Los blancos ya están cansados de los escándalos, todos signados por la particularidad de nacer en la revelación de chats de WhatsApp, y siempre bajo una de estas tres palabras claves: Marset, Astesiano, Penadés. No es que no se hayan sorprendido con lo que ocurrió ayer, un nuevo episodio que terminó con la caída del presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, pero los agarró ya con la exasperación de volverse a repetir una película que han visto mucho más de lo que habrían querido en este período de gobierno.
El malestar en las filas del Partido Nacional, una vez conocidos los términos en los que Iturralde intercambió con Penadés en marzo de 2023, como dio a conocer Búsqueda en la edición de ayer, se extendió rápidamente y en todas las esferas. Hubo molestia y preocupación en Presidencia de la República, en los comandos de campaña de los precandidatos y entre los militantes nacionalistas, que ya hicieron sentir el hastío por “la cantidad de macanas” cometidas por sus referentes, indicaron a El País fuentes de este partido.
Tras hacerse público que Iturralde buscó incidir para que Alicia Ghione, una fiscal “amiga” suya, se hiciera cargo de la investigación del caso que tiene a Penadés en prisión preventiva imputado por más de 20 delitos sexuales -y que de esa forma desplazara a Mariana Alfaro, la fiscal que en primera instancia había asumido la causa y a la que trató de “hija de puta”-, el hasta ese momento presidente del Directorio recibió un sinfín de llamadas para buscar las explicaciones. En una de ellas, sobre las nueve, con el precandidato Álvaro Delgadodel otro lado de la línea, Iturralde terminó concretando la definición de la renuncia, que luego el exsecretario de la Presidencia agradeció con palabras elogiosas.
Todos los dirigentes de este partido consultados por El País coincidieron en que no había “otro camino” para Iturralde, y mientras esa decisión no se materializaba había quienes, como la precandidata Laura Raffo, iban a solicitársela públicamente si él no daba el paso al costado.
Y aunque eso fue lo que hizo porque era lo que tenía que hacer, nada atenúa en los blancos el dolor de recibir un nuevo golpe político. No por quien era Iturralde, sino por lo que representaba: “La caída del presidente del partido un mes antes de las elecciones internas es catastrófica, una desacreditación del partido muy grande”, lamentó un dirigente.
Iturralde hizo todas sus manifestaciones sobre el brete en el que se encontraba en el ámbito de las redes sociales. Anunció allí -en X- su renuncia a las 10.39, y algo más tarde divulgó una carta en la que negó haber ejercido “incidencia en la asignación del fiscal en el caso del exsenador”, y que los demás integrantes del Directorio blanco recién recibieron de su parte sobre las 18.30 horas.
A esa hora, Iturralde pidió en el grupo de WhatsApp del Directorio que los integrantes de ese órgano se pronunciaran lo más rápido posible sobre su decisión y que estaba “dispuesto a dar explicaciones” sobre lo ocurrido.
A lo largo de la jornada, las reflexiones en el sistema político, sumergido en plena campaña electoral, fueron abundantes. En el Frente Amplio ni que hablar: Carolina Cosse calificó el caso como “gravísimo” y Yamandú Orsi advirtió que hay mucho por investigar y revelar, por citar las primeras expresiones de los precandidatos de la izquierda.
Los colorados no se quedaron atrás: expresaron “preocupación y disgusto ante posibles interferencias políticas en cuestiones procesales”. Mientras tanto, Cabildo Abierto, en la voz de su líder, Guido Manini Ríos, prefirió advertir por el riesgo de que se busquen y publiquen “cosas personales, dichos y no dichos”.
Y entre los blancos, en público, mostraron un abanico variado de opiniones. Por ejemplo, para el senador Sebastián Da Silva es importante transmitir que el Partido Nacional tiene ahora que “resistir la demonización” que le va a caer. “Tenemos que salir a resistir la cancelación que va a intentar hacer el Frente Amplio. Entre nosotros, el que falla se va, así sea un compañero muy querido como Pablo Iturralde”, argumentó en diálogo con El País. Y, ya entrando en un tema por demás discutido en la coalición de gobierno, agregó: “Hay que asumir que este tipo de filtraciones no terminaron, que van a seguir intentando hacernos daños, y que la Fiscalía es tierra de nadie, donde dos o tres funcionarios infieles hacen y deshacen a su merced para cancelar al Partido Nacional”.
