Ausencia de Milei en cumbre del Mercosur matizó el respaldo de Argentina a postura de Uruguay, según gobierno

El discurso de la canciller Diana Mondino, alineado a los reclamos vertidos por Lacalle Pou en la interna del bloque, no tuvo el “peso” esperado en Presidencia.

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Mercosur instala su reunión de cancilleres con desaire de Milei como telón de fondo
Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), posan luego de la reunión previa a la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, este domingo en Asunción (Paraguay).
Foto: Antonio Lacerda/EFE

Uruguay planteó este domingo en Asunción, en una nueva cumbre del Mercosur, todos los argumentos críticos con el funcionamiento interno y externo del bloque que ha volcado durante esta gestión el presidente Luis Lacalle Pou en los ámbitos de discusión. Pero en esta oportunidad contó por primera vez con el alineamiento expreso de Argentina, que plasmó en la capital de Paraguay prácticamente los mismos cuestionamientos y un diagnóstico idéntico sobre los problemas que enfrenta el Mercosur.

“Argentina mostró las ganas de abrir la cancha”, valoraron en diálogo El País fuentes de la Cancillería que hoy dirige Omar Paganini, y que vieron cómo de alguna manera se confirmó, en el seno de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores, el posicionamiento discursivo del presidente Javier Milei.

Porque Diana Mondino, la canciller argentina, enumeró sin tapujo los obstáculos que persisten para que la alianza se convierta en una verdadera zona de libre comercio, así como el crónico estancamiento de su agenda exterior, e incluso usando los mismos términos empleados por Uruguay en las últimas cumbres del Mercosur.

Sin embargo, en el gobierno de Lacalle Pou no vieron en esto un respaldo político suficiente, ya que el discurso no provino de Javier Milei, el gran ausente en esta cumbre -faltó por mentados motivos de agenda pero todos asumen que es debido a su mal relacionamiento con Lula-, sino de su canciller, un “mensajero” que no tiene el “peso” de un mandatario.

“No es lo mismo: faltó el presidente que en teoría sostiene tu posición”, indicaron a El País fuentes oficiales.

La canciller, que representará a su presidente en el encuentro de mandatarios que se iniciará este lunes a la mañana, habló sobre la necesidad de tener “una mirada crítica sobre el presente” del bloque y señaló que necesita un “shock de adrenalina” para despertarse del largo letargo, porque “el mundo va más rápido” que el Mercosur, que a su vez debería tener una economía “más abierta y liberal”.

Sobre las restricciones que tenía Argentina desde la administración de Alberto Fernández, dijo que están “cumpliendo con los deberes” y tratando de “normalizar el comercio”. Y agregó, en el último tramo de su exposición, un mensaje que de alguna manera resume la postura uruguaya a lo largo de los últimos años: “si no se puede avanzar” en las negociaciones con determinados bloques o países -dijo-, debería evaluarse “la posibilidad de que haya acuerdos bilaterales”.

“Es muy difícil que todos nos pongamos de acuerdo con todos los temas; eventualmente puede haber algún caso donde un acuerdo bilateral sea conveniente”, afirmó en directa consonancia con la postura de Uruguay, que ha reclamado poder avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, con la que inició las tratativas e incluso firmó un estudio de factibilidad conjunto, pero todo quedó en la nada por la negativa de la Argentina de Alberto Fernández y el actual Brasil de Luiz Inácio Lula Da Silva.

Paganini, en tanto, dedicó su discurso a repasar los “problemas” que tiene el bloque para Uruguay, que son los mismos que recitó Mondino. Y adelantó las “tres prioridades” que tiene su país para este semestre, en que liderará el bloque desde la Presidencia Pro Témpore.

En primer lugar, dijo que propondrá “perfeccionar al Mercosur como zona de libre comercio”, para lo cual se continuarán “afianzando los trabajos que ya se encuentran en curso a efectos de la identificación y eliminación de barreras al libre comercio”.

La segunda prioridad será “mejorar la infraestructura logística, de transporte y conectividad”. Para lograr esto, Uruguay se planteará avanzar hacia una “nueva geografía del transporte que beneficie la competitividad y acerque a nuestros ciudadanos”.

Y como tercera acción , dijo, estará el objetivo “imprescindible (de) profundizar la agenda externa, logrando mejor inserción internacional en un contexto global complejo”. Como ejemplo de esto, Paganini aseguró que se intentará retomar con China “la realización del VII Reunión del Mecanismo de Diálogo” y que no se escatimarán esfuerzos “para profundizar los acercamientos con Japón y Vietnam.

Luis Lacalle Pou en la Expo Uruguay Sostenible 2024
Presidente Luis Lacalle Pou.
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

Discurso de Lacalle

El presidente uruguayo sabe que a esta altura, con casi 10 cumbres presidenciales, su discurso crítico con el Mercosur y su insistencia con que se abra al mundo puede sonar “reiterativo”, pero volverá a referirse a la necesidad de que el bloque haga los esfuerzos para buscar o concretar nuevos acuerdos.

La postura que mostró ayer el canciller brasileño Mauro Vieira no tuvo mayores sorpresas: se refirió varias veces a que el Mercosur debe “fortalecer” su institucionalidad y así “enfrentar los desafíos globales”, y que el Brasil de Lula buscará mejorar la “cooperación” interna.

Pero más allá de eso, según señalaron a El País desde Presidencia, Lacalle Pou tiene pensado referirse hoy a otro mensaje enviado por Itamaraty en estos días, referido a la voluntad brasileña de avanzar con China en forma colectiva.

“No habría ningún problema en abrir conversaciones con China si vamos todos juntos”, dijo este jueves en rueda de prensa la secretaria para América Latina y Caribe de la Cancillería brasileña, Gisela Padovan. Lacalle Pou leyó eso con atención.

Además

Cancillería expectante por palabra clave en declaración

El término que el gobierno de Lacalle Pou ha empleado desde 2020 a la fecha para pedir por un Mercosur más dinámico y amigable con los intereses comerciales de Uruguay, ha sido el de “flexibilidad”. O sea, que la citada normativa que impediría avanzar en acuerdos en forma bilateral y sin el aval de los socios no se convoque como argumento para impedir el desarrollo económico de Uruguay.

Pero en los últimos meses el Palacio Santos ha dejado de emplearla por entender que es un concepto que no sedujo en el bloque, especialmente en la Cancillería de Paraguay, según supo El País. Por eso Uruguay ha buscado variantes para decir lo mismo, por ejemplo pidiendo por la necesaria “dinamización” del Mercosur o recurriendo a la metáfora de “las dos velocidades” con que a criterio de Uruguay se busca avanzar hacia el TLC con China: en forma rápida, como quiere Lacalle Pou, o lenta, como quieren los otros socios.

Sin embargo, dado el posicionamiento mostrado por Mondino ayer en la cumbre, la Cancillería de Paganini espera con “expectativa” la declaración conjunta del bloque que tiene lugar en todas las cumbres luego de la reunión de los presidentes. Es decir, se espera que, ya que la propia Mondino se refirió a la misma palabra al sugerir que se debería ser más flexible con quienes busquen otros caminos de acuerdo por fuera del Mercosur, en el texto firmado por todos haya una mención a ese término.

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