DESDE MALDONADO
La vocera del colectivo “Argentina un Lugar” dijo a El País que el gobierno de Alberto Fernández envió a Maldonado solamente una urna, que tiene una capacidad para almacenar no más de 250 sobres.
Un grupo de argentinos radicados en Maldonado presentó una denuncia en el Consulado de su país para ser elevada a la Cámara Electoral, en reclamo de urnas suficientes para recibir los votos de las elecciones legislativas que se realizarán el próximo 14 de noviembre.
La vocera del colectivo “Argentina un Lugar”, Amalia Kahl, aseguró en diálogo con El País que el gobierno de Alberto Fernández envió a Maldonado solamente una urna -que tiene una capacidad para almacenar no más de 250 sobres- cuando solo en ese departamento hay 2.163 habilitados para votar, esto supone unas 700 personas más que en 2019.
“Lo que estamos pidiendo es que la Cámara Electoral habilite al Consulado a emplear urnas auxiliares, cosa que se puede hacer, pero siempre con autorización, y se pueda así colocar una segunda mesa para que exista lugar para todos”, dijo Kahl, molesta ante lo que entiende que es una “estafa”. En su opinión podrá reeditarse lo que ocurrió en las elecciones de dos años atrás: largas filas al sol durante varias horas para acceder al cuarto secreto, con “montones de personas que se cansaron y se fueron”.
Fuentes de la Embajada argentina señalaron que en todo Uruguay hay unos 20.000 ciudadanos de ese país habilitados a votar, 14.000 de los cuales están en Montevideo, y que por lo general los que efectivamente van a votar no superan el 10%. Es decir son unos 2.000 en todo el territorio.
“Estamos preparando todos los aspectos logísticos para facilitar el voto a los ciudadanos y garantizar su concurrencia”, señalaron fuentes de la Embajada a El País. El pedido ya fue elevado a la Cámara Electoral para que brinde instrucciones y en caso de considerar pertinente elabore soluciones específicas para este reclamo. No obstante, según aclararon las fuentes consultadas, “las autoridades de la mesa pueden adoptar decisiones” con cierta discrecionalidad, como incorporar cajas que hagan las veces de urna, algo que después deberá ser ratificado por la Cámara Electoral.