Javier García, en su cuenta de X, habló en tanto de “la política del ‘carpetazo’”, aludiendo a la definición de la Academia Argentina de Letras, que explica que ese término significa difundir “información comprometedora de una persona”, y privada en su origen, con fines políticos.
Y luego está la opinión de Santiago Gutiérrez, joven dirigente del sector Por la Patria e integrante del Directorio, que a diferencia de sus compañeros interpreta que todo este episodio es “un síntoma más de que el sistema político en su conjunto y en el Partido Nacional especialmente hay necesidades de un cambio generacional de las autoridades”.
Cómo sigue
Como siempre con estos casos, el paso de las horas -y de los días, semanas- será crucial para observar el verdadero alcance electoral de esta crisis para los blancos.
Pero el tema seguirá en la agenda. Por lo pronto, los legisladores nacionalistas plantearon citar al Parlamento al ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, “por la situación de Fiscalía”, cuyo funcionamiento y eventuales cambios de conducción han estado en el tapete en esta administración.
Hay acuerdo sobre nuevo presidente
Los blancos ya llegaron a un acuerdo acerca de la persona que quedará en el lugar de Pablo Iturralde, tras su renuncia en la mañana de ayer.
Fuentes nacionalistas señalaron a El País que el nombre que reúne el consenso de todos los sectores del partido es el de Macarena Rubio, secretaria del Directorio, y perteneciente a la agrupación que lidera Carlos Enciso, hoy embajador de Uruguay en Buenos Aires.
Ese es al menos el acuerdo surgido en diálogos informales en las últimas horas. El nombre deberá ser votado en una próxima sesión del Directorio, que está pautada para el próximo lunes, salvo que los integrantes de este órgano convoquen a una sesión extraordinaria, según supo El País.
La idea de los blancos, a priori, es que Rubio asuma como presidenta “interina” hasta las elecciones internas, que se celebrarán el último domingo de junio, para luego designar al presidente definitivo.
Para este rol, el de dirigir orgánicamente al partido, en los últimos años los nacionalistas han buscado a dirigentes que no estén muy identificados con alguno de los grandes sectores del partido, para conducir a los blancos desde una ecuanimidad más o menos convincente. Así al menos ha sido el criterio que se siguió a la hora de designar a Beatriz Argimón en el período pasado, y luego al propio Iturralde, una vez que aquella renunció para asumir como candidata a vicepresidenta; luego, en las elecciones internas del partido en 2021, Iturralde fue nuevamente elegido.
Reacción de los precandidatos del PN
Álvaro Delgado
“Conozco a Pablo Iturralde desde hace muchos años. Un blanco de toda la vida. Es una gran persona, integrante de una espectacular familiar. Y estaba ejerciendo una presidencia del Directorio con gran tesón, una gran dedicación y mucho esfuerzo. (...) Me pareció correcto, prudente y valiente la decisión que tomó. Yo se lo valoro especialmente”.
Laura Raffo
“Pablo Iturralde ocupaba la presidencia del Honorable Directorio y destaco la palabra ‘honorable’ porque no pueden quedar dudas acerca de la intachabilidad, la transparencia y la ética de nuestro Directorio. Tomó la decisión que tenía que tomar. (...) Somos un partido que tiene una base muy sólida en valores de defensa de la democracia y de nuestras libertades e instituciones”.
Jorge Gandini
“Iturralde es una persona muy íntegra, muy derecha, muy blanco. Tomó esta decisión inmediatamente que trascendieron esos chats privados que mantuvo, para no hacerle daño al partido. (...) Nos ha ayudado, lo transformó en un problema personal. Es él, no es el partido. (...) Él deberá aclarar, deberá explicar, pero ya lo va a hacer desde otro lugar”.
Investigación administrativa
La fiscal de Corte, Mónica Ferrero, dispuso ayer de noche que se iniciara una investigación administrativa a raíz de la divulgación de los chats entre Pablo Iturralde y Gustavo Penadés. La decisión la tomó luego de recibir una carta de Iturralde en la que pidió que se indagara el asunto, informó la Fiscalía.
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