La comparecencia del canciller Francisco Bustillo ayer ante la comisión de Asuntos Internacionales del Senado salió como se planificó, al menos en los tiempos: el jerarca dio unas breves declaraciones antes de entrar, sobre las 17 horas -algo poco usual en estos casos- y la exposición que hizo la delegación del Ministerio de Relaciones Exteriores, puertas adentro ante los legisladores, fue lo suficientemente extensa -terminó sobre las 21.30- como para evitar la obligada rueda de prensa en vivo, a la hora de los informativos.
La convocatoria tenía dos temas de fuste: las últimas declaraciones de la exvicecanciller Carolina Ache respecto a la información que reconoció haber omitido sobre el proceso de entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, y los escasos avances del gobierno en las negociaciones con China para firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC), así como otros procesos iniciados con más países y alianzas comerciales.
La sesión comenzó con este último tema, y buena parte del tiempo se lo llevó la lectura, por parte de la subdirectora general de Asuntos Económicos Universales de la Cancillería, Cristina González, de un minucioso informe con el detalle del estado de situación comercial que tiene hoy Uruguay con todos los Estados.
En lo que respecta a China, país al que Bustillo viajó semanas atrás y en donde las autoridades de este gigante asiático transmitieron que el TLC lo buscan con el Mercosur antes que bilateralmente con Uruguay, la información que la delegación de Cancillería dio en este sentido a los senadores es que no hay más remedio que esperar por Brasil, señalaron a El País fuentes parlamentarias. Que China tomó nota de la visita que hizo Luiz Inácio Lula da Silva a Montevideo el 25 de enero de este año, instancia en la que se mostró afín a que el bloque regional avance en un TLC con China -aunque antes está el acuerdo con la Unión Europea-, y que entonces Uruguay deberá esperar a que Brasil tome la iniciativa, algo que de todos modos se ve lejano.
Ese panorama es, básicamente, “la realidad” que tienen asumida en la Cancillería y eso implica que, en esto, se mantenga un frente abierto con la oposición.
“Nos vamos con una sensación de preocupación -dijo el frenteamplista Daniel Caggiani a El País-, porque todo el tema de la inserción internacional y los anuncios que ha hecho el gobierno sobre acuerdos comerciales no han tenido avances significativos, sino más bien todo lo contrario”.
Respecto al segundo tema -la entrega de un pasaporte uruguayo a un poderoso delincuente que había sido detenido en Dubái en 2021 y que quedó en libertad gracias a la gestión del documento por parte de Cancillería-, para el Frente Amplio no hay ninguna duda de que Carolina Ache y Bustillo han entrado en una “clara contradicción”, señaló Caggiani.
Ache había dicho en Canal 12 este lunes que omitió dar como “elemento” de todo este caso el hecho de que el 3 de noviembre de 2021, cuando Marset estaba detenido, el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, se había comunicado con ella específicamente para conocer más sobre la situación y advertirle de que se trataba de “un narco muy peligroso y pesado” cuya liberación “sería terrible”.
Pero además de haber admitido eso y confesar que estaba arrepentida de no haberlo contado en detalle el 22 de agosto del año pasado, durante la interpelación promovida sobre esto por el Frente Amplio, Ache también sostuvo que “todos” los ministros involucrados -Bustillo y el titular de Interior, Luis Alberto Heber- “conocían” los términos de ese intercambio, pese a lo cual igualmente se otorgó ese pasaporte.
Bustillo, en respuesta, y luego de haber dicho a la prensa antes de entrar que en la interpelación de agosto de 2022 no había faltado a la verdad (ver recuadro), señaló a los senadores que “nunca durante la tramitación” fue puesto al tanto de esa comunicación -indicaron los informantes-, más allá de que también desconocía que su ministerio estaba tramitando un pasaporte al narcotraficante. Y, para respaldarse, el canciller leyó las conclusiones de la investigación administrativa que ordenó en su ministerio y que concluyó, en diciembre pasado, que no hubo irregularidades ni responsabilidades de ninguno de sus jerarcas.
“Alguno de los dos está faltando a la verdad, porque, por lo que nos dijo Bustillo, él no estaba en conocimiento del trámite y no tenía información de parte de Ache y que por tanto no pudo interferir en el trámite”, señaló Caggiani.
La polémica -que el gobierno había asumido como superada hasta las sorpresivas declaraciones de Ache de este lunes-, por ende, seguirá en el candelero, pues la bancada del Frente Amplio analiza ahora más “acciones parlamentarias”. Por ejemplo, dijo Caggiani, promover una nueva interpelación o crear una comisión investigadora. “Si no hubo comunicación entre ambos o conocimiento de lo que estaba pasando, pudo haber habido negligencia”, lanzó el senador frenteamplista.
“Ratifico que no falté a la verdad” en el parlamento
En la rueda de prensa previo a la sesión, el canciller Bustillo dio un breve mensaje en respuesta a los dichos de Carolina Ache días atrás en Canal 12, en donde reconoció haber omitido información sobre el caso Marset.
“Quiero ratificar lo dicho y actuado en la concurrencia al Senado de la República en agosto de 2022. No falté a la verdad en esa ocasión cuando hablamos de la tramitación del pasaporte del ciudadano Marset”, señaló el jerarca.
“Por otra parte, el ciudadano Marset no tenía requisitoria internacional alguna ni causa nacional y es importante decirlo: los ministros no participan de la tramitación de pasaportes”, agregó.