La última encuesta de la consultora Cifra, publicada la semana pasada, indicó que la recolección de residuos y la limpieza de las calles configuran el principal tema a resolver para más de la mitad de los montevideanos. Se trata además del área peor evaluada de toda la gestión, según los informes de opinión pública encargados por la propia Intendencia de Montevideo (IMM). Resulta así inevitable que, con énfasis y enfoques propios, las promesas y programas de partidos y candidatos hagan referencia al tema y promueven soluciones.
En la Coalición Republicana, el nacionalista Martín Lema —que ya adelantío que tercerizará el servicio de limpieza porque quiere una "recolección sin feriados ni paros"— propone un "plan urgente, integral e intensivo" de limpieza, en el que las respuestas tienen que ser inmediatas. "Ya pasaron 35 años" dijo Lema, en referencia al período en el que la ciudad ha sido gobernada por el Frente Amplio. "No podemos esperar diez ni quince años más", afirmó a El País.
Para Lema, se trata de un problema sanitario. Según su propuesta programática, a la que accedió El País, su planteo implica "terminar con los basurales endémicos" y abordar la problemática como si se tratara de una "emergencia sanitaria" en la ciudad.
"Vamos a pedir colaboración, pero no vamos a abusar", dijo el nacionalista. "La ciudadanía está cansada, y no queremos exigir más porque bastante se les cobra a los montevideanos", afirmó.
Entre otros aspectos, Lema propone instalar contenedores bajo tierra, de los que saldría una "boca" para depositar residuos, pero en los que no existiría posibilidad de hurgado; estos contarían, además, con sensores para advertir cuando la capacidad quede colmada. Así, su recolección sería a demanda. El candidato apelaría, también, a contenedores intradomiciliarios en zonas "más verdes y residenciales", con recolección tres veces por semana, además de un sistema "quita y pon" en determinadas franjas horarias. seguido de una cuadrilla de limpieza. Todo esto se combinaría con contenedores en la calle.
Lema plantea apelar a la tecnología en la ejecución del plan, en función de variables territoriales como densidad de población, tipo de edificaciones y zonas.
Además de los residuos, propone encarar la limpieza de los espacios públicos. "Que vuelvan las papeleras a plazas, parques, paradas y calles", dijo. El plan incluye la limpieza y desinfección del mobiliario urbano y que "por fin aparezca el barrido mecánico en calzadas y veredas". A esto se agrega una "lavada de cara global de choque" en lo que respecta a pintadas y grafitis no aprobados, acompañada de sanciones para provocar un "cambio cívico" en el uso de la vía pública.
Por otra parte, Lema habla de abordar la disposición final, al considerar que la Usina de Felipe Cardoso tiene una vida útil. "Este tipo de vertederos es la solución más arcaica, dañina y perjudicial para el ambiente", afirmó. Y añadió: "Un agujero donde arrojamos residuos y no recuperamos prácticamente nada".
Residuos por boletos
Virginia Cáceres, la candidata del Partido Colorado en la Coalición Republicana, presentará este miércoles sus "ideas" para la limpieza de Montevideo.
Entre otros aspectos, Cáceres promoverá la "descentralización" de la recolección de residuos, "empoderando" a los municipios para que ajusten la recolección a sus necesidades, aunque descarta tercerizar servicios. También propondrá la creación de una "moneda" para canjear residuos reciclables por boletos.
Triple mirada
En su programa de gobierno, el Frente Amplio reconoce que la gestión de los residuos sólidos en la ciudad "sigue presentando enormes desafíos que es necesario revertir". Allí la coalición de izquierda considera imprescindible abordar el tema con una "triple mirada": ambiental, sociolaboral y productiva. Así, se indica que se promoverá una "revolución cultural" en la forma en que los montevideanos se relacionan con el consumo y los residuos. "Es necesario un cambio cultural en la población y en los diferentes generadores de residuos, cada uno con su rol y responsabilidad", se afirma.
Entre las "priorizaciones programáticas", se incluye minimizar la cantidad de residuos que se generan. Se plantea que la IMM debería intervenir, como institución, en la cadena de valorización de recicables, desde una "óptica de circularidad". También se llama a tender a suprimir el uso de materiales descartables entre la población. Y se indica que los clasificadores son "trabajadores con una experiencia acumulada y un conocimiento fundamental" en el tema, por lo que resulta "imprescindible reconocer su tarea histórica y su participación en la mejora ambiental y social".
El programa del Frente Amplio habla, también, de "avanzar en la diversificación" de las modalidades de recolección domiciliaria, adecuándolas a cada barrio o zona. La coalici+ón de izquierda se plantea evaluar los programas de educación ciudadana, en colaboración con el sistema educativo, junto a la implementación de un "sistema de compras públicas sostenible", que privilegie la adquisición de productos y servicios con menores impactos ambientales.
También prometen profundizar los planes de compostaje comunitario e intradomiciliario, con un "enfoque sistémico" que incluya la agricultura urbana; y, por otro lado, la mejora en la limpieza de las ferias, con el foco en la minimización de desperdicios de alimentos y el aprovechamiento de residuos orgánicos y la reducción de bolsas plásticas de un solo uso.
En otro orden se plantea expandir el funcionamiento de las plantas de clasificación, en parte a través de procesos de gestión cooperativa, con la posiblidad de comercio e intercambio regional y la generación de un polo de innovación para la reutilización de residuos.
El programa incluye la mejora en el uso de tecnología en la fiscalización a las empresas, adecuando tanto mecanismos de control como montos y criterios de fijación de multas efectivas. También habla de un régimen de bonificaciones a los hogares, para así estimular el manejo no contaminante de residuos domiciliarios.
Con respecto a la Usina de Felipe Cardoso, se asegura la continuidad de la disposición final a través del uso de los terrenos del entorno, así como el análisis de otras alternativas. La estrategia, dice el Frente Amplio, "apunta a enterrar solo aquello que no puede tener un mejor destino", se indica.