Así votaron los expresidentes Mujica, Sanguinetti y Lacalle Herrera: entre la militancia y la renovación

Los expresidentes votaron y hablaron sobre el panorama político actual, la no obligatoriedad del voto y la renovación en sus partidos.

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José Mujica votó en la escuela 188 en estas internas
José Mujica votó en la escuela 188.
Foto: Francisco Flores.

Camino Cibils 6221. Escuela 188.Las Torres, Montevideo. Siete y media de la mañana. El termómetro marcaba cinco grados y el sol, que apenas salió, no entibiaba. En esta escuela, con un mural que dice “La educación es como un árbol, se siembra una semilla y se abre en muchas ramas. José Martí”, ya había movimiento. José Mujica, expresidente de la República, votaba allí, en el circuito 1990. Las tres mujeres que acomodaban la urna y se calentaban las manos como podían en un salón pequeño, preguntaron quién votaba, por qué antes de las ocho de la mañana las cámaras, los periodistas y los fotógrafos ya estaban allí, esperando.

Mujica llegó sobre las ocho y diez. Se bajó de un auto, iba vestido con un pantalón deportivo gris, una camisa rosada de la que apenas le asomaba el cuello, dos camperas de abrigo y un gorro negro de visera que, en el frente, decía 609. Dijo que votaba a las ocho porque “los viejos votan temprano”. Habló de la renovación, dijo que se notaba el cambio en la “nomenclatura por el peso de los años”, que evidentemente se estaba reflejado en todos los partidos. Cuando le preguntaron qué piensa sobre Delgado, Mujica respondió: “Que está muy gordo. Arrancó para Carrasco. Es buen tipo, tengo buena amistad yo, hemos discutido mucho. Es veterinario, pero ahora ni se acuerda de las vacas”.

Luego caminó hasta el circuito con pasos lentos, mostró la credencial “medio golpeada” y tuvo que esperar varios minutos porque aún no estaban las listas. El expresidente por el Frente Amplio tenía la expresión seria, el pelo blanco revuelto, y la lista que votaría en uno de los bolsillos. Entró al cuarto secreto, salió unos segundos después y metió el sobre en la urnas suave, sin apuro: sabe cómo hacerlo para que lo capten todas las cámaras.

Después, se inclinó sobre la mesa y dijo: “ Mi credencial dice que tengo 89 años pero tengo 90”. Salió, se sacó fotos con quienes lo esperaban y comentó sobre su participación activa en esta campaña, apoyando a Yamandú Orsi, mientras atravesaba un tratamiento de radioterapia. Dijo que no hizo “nada especial”: “Milito desde que tenía 14 años y me voy a morir militando. Es una forma de vida”.

Cuatro horas más tarde, en el Centro Cultural Anglo, en pleno Centro de Montevideo, hay pocas personas esperando para votar. Había solo dos circuitos y desde las mesas dijeron que, aunque la mañana fue movida, poco antes del mediodía votaron 45 personas de las 388 habilitadas para hacerlo allí, en el mismo lugar que Julio María Sanguinetti.

El expresidente colorado llegó poco después de las doce. Aunque el frío no era el de la mañana, era aún intenso y los militantes que lo esperaban se refugiaban buscando el sol. Sanguinetti llevaba un abrigo negro, una boina beige.

“Hoy el Partido Colorado se juega el nuevo liderazgo. Ya mi generación fue, la nueva generación está presente (…) tiene que nacer un nuevo liderazgo y nacerá hoy. Eso es lo importante de la jornada”, dijo. “La elección nuestra es complicada porque hay muchos candidatos. Esta es una instancia más de un proceso de renovación. Tuvimos la etapa (Pedro) Bordaberry y se clausuró, la etapa (Ernesto) Talvi y se clausuró, y ahora estamos en una nueva etapa que no dudo que esta vez va a ser exitosa”.

Votación del expresidente Julio María Sanguinetti.
Julio María Sanguinetti: el colorado votó al mediodía en el Instituto Anglo.
Foto: Francisco Flores.

Cuando salió del cuarto secreto, se encontró con Liliam Kechichian, senadora del Frente Amplio, que era la siguiente en votar en el circuito 108. Se saludaron cordialmente, hablaron del frío, del sol y de la democracia. “Toda la vida coincidimos, siempre hemos votamos diferente, pero lo hemos hecho juntos”, dijo la senadora frenteamplista.

Sanguinetti estaba feliz. Y eso comentó antes de irse: que no hay nada que le guste más que las elecciones, que vota siempre, en cada una, con alegría.

Luis Alberto Lacalle Herrera, expresidente por el Partido Nacional, en tanto, votó a las cinco de la tarde, en la Iglesia Alto Refugio de las Asambleas de Dios, en el barrio Buceo. A esa hora había votado poco más del 40 por ciento de las personas habilitadas para hacerlo allí.

El expresidente llegó en una camioneta con banderas del partido, con una boina blanca. Mostró la credencial, dijo que su primera votación había sido hace 62 años. Votó y, al final, se tomó varios minutos para hablar con la prensa y saludar a quienes se acercaron a hablarle.

Lacalle Herrera votando.jpeg
Lacalle Herra votando en las elecciones internas 2024.
Foto: Francisco Flores.

“Hay que valorar este acto tan simple que es el voto, y pensar que hay países en los que no se puede ejercer, como en Venezuela, en Nicaragua o en Afganistán. Y en otros lugares se arriesga la vida. Hay que darle la importancia que tiene. Hoy todos somos iguales, hoy todos podemos opinar”, dijo el expresidente por el Partido Nacional. Le pidió a los más jóvenes que no fueran indiferentes y opinó sobre el gobierno de su hijo, Luis Lacalle Pou. “Ha sido excelente”, dijo.

Luego, como sus colegas, se refirió a la renovación en su partido. “Voy a estar acompañando a todos en el Partido Nacional, todos son mis amigos, todos son buenos y vamos a tener a un buen candidato. A mí me toca acompañar. Ahora me voy a ir a mi casa, después voy a ir al espacio de la 71, después voy a ir a lo de Laura Raffo y luego al directorio que es lo que me corresponde a mí, que ya soy tío viejo del Partido Nacional”.

La opinión sobre el voto voluntario

Según datos de la Corte Electoral, en la jornada de ayer el porcentaje de votación estuvo levemente por encima del 30%de los habilitados para hacerlo en todo el Uruguay. Los tres expresidentes se refirieron a la no obligatoriedad del voto. “Si me obligan a votar en la elección nacional, me obligan a hacerlo por alguien que no me obligaron a elegir, es una contradicción. Tiene que ser o una cosa o la otra”, dijo José Mujica.

Por su parte, Julio María Sanguinetti opinó que hay dos maneras de ver el asunto. “Es discutible. Podemos tener las dos ideas, si lo pensamos con acento republicano, tienen que ser obligatorias, ¿por qué no serían? Si lo pensamos con acento liberal, no, porque si uno no quiere votar por ningún partido, no tiene por qué hacerlo”. Para él está bien que esta instancia sea voluntaria: “Me inclino más por esa opción, así como soy rabiosamente defensor de la obligatoriedad en la nacional”.

Luis Alberto Lacalle, en tanto, sostuvo que esta instancia es una decisión partidaria: “El ciudadano tiene la oportunidad de elegir a los candidatos de su partido. O eventualmente puede armar una candidatura y presentarla. Pero si alguien no se siente miembro de ningún partido, puede no participar. Ahora, que después no se queje. Porque tuvo la oportunidad de elegir”.

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