense en una rehabilitación general. Para poder rehabilitar a una parte, tenés que segmentarla del resto. Mucha gente habla de esto sin tener conocimiento cabal y muchas veces sin haber pisado la cárcel. Hay que ir de menos a más; lo otro no es realista hoy, porque no tenés capacidad logística, ni humana ni de recursos, para generar hoy una rehabilitación masiva. Algunos ejes de baja de la reincidencia más duros están en qué haces en el inmediato poscárcel, más que durante la reclusión. Los primeros días poscárcel definen muchas cosas. El módulo ocho del (ex) Comcar tiene cuatro funcionarios y viven casi mil personas, ¿de qué estamos hablando?

Andres Ojeda
Andres Ojeda, pre candidato por el Partido Colorado a las elecciones internas, llegando a las oficinas de El País.
Foto: Darwin Borrelli/Archivo El País.

-¿Hará un acto de cierre de campaña?

-No lo sé aún. No lo veo como algo escrito en piedra y la gente a veces lo hace porque siempre se hizo, pero hay que ver para qué lo harías y por qué no lo harías. Nosotros hemos hecho una campaña distinta y cabe cuestionarse si hoy nos aporta algo hacer un cierre con un acto más tradicional.

-¿Qué es lo distinto de su campaña?

-Hay una frase que dice que “las campañas internas son voluntarias, razón por la cual las que ganan son las estructuras”. Nosotros agarramos ese manual que dice eso y lo tiramos a la basura, porque entendemos que está viejo. En lo que va del siglo XXI, al menos, esa lógica no aplicó nunca. En el año 2009 yo trabajé en la campaña de Luis Hierro, y entre Hierro y José Amorín tenían el 98% de la estructura partidaria. Pedro Bordaberry no tenía ningún nombre imponente detrás. Estaba con Martha Montaner en Tacuarembó y alguna cosa más: sacó el 73% de los votos. En el 2019, Talvi competía con estructuras muy potentes partidarias, y todos sus candidatos eran nuevos, la mayoría gente que nunca había trabajado en política, nunca había juntado un voto, y le ganó a Sanguinetti con luz. Evidentemente hoy las campañas son diferentes. Nosotros hemos hecho toda nuestra apuesta en dar a conocer una persona, un concepto, una idea y un proyecto. Por eso es una apuesta mucho más publicitaria que territorial. Los compañeros en buena medida han hecho una campaña más tradicional, entonces invierten en el territorio, en las personas que tienen acarreando el voto estructural. Yo creo que el voto de acarreo y choripán se terminó, no funciona más. Y me alegra que así sea. Nosotros decidimos prescindir del manual tradicional de la política o por lo menos de las campañas internas coloradas.

-¿En qué sector del electorado se concentran sus principales apoyos?

-No tengo ni idea. Lo que sí les puedo contar es que el concepto de renovación y juventud me lo marca muchísimo la gente mayor. El sistema político hace mucha gala de las trayectorias y la experiencia, pero la gente en la calle dice: “Qué bueno que venís sin mochilas”.

-Sus competidores han planteado que no es mérito no tener experiencia en la función pública.

-Yo jamás dije que fuera un mérito o un demérito; es un dato objetivo. Uno no puede ser todo: no podés pretender que tenga juventud, renovación, preparación, trayectoria, 40 años de experiencia; o sea, falta que me pidas que sea rubio, de ojos celestes, alto y que juegue en el Real Madrid. Llega un punto en que no podés tenerlo todo, pero lo podés tener con un equipo.

-Se le ha marcado también que no tiene estructura y en esta entrevista nadie lo acompaña, a diferencia de lo que pasa con otros precandidatos, que suelen estar con encargados de prensa.

-Hemos generado una buena estructura en poquitos meses. Con la prensa tengo mucho vínculo personal, entonces no me gusta poner a un tercero en el medio. La política de los séquitos alrededor se terminó. Yo voy a lugares con la gente que preciso, que me acompaña para cumplir un rol, no para que me aplauda.

