Tras el apoyo de Cabildo Abierto en la Cámara de Senadores, reina la incertidumbre de cuál será la postura del partido liderado por Guido Manini Ríos sobre el proyecto de ley que reforma la seguridad social al momento de ser sancionado en la Cámara de Representantes.
Los senadores dieron sus votos en la cámara alta, pero advirtieron que insistirían con sus reclamos cuando el proyecto fuera tratado en Diputados.
En particular insiste en dos aspectos: que se deje fuera de la reforma a la Caja Notarial y que se consideren 15 en lugar de 25 los años para el promedio de jubilación. También discrepa sobre la creación de una agencia reguladora para controlar la gestión. Y se niegan a que las AFAP puedan invertir en el exterior ya que entienden no queda claro cuáles son las garantías que da el Estado si esas inversiones “salen mal”.
Además, plantearon dudas sobre las certificaciones médicas en el Banco de Previsión Social (BPS), ya que entienden que estas tienen un gran impacto sobre el déficit del BPS y que por ello se debe ir en contra de “los malos certificadores”.
Por último, plantean extender a más rubros el beneficio de jubilación anticipada a los 60 años.
Fuentes de Cabildo Abierto, indicaron a El País que en estos últimos días hubo “avances” en relación a sus planteos sobre las certificaciones médicas en BPS y en las posibilidad de concretar jubilaciones anticipadas para determinados rubros de trabajo.
Tras la comparecencia del presidente del BPS, Alfredo Cabrera, los cabildantes quedaron conformes con las explicaciones que dio el jerarca respecto a los cambios que se implementaron en el sistema de certificaciones.
En los otros puntos en los que no hay acuerdo, como es el de que se consideren 15 en lugar de 25 años para el promedio de jubilación, los legisladores cabildantes consultados afirmaron que se pararán “firmes” en sus convicciones. Según dijeron a El País, existe un diálogo permanente entre Manini Ríos y los diputados de Cabildo que integran la comisión que analiza la reforma. Estos temas para el partido son “bien claros” y entienden que la coalición debe aceptar las modificaciones que proponen.
Desde filas nacionalistas y coloradas hay “optimismo” en lograr los consensos necesarios que permitan “dejar conformes a todos los partidos” que integran la coalición de gobierno. Y así aprobar una de las reformas claves de la administración de Luis Lacalle Pou.