La bancada de Diputados de Cabildo Abierto ingresó al Parlamento un proyecto de ley que pretende prohibir las prácticas quirúrgicas no terapéuticas en animales domésticos, específicamente en perros y gatos.

El proyecto fue redactado por la diputada Silvana Pérez Bonavita y apunta específicamente a prohibir cualquier acto quirúrgico cuya sola finalidad sea modificar la apariencia física o la conducta de estas animales. Por ejemplo, la mutilación total o parcial de la cola o las orejas, la sección de las cuerdas vocales o la extirpación de uñas, falanges o dientes.

"Lamentablemente estamos viendo casi a diario estos hechos" expresa la iniciativa, que recuerda que la sociedad ha venido evolucionando y considera cada vez más estos animales de compañía no solo como una simple propiedad u objeto, sino como un ser vivo.

La ley de Protección y Bienestar Animal vigente desde 2009 sanciona económicamente determinadas prácticas abusivas y crueles. Al respecto, el proyecto señala que la norma padece de un "vacío legal" que habilita prácticas quirúrgicas con fines estéticos o conductuales, pese a que las mutilaciones se consideran un agravante. Por otra parte, un decreto de 2017 define a los animales domésticos como "bienes de propiedad privada sujetos a una normativa especial" aunque no los considera sujetos de derechos.

La iniciativa plantea además incorporar al Código Penal un artículo referido al maltrato animal doméstico para que "el que intencionalmente y sin justa causa dañare la salud o la integridad de un animal doméstico provocándole un sufrimiento innecesario, la agonía prolongada o la muerte", será castigado con una pena de entre tres meses de prisión a tres años de penitenciaría.

El proyecto cuenta con la firma de Bonavita y sus correligionarios Nazmi Camargo, Eduardo Lust, Rafael Menéndez y Sebastián Cal. También fue suscrito por la diputada colorada María Eugenia Roselló. Allí se cita un estudio desarrollado por la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba) y Equipos Consultores, que en 2017 estimó que en los hogares uruguayos viven 1,7 millones de perros y 687 mil gatos. Eso traduce en en el 67% de los hogares al menos hay un perro, el 28% tiene un gato y el 23% tienen perros y gatos.