A Yamandú Orsi le bastará en las próximas tres semanas obtener la misma proporción de nuevos votos que lograron José Mujica en 2009 y Tabaré Vázquez en 2014 entre la primera y la segunda vuelta electoral para asegurarse el triunfo sobre Álvaro Delgado en el balotaje del 24 de noviembre. Ni siquiera deberá acercarse a la hazaña que la coalición de izquierda casi logra con Daniel Martínez en 2024, que remontó casi 200 mil votos y quedó a apenas a 37 mil de superar a Luis Lacalle Pou. Los cálculos de la campaña frenteamplista indican que, con captar unas 50 mil nuevas voluntades, Orsi será electo presidente.
Así lo indica un informe técnico que el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA), y el propio candidato, recibieron este martes, en su primera reunión de evaluación de los resultados de las elecciones generales del pasado domingo. "Si mantenemos ese promedio histórico, somos mayoría", le dijo a El País el secretario general del Partido Comunista (PCU), Juan Castillo.
Allí los dirigentes recibieron un informe sobre sobre la campaña que se desarrolló hasta el domingo y las perspectivas que tiene la izquierda para la la definición del próximo mes También se decidió que, más allá de algunos ajustes, esta nueva etapa representará una "continuidad" de lo que se hizo hasta el 27 octubre.
A los efectos, la decisión es mantener la misma estructura orgánica para comenzar a desarrollar este fin de semana una serie de actividades proselitistas, como barriadas o recorridas "puerta a puerta", en las que se entregará la síntesis de las bases programáticas del FA. En ese sentido, Orsi no tiene previsto anunciar antes del balotaje un "plan de gobierno" y, en todo caso, se comenzará a trabajar en él si es electo presidente.
El domingo será el turno del "ramblazo", con epicentro en el límite entre los barrios Palermo y Parque Rodó, y a partir de esta movida en Montevideo, donde el Frente Amplio consiguió másd el 52% de las adhesiones, se dará inicio a una gira a nivel nacional.
La actividad está pensada como un nuevo "banderazo" en el que se intentará que la bandera frenteamplista pase a segundo plano, y que tome protagonismo, en cambio, la de Uruguay. Es que, como explicó este martes el senador Alejandro Sánchez, jefe de la campaña de Orsi, "los símbolos no se dejan nunca", pero "ahora se trata de una nueva etapa, en la que tenemos que convocar a otros ciudadanos a acompañar para que Yamandú sea el presidente de todos los uruguayos".
Así como Álvaro Delgado opta ahora por presentarse como "el próximo presidente para un país en marcha", en la campaña de Orsi irá dejando de lado el rojo, azul y blanco de la bandera de Otorgués, y dará paso al azul y blanco del escudo nacional. El mismo al que apeló Orsi en el acto del pasado domingo, luego de conocidos los resultados de la primera vuelta.
En cuanto a la consigna que protagonizará la campaña, Castillo dijo que la definición se tomará este jueves y que hay varias alternativas sobre la mesa. La que más se maneja, apuntó, es la frase "Sabremos cumplir", que, como dijo Orsi en su discurso el domingo, resuena 16 veces en el Himno Nacional.
Hay sectores, como Convergencia Popular, que comenzaron este martes a distribuir afiches de Orsi, sobre un fondo celeste, con la frase "un gobierno que puede gobernar". La referencia es clara, y apunta a que el FA logró mayoría absoluta en el Senado, mientras en Diputados ni Orsi ni Delgado tienen mayorías. En este caso, el afiche también incluye el Escudo Nacional.
Plebiscito: el debate "continúa"
Según Castillo, el Secretariado Ejecutivo seguirá teniendo la "dirección política" de la campaña de Orsi. De todas formas, este jueves comenzará a operar una suerte de "segundo nivel", en el que estarán presentes los primeros senadores de cada lista electos el domingo.
"Esto permite escuchar más opiniones y abrir la cancha a un abanico más grande de posturas", dijo Castillo. Su partido estará representado allí por el senador reelecto Óscar Andrade.
Por otra parte, comentarios recientes de Orsi sobre el fracasado proyecto de reforma constitucional de la seguridad social, promovido por el Pit-Cnt y varios sectores del FA, relazaron un debate que no se cerrará con el resultado del domingo.
