ENOJO DE LARRAÑAGA POR REUNIÓN EN JEFATURA
Larrañaga le pidió la renuncia. La remoción se dio por varias diferencias, principalmente contactos que Ruiz mantuvo con el exdirector de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Gustavo Leal.
La sorpresiva remoción del jefe de Policía de Montevideo, Erode Ruiz, empezó a gestarse hace 10 días. Fue en la madrugada del 16 de octubre, justo cuando Brian Sosa, uno de los líderes de Los Chingas, probablemente engañado recibió un tiro en la nuca en los estrechos pasajes de Los Palomares. Horas más tarde, Ruiz tuvo el gesto de telefonear al exdirector de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Gustavo Leal, para avisarle que una de sus amenazas de muerte “había cesado”. Con el homicidio de Sosa, Leal podía dormir un poco más tranquilo.
El sociólogo ya estaba al tanto porque le habían avisado los vecinos. De todas maneras, agradeció la llamada. “En esa conversación le dije que habían pasado varias cosas y acordamos reunirnos”, contó Leal a El País ayer de tarde, antes de que se efectivizara la salida de Ruiz, pero cuando ya había trascendido que ambos tenían un diálogo fluido a partir de un informe en radio Sarandí.
Leal quería poner al jefe de Policía de Montevideo al tanto de denuncias que él había recibido sobre extorsión y desalojos en barrios periféricos. Ya habían estado en contacto en otras ocasiones -había aportado un dato clave para dar con los asesinos de la policía Daniela da Silva, en marzo-, y además se conocían de cuando Ruiz era jefe de Maldonado, en el período pasado.
El jueves 22, Ruiz citó a Leal a la Jefatura para la mañana siguiente. El sociólogo le preguntó si no prefería reunirse en un lugar más reservado, pero el jefe capitalino insistió en hacerlo ahí. Además lo convocó a las 10:30, a la misma hora que se haría una reunión con todos los jefes de zona. Cuando Leal llegó ese viernes a la Jefatura, lo vieron muchos de los policías que habían trabajado con él en los ocho años que Leal cumplió tareas en el Ministerio del Interior de Eduardo Bonomi.
A la reunión de jerarcas asistió el subjefe de Montevideo, Mario D’Elia. En tanto, Ruiz habló en privado con Leal durante tres horas. “El contenido es reservado, pero quedamos en tener una conversación fluida”, expresó Leal, que agregó: “He colaborado varias veces antes. Me ha llegado información sensible que he pasado a Fiscalía y unidades policiales. No soy partidario de la grieta. Tengo la mano tendida con la Policía”. Acotó que “nadie hizo transición” con él al cambiar el gobierno.
Menos de 48 horas después, esa línea privilegiada se activó cuando Leal se enteró de que habían desalojado con violencia a una familia y telefoneó a Ruiz, que ya estaba al tanto. “Me tengo fe para convencerlos de denunciar”, dijo Leal, que tiene experiencia interviniendo situaciones del estilo. Ruiz accedió. Lo que sigue fue narrado parcialmente ayer en Sarandí y forma parte de una investigación que es reservada por seguridad de la familia desalojada. Tras la participación de Leal, intervino la Fiscalía y el asunto lo maneja por estas horas personal de Hechos Complejos.
Malestar de Larrañaga.
En paralelo, el disgusto crecía en las oficinas del Ministerio del Interior. Según supo El País, a Jorge Larrañaga le cayó muy mal que el jefe de Policía de Montevideo se encontrara con Leal, quien sonaba como candidato a ministro del Interior si Daniel Martínez hubiera ganado las elecciones. Fuentes oficiales dijeron a El País que se interpretó que Ruiz había “roto la relación vertical de mando” y molestó que no hubiera pedido autorización para la reunión.
Larrañaga decidió entonces la remoción de Ruiz, un policía con ascendencia entre pares y subalternos, y con trayectoria en varios gobiernos. Además, Ruiz tenía el respaldo explícito del presidente Luis Lacalle Pou.
En la reunión con Ruiz, Larrañaga le increpó que no le hubiera pedido permiso y que no hubiera consultado a quien hoy ocupa el cargo de Seguridad y Convivencia, Santiago González. Ruiz argumentó que Leal manejaba más y mejor información que González.
Desde el Ejecutivo comentaron a El País que la decisión se debe a diferencias con la gestión de la Policía en Montevideo en el último tiempo. Si bien reconocieron que el detonante fue el vínculo con Leal, aseguraron que los motivos que derivaron en el pedido de renuncia “fueron varios”. Las diferencias radicaban en cómo se estaba ejerciendo el rol y en cómo se estaba gestionando la información proveniente de la Jefatura de Policía de Montevideo, agregaron las fuentes.
Ayer de tardecita el Ministerio del Interior comunicó a través de su cuenta de Twitter: “En conocimiento del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el ministro del Interior aceptó la renuncia del jefe de Policía de Montevideo, Comisario Mayor (R) Erode Ruiz, agradeciéndole los servicios prestados en el desempeño del cargo”. El encargado interino de Jefatura será el actual subjefe D’Elia.
En diálogo con Subrayado, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, se refirió al tema: “Más allá de una carrera importante que tiene el jefe de Policía de Montevideo, tiene que tener la confianza del jerarca y el ministerio tomó la decisión que tomó. Había diferencias en unos enfoques y fue informado el presidente de la República”.
Jefe interino de Policía de Flores fue destituido
El ministro del Interior también destituyó ayer a Walter Porcile, jefe de Policía interino de Flores. La decisión se dio luego de un video que circuló en redes en el que se ve una aglomeración de personas en una plaza de Trinidad el pasado fin de semana. Porcile estaba en el cargo luego de que Juan Fontes renunciara.