Redacción El País
La última polémica que rodea al senador Juan Sartori fue transformándose, poco a poco, en un nuevo dolor de cabeza para el Partido Nacional. Está intimado por la Junta de Transparencia y Ética Pública a presentar la declaración jurada de su esposa -algo a lo que se ha negado- además de los balances de sus empresas de tal forma que pueda justificar su aumento patrimonial en US$ 39 millones entre 2021 y 2022.

Y como esto ha sido objeto de cuestionamientos públicos varios, en especial por parte del Frente Amplio (FA), el presidente del directorio de los blancos, Pablo Iturralde, espera reunirse en las próximas horas con el senador en cuanto este llegue a Uruguay.

Sin embargo, esa reunión estaba prevista para este lunes, cuando sesionó el directorio, pero Sartori todavía no llegó del exterior -se lo espera para esta jornada- ni tampoco fue Straneo a la reunión ya que no ha tenido conversaciones sobre el fondo del asunto con el líder del sartorismo, según supo El País.

Como sea, en su entorno no saben aún en qué momento Sartori tendrá el mano a mano con Iturralde para que dé en forma presencial sus explicaciones del caso.

Mientras tanto, el plazo de 15 días que le dio la Jutep para cumplir con las exigencias está corriendo desde la semana pasada, y la posición pública que ha tenido al respecto el senador es que, al menos en lo que respecta a la declaración jurada de la ciudadana rusa Yekaterina Rybolóvleva, no cumplirá con lo pedido -y pese a que esta formalidad tiene el respaldo de la Suprema Corte de Justicia.

En un posteo reciente en la red social X, Sartori señaló que el aumento patrimonial se debió al crecimiento de “las acciones en una de las empresas declaradas” y que “hay mala fe o desconocimiento del mundo empresarial por parte de la representante del FA en la Jutep”, en relación Ana Ferraris.