Avión venezolano-iraní pretendía quedarse un día en Uruguay

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La Comisión de Defensa del Senado recibió al ministro de Defensa, Javier García. Foto: Francisco Flores.
Javier Garcia, Ministro de Defensa Nacional, en Comision de Hacienda del Senado, Palacio Legislativo, Montevideo ND 20220620, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

JAVIER GARCÍA EN EL PARLAMENTO

En la coalición destacaron que el FA aceptara la información que dio Javier García. “Ojalá siempre fuera de esta forma y que se admita la exposición de un ministro”, dijo el senador Germán Coutinho.

En el oficialismo nunca tuvieron del todo claro por qué el Frente Amplio decidió convocar al Parlamento al ministro de Defensa, Javier García, para que explicara los detalles detrás de la decisión de impedir el ingreso del polémico avión venezolano a territorio uruguayo.

Y luego de que el secretario de Estado efectivamente compareciera ayer a la Comisión de Defensa a explayarse sobre lo que el gobierno solo entiende como una decisión “soberana” e inapelable, la sensación que quedó en varios legisladores de la coalición de gobierno fue de aún más desconcierto respecto a qué estrategia política siguió la oposición.

“Se mancaron. No se dieron cuenta que esto los ataba a Venezuela, y le regalaron a Javier otra oportunidad para que se luciera”, dijo a El País un senador del Partido Nacional que prefirió mantener su nombre en reserva.

En el Partido Colorado reinó la misma sensación. “Yo lo que creo es que el Frente Amplio tenía dudas de por qué el ministro tomó esta decisión y no contaban con toda la información que tenía Javier, que trajo pruebas contundentes, audios y planes de vuelo, para fundamentar la determinación que tomó”, dijo el senador Germán Coutinho.

Por lo bajo, un legislador de la oposición presente en la comisión se limitó a cuestionar que el ministro no consultara al presidente Luis Lacalle Pou antes de prohibir el ingreso del Boeing 747, y que solo se basara para tomar una decisión que podía tener múltiples consecuencias -desde internacionales a comerciales- en la información proporcionada por la inteligencia de Paraguay.

En efecto, esa fue, en todo caso, la crítica formal del Frente Amplio que trasladó luego en rueda de prensa. “La preocupación que queda es la idea de que tuvimos que depender de información que provenía de los servicios de inteligencia paraguayos”, fue lo que señaló el senador Mario Bergara.

Pero nada más, porque puertas adentro hubo conformidad con lo expuesto por el secretario de Estado respecto a una resolución que, por los efectos que desencadenó -que el avión no tuviera más remedio que dar media vuelta y regresar al aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires- hoy desata un escándalo en Argentina, en donde investigan a una tripulación de iraníes y venezolanos que cuenta con al menos un integrante de la terrorista Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, dato proporcionado directamente por el FBI a la Justicia de ese país.

“Ojalá siempre fuera de esta forma y que se admita la exposición de un ministro, porque generalmente no cambian de opinión como lo hicieron ahora”, siguió Coutinho, que agregó: “Esta vez el Frente escuchó, se informó de primera mano y aceptó las respuestas”.

Sandra Lazo, senadora frenteamplista que también estuvo en la comisión, resumió ante la prensa que el informe de García “fue completo”, que lo recibieron con “beneplácito” y que incluso tenían la “deferencia” de reconocer todo eso.

El nuevo detalle

Mientras los medios argentinos siguen informado casi el minuto a minuto del avance de la indagatoria que lleva adelante el juez federal Federico Villena, García reveló ayer en el Parlamento “una información que no se conocía públicamente” y que hacía referencia a las intenciones que tenía la tripulación -conformada por 14 venezolanos y cinco iraníes- una vez que lograran aterrizar en Montevideo: quedarse aquí 24 horas, algo que además solicitaron a punto de despegar desde Buenos Aires, porque el plan original era estar solo tres horas en el aeropuerto de Carrasco.

“Lo más significativo -dijo el ministro García en rueda de prensa- es que la solicitud se basaba en la necesidad del descanso de la tripulación. ¿Por qué digo llamativo? Porque este avión estuvo dos días en Buenos Aires y la tripulación en un hotel, y el viaje, como ustedes saben de Buenos Aires a Montevideo es de 30 minutos”.

Este dato, no obstante, no estuvo ponderado en los cuatro minutos que demoró García en tomar su decisión en la tarde del martes 8 de junio -tiempo en que duró la llamada del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, para trasladarle el aviso de los paraguayos, y otra comunicación luego con el comandante de la Fuerza Aérea Uruguaya, Luis Heber de León, para ejecutar la orden-, porque surgió en las averiguaciones posteriores, según confirmó el propio ministro a El País.

Es un dato que revela la sospecha de que el objetivo no era pasar un tiempo recreativo en la capital, porque “la necesidad de descanso después de 30 minutos de vuelo” no es algo precisamente “confiable ni mucho menos aceptable”, señaló el ministro. “Cruzar el Río de la Plata después de dos días de estar descansando en un hotel no parece una actitud que pueda servir como argumento para extender 24 horas su permanencia en el país, y por lo tanto su permanencia para seguir transitando libremente” en Uruguay, agregó el jerarca, que insistió en lo “llamativo” de ese pedido.

Negarle el ingreso a esta aeronave generó, por otro lado, una respuesta del gobierno venezolano, que en un comunicado en las últimas horas rechazó “categóricamente el irresponsable manejo que ofreció la autoridad aeronáutica del Uruguay, al revocar el permiso de sobrevuelo otorgado a la empresa venezolana Emtrasur”, que solo buscaba, supuestamente, “hacer una escala técnica de abastecimiento”.

El presidente Lacalle Pou ya desestimó este reclamo, y García recordó ayer que está “confirmado también que (la tripulación) tiene vinculación con grupos de terroristas internacionales, pero que también han generado terror y muerte” en la Argentina, “como son los casos de los atentados de la Amia y la embajada de Israel”.

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