Brecha cambiaria: Botana dice que "lo peor está por llegar" y cuestiona el "miedo a la ilegalidad" del MEF

El senador nacionalista y Manini Ríos cuestionaron el "quietismo" y la "ortodoxia" del equipo económico ante la situación de crisis que vive la frontera.

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Sergio Botana. Foto: Francisco Flores.
Senador Sergio Botana (PN).
Foto: Marcelo Bonjour/Archivo El Pais

Redacción El País
Una tasa de desempleo de 14,7%, la más alta del país. Una diferencia cambiaria con Argentina que hoy, en algunos productos, supera el 150%. Más de 1.500 autos que cruzan el río Uruguay por día para comprar más barato en el vecino país. En términos generales, esta fue la situación que se planteó este jueves ante la Comisión de Hacienda del Senado por una delegación del Centro Comercial e Industrial de Salto, que fue a pedir ayuda a los legisladores.

Los comerciantes dijeron que las medidas que recientemente implementó el Poder Ejecutivo son bienvenidas, pero resultan insuficientes. Los empresarios pusieron a disposición de los senadores una serie de estudios que están realizando, junto con un planteo encargado a un equipo de economistas sobre posibles soluciones a la situación que afecta a la frontera.

Su oferta fue recibida con cortesía, pero a juicio del senador nacionalista Sergio Botana será una pérdida de tiempo. La sesión se caracterizó por fuertes cuestionamientos a la línea seguida en este tema por el equipo económico, surgidos en filas del propio oficialismo.

Botana aventuró que lo más grave está por llegar. Será, dijo, cuando se empiece a resentir la tasa de actividad en esa zona del país y cuando "ya no queden personas para trabajar, cuando la gente decida emigrar". Eso es lo que está sucediendo, aseguró, en la otra punta del país. "En la frontera con Brasil tenemos una foto del futuro del litoral", indicó.

Botana recordó allí el proyecto de ley que presentó en 2021. A juicio del senador, por esa vía se procura atacar el "problema central": los precios del lado uruguayo. Allí se proponen, recordó, dos vías: rebaja de impuestos y habilitación a la microimportación.

"Mientras no se ataque ese problema, no se va a combatir el contrabando, aunque se ponga un policía al lado del otro en la frontera", dijo. Al tratarse de cuestiones fiscales, el proyecto de contar con el aval previo del Ministerio de Economía y Finanzas, con el que Botana se mostró especialmente crítico. "Creo que hay un quietismo que es por miedo", señaló.

Para el senador nacionalista, las medidas recientemente implementadas por el gobierno no solo no son suficientes, sino que serán "absolutamente ineficaces" para encarar el problema. "Ningún comercio va a vender más porque le cuesta menos la energía o sean menores los cargos fijos en su local comercial", apuntó. "Las personas van a seguir yendo al otro lado".

Un "problema cultural"

Botana aseguró que existe un "problema cultural" en el Ministerio de Economía. "Le teme a la frontera", dijo. "Creen saber moverse por el mundo, pero no saben moverse por ese espacio territorial. Le tienen miedo a la ilegalidad y a la inestabilidad, dos cosas que los gobiernos centrales empujan con sus propias rigideces", reflexionó.

En su visión, lo natural debería ser la "flexibilidad" en la frontera para adaptarse a los cambios. En ese contexto, Botana planteó una nueva propuesta: que las compras públicas se concentren en las zonas del país más perjudicadas por el contrabando, de modo de paliar la caída en la actividad y el empleo y "convencer a nuestras autoridades económicas de que hay doce departamentos que están siendo arrasados por la diferencia de precios. Es demasiado territorio y demasiada cantidad de gente".

La reflexión de Botana fue compartida por su colega Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), que en abril del año pasado había presentado un proyecto similar que, observó, también sigue sin respuesta. "No podemos seguir tratando con la ortodoxia económica una situación tan grave", advirtió.

Para Manini, todo obedece a un problema estructural: en Uruguay "todo es carísimo". En su visión, sería necesario aplicar políticas que tomen solo al tipo de cambio como elementos para controlar la inflación. Ali´cuestionó que la del "dólar planchado" haya sido la única medida de control de precios de los sucesivos gobiernos, incluido el actual, y que ha derivado en la situación actual que vive el comercio de frontera, que apenas "sobrevive".

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