marítimas

Cámaras niegan que Uruguay avale la pesca ilegal china

Empresarios pesqueros advierten que el problema son barcos brasileños.

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Avión argentino sobrevuela flota de barcos pesqueros de calamares
Avión argentino sobrevuela flota de barcos pesqueros de calamares.

Por Eduardo Barreneche
El 20 de marzo de este año, un avión Boeing 787 de la ONG Solidaire sobrevoló un enjambre de buques pesqueros en la milla 201, en el límite de la jurisdicción marítima argentina. El piloto de la aeronave llena de periodistas y algunos diplomáticos era el polifacético Enrique Piñeyro.

Cineasta, emprendedor gastronómico, piloto, activista por los derechos humanos y actor, Piñeyro pretendía poner en el tapete que la mayoría de las embarcaciones con banderas de varios países pescaban calamar con sus sistemas de detector de radar apagados (AIS).

Piñeyro hizo que el avión cortara el techo de nubes y, frente a las ventanas del Boeing 787, los periodistas vieron emerger las lámparas de cientos de luces de los barcos pesqueros.

Según consignó el diario La Nación de Argentina, el piloto dijo por el autoparlante del avión: “A la derecha podrán ver todos los buques en actividad dentro de las 200 millas argentinas”. En realidad, ninguno de los pesqueros se encontraba dentro de la jurisdicción argentina. Ello fue desmentido por el propio gobierno liderado por Alberto Fernández y la Federación de Trabajadores del Mar Argentino (FeTraMar).

El escándalo mediático generado por Piñeyro rozó Uruguay, ya que desde aquí parten 152 embarcaciones de bandera extranjera que pescan en el Atlántico Sur, según datos de la Cámara de Agentes de Pesqueros Extranjeros (CAPE).

La mayoría de ellas son chinas, coreanas y españolas.

Aldo Braida, presidente de la agremiación, dijo a El País que la supuesta denuncia de Piñeyro le genera “preocupación” porque “ataca” a Uruguay al afirmar que el país es un supuesto cómplice de pesca ilegal del calamar en el Atlántico sur, lo que “no es tal”.

Y agrega: “Choca el silencio importante por parte de nuestras autoridades sobre el tema. Vemos con preocupación las denuncias falsas (de pesca ilegal) contra un sector que da muchos dividendos y trabajo a Uruguay. Ese sector está por demás controlado y regulado en nuestro país”.

-¿Por qué dice que hay denuncias falsas contra los pesqueros internacionales, en particular los de bandera china?

Braida: Son los titulares de siempre (en Argentina). Que amparamos la pesca ilegal. Algo que es muy distinto de la realidad. Máxime que siendo Uruguay el único país de la región firmante de un acuerdo rector para combatir la pesca ilegal y no declarada.

La cifra

201

Es la cantidad de millas de la costa. Establece que un buque se encuentra en aguas internacionales y puede navegar sin dar cuenta a autoridad marítima alguna.

El presidente de la Cámara de Agentes de Pesqueros Extranjeros reconoce que este tipo de denuncias realizadas en Argentina “tiene impacto” en la actividad de los barcos pesqueros con banderas de otros países que recalan en el puerto de Montevideo. “Muchas veces se disponen normas o se toman decisiones (gubernamentales) sin un análisis de las denuncias. Simplemente se reacciona frente a eso”, sostiene el empresario. Agrega, además, que esas denuncias dejan en “mala posición” al sector pesquero internacional cuando ésta es una actividad “dura”, “noble” y que “lleva a las personas de todo el mundo” una de las proteínas más importantes de la alimentación.

En el puerto capitalino, explica Braida, las embarcaciones extranjeras realizaron 342 escalas en el correr de 2022.

El mismo barco entra cinco veces en el año al puerto capitalino. “Estamos hablando de un porcentaje mínimo de barcos que pescan en el Atlántico sur que entran a Montevideo”, insiste Braida.

Agrega que esos barcos están controlados desde la captura, tripulación y hasta del buque por organismos como la Dirección de Recursos Acuáticos, la Prefectura y la Administración Nacional de Puertos (ANP). Y sostiene que Piñeyro, operadores argentinos, organizaciones no gubernamentales y ambientalistas desconocen el derecho internacional y dicen que la milla 201 es argentina.

“Si empezamos a desconstruir el relato, vemos que no hay tanta ilegalidad, no hay tantos barcos como ellos dicen que operan en Uruguay ni tampoco hay tripulantes esclavos o maltratados. Queda el relato. ¿Ese relato atenta contra la pesca o los barcos pesqueros? No. Atenta contra Uruguay”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (Cipu), Juan Riva-Zucchelli, coincide con Braida sobre la existencia de control del Estado uruguayo a la pesca internacional, así como a la nacional. De todas formas, el empresario advierte que los barcos de pesca con bandera extranjera no afectan a las embarcaciones locales porque su actividad se realiza en el Atlántico Sur. Recuerda que el problema de Uruguay son algunos barcos brasileños que operan en forma clandestina en aguas territoriales del este del país y que, a veces, son capturados por la Prefectura Nacional.

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