El proyecto no se aprobó, pero recibió el apoyo de 935 mil personas, cerca del 40% del electorado. En entrevista con Canal 12 este martes, Orsi sostuvo que la ciudadanía "dio una señal" y afirmó que "hay que revisar el sistema de previsión". "Tiene que haber un obligado análisis de todo el sistema para ver cómo hacemos funcionar mejor lo que tenemos", opinó.
Sus comentarios generaron una inmediata reacción desde el oficialismo. "Sería una trampa antidemocrática a la mayoría popular que no respaldó esa papeleta", afirmó este viernes el senador nacionalista Javier García para el que, además, lo de Orsi "confima que tienen un plan B para nacionalizar los ahorros individuales". Para García, "Orsi no tiene liderazgo ni fuerza para frenar al Pit y al nuevo poder del Frente Amplio".
Varios dirigentes del FA recordaron, en este contexto, que en octubre del año pasado un Congreso del FA aprobó las bases para el "diálogo social" que se piensa convocar, si es gobierno, para reformar al sistema de seguridad social. También que en sus bases programáticas la izquierda incluye lo anunciado por Orsi de "revisar" todas las cajas jubilatorias y reformarlas, en base al "acceso igualitario a la seguridad social". Allí se plantea además "generar las condiciones" para un acceso a la jubilación a los 60 años, "manteniendo los estímulos y la capacitación necesaria" para quienes quieran seguir trabajando. Por otra parte, se dice que se impulsará un sistema basado en tres pilares, uno de ellos de ahorro y "no lucrativo",
El FA también prometió que implementará una solución para aquellos "miles" de trabajadores que en su momento se afiliaron a una AFAP sin estar obligados, con condiciones que a su vez fueron modificadas en la vigente reforma promovida por este gobierno por el segundo fideicomiso aprobado en noviembre del año pasado.
"El debate continúa", afirmó Castillo, al recordar el compromiso que asumió el FA de, el mismo 2 de marzo de 2025, convocar a ese diálogo social. "Desde mi punto de vista, me animo a decir que hay que ser fiel al programa de gobierno", agregó.
Además de reconocer esa "señal" de la que habló Orsi, se trata de una cuestión de números. Los datos que maneja la izquierda indican que entre el 60% y el 70% de los frenteamplistas ensobraron la papeleta del Sí, así como entre el 10% y el 15% de los que votaron a los partidos Nacional o Colorado. Hubo además 33 mil personas que no votaron a ningún lema, pero sí apoyaron la reforma.
"Son un millón de votos, no se puede hacer como que no existen", declaró Castillo. "Son uruguayos que reclaman cambios", añadió.
En el "diálogo" que se generaría de ganar Orsi, estaría presente el Pit-Cnt, el principal impulsor de la fallida reforma, que sin embargo expresó esta semana que el resultado lo "posiciona y fortalece como un actor relevante y protagonista en el necesario proceso de transformación de la seguridad social", a la vez que prometió "continuar la lucha".
Fórmula con nueva sede y un “anuncio”
La campaña de Yamandú y Orsi y Carolina Cosse saldrá de la Huella de Seregni y tendrá, a partir de este viernes, una sed e de campaña propia. Estará ubicada en un local en Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, en plena Ciudad Vieja de Montevideo.
Allí, el candidato presidencial prometió efectuar un “anuncio político”. Orsi descartó anunciar en lo que queda de la campaña más nombres para integrar el Consejo de Ministros si triunfa en en el balotaje. También dejó en claro que se ajustará a lo pautado en las bases programáticas del Frente Amplio, en particular a las “48 prioridades para gobernar” que anunció a mediados de setiembre en un acto en Colonia. Por lo tanto, la fórmula presidencial de la oposición no presentará ningún “plan de gobierno”, como se lo ha reclamado el oficialismo. En la campaña se aclaró que, esto sucederá recién después del 24 de noviembre, si Orsi es electo presidente. Por lo pronto, la propia campaña representa un desafío para Orsi y Cosse, que comprendieron que les resultará virtualmente imposible recorrer todo el país en los 24 días que restan para la definición electoral. Por lo tanto, habrá en el Frente Amplio una “distribución de tareas” en la que la fórmula se repartirá el territorio con senadores y dirigentes que, en pequeños grupos de tres ingregrantes, procurarán cubrir todo el territorio nacional.