-Dice que se le acercan muchos adultos mayores…

-También tenemos mucha gente joven, que es el componente generacional, la cercanía generacional: cómo te mueves, cómo hablás, cómo te vestís, cómo te peinás. Voy a las cosas de precandidatos y me siento siempre el más distinto. Soy el más distinto, el único que no viene apalancado por un cargo de gobierno grande. Todos los demás, hasta en el FA, fueron intendentes, senadores, ministros o secretarios de Presidencia.

-Algunos politólogos plantean que quienes lo apoyan son los menos politizados y eso puede conspirar contra sus intereses el 30 de junio, principalmente si llueve. ¿Tiene ese temor?

-Temor no tengo; me alegra mucho que gente que no es tan politizada empiece a sentir otro talante por la política en virtud de esta intervención. Y si llueve, llueve para todos. A veces hay unas leyendas con esto de la lluvia, como si otros precandidatos tuvieran ejércitos que se van a mojar con el escudo en la mano para votar; no es tan así.

El diputado Gustavo Zubía y el precandidato colorado Andrés Ojeda en conferencia de prensa
El diputado Gustavo Zubía y el precandidato colorado Andrés Ojeda en conferencia de prensa
Foto: Estefanía Leal

“La gente está votando perfiles, personas”

-Teniendo en cuenta que la interna del PN parecería estar definida. ¿Les pediría a los blancos su voto en esta interna?

-La única interna competitiva de la coalición hoy es la nuestra. Todos los votantes de coalición tienen que entender que esta elección se trata de armar el equipo de la coalición para octubre, un equipo competitivo para ganarle el FA en octubre. En virtud de que la elección de los blancos está resuelta, si al votante de coalición le interesa armar el mejor equipo probablemente sea más importante venir a votar a esta interna y elegir al que más le guste para poder generar una competitividad mayor con el FA. Tenemos una ventaja comparativa importante: el FA va con un solo candidato en octubre y nosotros vamos por lo menos con cuatro. Entonces, armar bien esos cuatro, que tengan perfiles bien distintos, que representen cosas diferentes, desde la idea, pero también desde el perfil, va a generar que tengamos una mejor capacidad a la hora de darle opciones a la gente para elegir algo dentro de la coalición en octubre. La gente hoy está votando perfiles, personas, al que más le gusta, y la decisión que toma es entre el FA y la coalición, y después mira para adentro. El partidismo hoy no es tan fuerte como era en otras épocas.

-¿Qué compromisos deberían estar incluidos en un acuerdo de la coalición para el período 2025-2030?

-Yo creo que el proceso debería ser un pase de raya conjunto de los 13 puntos del “Compromiso por el país”; un semáforo: lo que no hicimos queda rojo; lo que quedó a medias, amarillo; lo que está todo cumplido; verde. ¿Qué hacemos con los rojos y amarillos, qué les agregamos, qué le sacamos? Yo me lo imagino bien pragmático, hacia adelante sobre lo ya transcurrido.

Bordaberry lo aconsejó con una cita borgiana

Ojeda dice desconocer cuánto se ha invertido en su campaña, y alega que “hay un equipo para eso” y que él, en cambio, está concentrado en “recorrer el país”. ¿Quién lidera ese equipo encargado de las finanzas? “Son varios y yo antes de darles el nombre preferiría consultarlos, porque la gente te da una mano, pero no necesariamente está dispuesta a estar expuesta públicamente”, contesta. Tampoco habilita ningún nombre cuando se lo consulta sobre los principales financiadores. Al hablar de otras cuestiones se torna menos esquivo. Respondió que la elección del candidato a vicepresidente del Partido Colorado “es una discusión para tener una vez que estén los números (de la interna) arriba de la mesa”. ¿Pedro Bordaberry sería un buen candidato a vicepresidente? “No lo sé, no lo voy a manosear así”, aclara, y se explaya: “Es un tipo valioso y tenerlo en cancha haciendo algo, sea lo que sea, es mejor que no esté. Se lo dije personalmente y cada vez que charlo con él me llevo cosas concretas. La otra vuelta me dijo: ‘Acordate lo que decía (Jorge Luis) Borges, que el que se deja llevar por una pelea que no le conviene, ya perdió’; por el tema de los agravios internos. Resume un consejo sin haberte dicho una palabra más que una frase del autor. Lo quiero tener cerca lo más que pueda. El partido se beneficiaría muchísimo con su presencia en el lugar que él elija”.

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