UN ANTIGUO CONOCIDO EN DEFENSA
En medio de una crisis, inicia su segundo mandato como ministro de Defensa.
Es médico de profesión, pero la mayor parte de su vida se dedicó a la política y se convirtió un estudioso de la Constitución, lo que le valió el mote de “médico constitucionalista”. Un poco en broma, un poco en serio, así lo llamaban a José Bayardi, el nuevo ministro de Defensa, sus compañeros de bancada en la legislatura. La razón es simple: a pesar de ser médico, cuando se lo escuchaba hablar se parecía más a un abogado por los argumentos jurídicos que utilizaba.
Fue 25 años diputado. Ingresó a la Cámara por primera vez en 1990, un año después de la fundación de la Vertiente Artiguista, sector que presidía hasta ayer, un día antes de su asunción por segunda vez como ministro de Defensa. Sus compañeros de sector aseguran que fue un “peso pesado” en el Parlamento, así lo describió el exsenador Enrique Rubio en diálogo con El País.
Pero en sus inicios se destacó por su militancia estudiantil. Es parte de la “Generación 83” y fue uno de los líderes estudiantiles del Frente Independiente Universitario, luego participó del proceso de la Izquierda Democrática Independiente hasta integrarse finalmente a la Vertiente Artiguista.
De su época estudiantil le quedó ese gusto por el debate y esa vocación de “polemista”. Quienes lo conocen lo describen como una persona “firme”, pero razonable, muy serio y más que nada formal, desde su forma de vestirse hasta en su vocabulario.
“Siempre se ha tomado su trabajo con gran responsabilidad, a tal punto que cuando estaba en el Parlamento, medio en broma, le decíamos que prácticamente se había convertido en un abogado, porque sabía más de derecho que algunos abogados”, dijo a El País el dirigente de la Vertiente Artiguista Daoiz Uriarte.
En el Parlamento, se dedicó a trabajar en las comisiones de Salud, Defensa y Constitución. En paralelo, mostró interés por los temas internacionales al formar parte del Parlatino, lo que le valió la invitación del presidente del Frente Amplio Javier Miranda para ser el presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales de la coalición (Carifa).
Su perfil no es solo legislativo. También fue primero subsecretario de Defensa y luego ministro de la cartera en el primer gobierno de Vázquez. En la administración de José Mujica fue el titular de Trabajo, una vez que Eduardo Brenta dejó el cargo. En el año 2016 se presentó como candidato a presidente del Frente Amplio para competir con Miranda (que resultó electo), el diputado Alejandro Sánchez (MPP) y el exsenador Roberto Conde. En tanto, hace pocas semanas se postuló para ser presidente de Defensor, pero perdió ante el colorado Luis Alberto “Ney” Castillo .
En el ámbito político continuaba con su militancia activa, aunque recientemente le había adelantado a sus compañeros de sector que no quería integrar la lista a Diputados en las próximas elecciones, porque no tenía interés en cargos y su deseo era “dar paso a los jóvenes”.
De la forma menos pensada, y en medio de las remociones de la cúpula de Defensa y del Ejército -como consecuencia de la confesión de José “Nino” Gavazzo- Vázquez le pidió a Bayardi que asumiera el cargo. No estaba en sus planes ser ministro nuevamente, pero si hay algo que lo caracteriza es que no rehuye de las responsabilidades por más complicado que resulte el momento, señalaron sus allegados a El País.
Sus compañeros de sector destacan como una fortaleza el sobreponerse a las dificultades. En las elecciones de 1994, cuando algunas encuestas daban por ganador al Frente Amplio y muchos dirigentes salieron a la calle a festejar, tropezaron luego con una cruda realidad para ellos, había triunfado el colorado Julio María Sanguinetti. Ante la desilusión de los jóvenes que integraban la Vertiente, Bayardi pronunció un discurso para motivarlos. “Esto no empieza ni termina acá, hay que seguir para adelante”, fue el mensaje.
“Es de los que aguantan las difíciles”, dijo Brenta a El País. “No es de buscar cargos”, coinciden Uriarte y Rubio. Es más, según contaron, en varias oportunidades dejó pasar algún ofrecimiento para formar parte del Ejecutivo por no sentirse con el perfil adecuado.