Así fue el estricto guion de Yamandú Orsi en el debate: le escapó a los ataques de Delgado e intentó dar certezas

Un análisis de la estrategia del candidato frenteamplista en el debate frente al candidato nacionalista Álvaro Delgado. En qué cosas se cuidó y por qué evitó responder críticas.

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Debate Presidencial 2024
Yamandú Orsi y Alejandro Sánchez en una pausa del debate del domingo 17 de noviembre de 2024.
Foto: Rodrigo Viera Amaral, APU

Como si estuviera en un almuerzo de ADM, el candidato frenteamplista Yamandú Orsi centró buena parte de sus exposiciones en la presentación de propuestas para un eventual gobierno de la coalición de izquierda. Orsi básicamente se limitó a respetar a rajatabla el guion previamente establecido, evitó las agresiones (o más bien agredió en momentos muy puntuales) pero sobre todo no respondió los embates del candidato oficialista Álvaro Delgado. Fue una estrategia claramente delineada de antemano por el comando frenteamplista.

A pesar de que en la campaña uno de sus eslóganes era “que gobierne la honestidad”, Orsi ni siquiera se centró en los “escándalos” que tanto marcaron los dirigentes frentistas en la campaña electoral, salvo una fugaz referencia al tema pasaportes y la Torre Ejecutiva. Alejandro Astesiano, por ejemplo, no apareció en su discurso.

Ya se sabía: por la estructura sin posibilidad de interrupciones ni preguntas entre ellos, iba a ser un debate sin demasiada chance para los choques o cruces muy fuertes. Todo más bien aburrido, tedioso.

Y vaya si fue así, esa es la conclusión general: casi no fue un debate (aunque algunos dirán que eso es mejor a los “shows” entre candidatos que suceden en otros países).

Yamandú Orsi
El candidato frenteamplista Yamandú Orsi en el debate.
Foto: Rodrigo Viera Amaral, APU

Si se trató de un debate predecible, acartonado y con poco espacio para las emociones, la estrategia de Orsi —centrada en disparar propuestas, una atrás de otra, mirando siempre bien directo a la cámara— fue la que más ayudó a que eso sucediera así.

Orsi jugó a no perder, a no arriesgar mucho, a no cometer errores y se centró en dar mensajes de tranquilidad, de que su gobierno no va a entrar en aventuras locas, ya sea con las AFAP o en el tema seguridad. Prometió “un cambio seguro”.

Presentación de Orsi en el debate

Yo soy Yamandú Orsi, me crié en un barrio de una ciudad del interior, fui a la escuela pública en mi barrio, fui al liceo, me recibí de docente, en los últimos años tuve la responsabilidad de gobernar Canelones en dos períodos consecutivos, fui intendente y tengo una familia con Laura, Lucía y Victorio”. Así, tras los saludos de rigor, Orsi inició su presentación y ahí aparecieron varios detalles de su vida que intentó resaltar durante distintos momentos del debate: su origen, la docencia, Salinas, sus hijos y sobre todo su experiencia en la gestión en la intendencia (“supe hacerlo en Canelones y sabré hacerlo al frente de Uruguay”, dijo al estilo de Jorge Pacheco Areco). Sobre esto último había hablado un montón en la campaña: “Me respaldan 20 años de gestión”, ha dicho hasta el cansancio.

Aunque por momentos todo sonó a una lectura monótona de ideas, Orsi hizo algunos anuncios o aclaraciones relevantes. Dijo dos veces que no aumentará impuestos (contradiciendo a su eventual ministro de Economía, Gabriel Oddone, quien había dicho que es “irresponsable” prometer que no se va a subir los impuestos). También dijo que subirá las jubilaciones mínimas para equipararlas con los salarios mínimos al final del período, que volverá a bajar la edad para jubilarse a los 60 años, que no eliminará las AFAP (sí las revisará) y que construirá un hospital de referencia en la costa canaria, entre otros temas.

Yamandú Orsi
Yamandú Orsi en el debate.
Foto: Rodrigo Viera Amaral, APU.

Hubo momentos muy aislados en los que el candidato frenteamplista fue al ataque y cuestionó al gobierno de Luis Lacalle Pou. Como cuando habló de la vivienda. “¿Dónde están las 50.000 viviendas que se prometieron?”, preguntó, “y aclaro que en el período de gobierno del Frente se llevaron a cabo 137.286 soluciones habitaciones”. Delgado le respondería que “soluciones habitacionales no son viviendas”.

O en seguridad: “A esta semana ya superamos las 350 víctimas fruto de la violencia”.

O en educación: “Nunca me había pasado de encontrarme con tantos maestros y profesores que te digan ‘estoy pensando en jubilarme porque no soporto la carga de trabajo administrativo y la imprecisión de los planteos desde arriba’”.

Y siguió en ese tono calmo y desapasionado. Como si estuviera en ADM. Como si no estuviera en un debate.

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