NEGOCIACIÓN
Las cámaras de Comercio e Industrias entregaron al gobierno una carta formal en la que dejaron oficializadas sus quejas por las pautas salariales.
El gobierno reunió ayer al Consejo Superior Tripartito para discutir las pautas salariales diseñadas por el Poder Ejecutivo. Allí recibieron los cuestionamientos de los dos lados del mostrador: trabajadores y empresarios.
Para el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, es una buena señal que el gobierno haya estructurado pautas salariales para el sector privado de forma ecuánime y ajustadas a la “compleja situación” del país.
“La pauta del gobierno es equilibrada. Estamos respondiendo con una propuesta que toma en cuenta un montón de componentes: la situación económica, la del país en general y la del empleo. Tenemos la preocupación de mantener la inflación controlada. De los dos lados hay críticas que denuestan que la pauta es ecuánime”, comentó a El País.
Lo que el Poder Ejecutivo propone a trabajadores y empresarios es otorgar un ajuste de salario de 2,5% para todos los sectores -menos los más afectados por la pandemia- a partir del 1° de julio, y de 3,5% a partir del 1° de enero de 2022.
El Ministerio de Trabajo convocará a los diferentes grupos de actividad a sentarse a negociar. Si las partes logran acordar de forma bipartita mejores pautas, estas serán homologadas por el Poder Ejecutivo; de lo contrario, si no hay acuerdo y se va a votación, el gobierno inclinará la balanza a favor de la parte que se acerque más a la pauta sugerida. Es de esperar, entonces, que ningún sector reciba un aumento menor a ese 2,5% estipulado para julio, salvo aquellos grupos mayormente afectados por la crisis generada por la pandemia.
Las cámaras de Comercio e Industrias entregaron al gobierno una carta formal en la que dejaron oficializadas sus quejas por las pautas salariales. La misiva fue firmada por los presidentes de ambos colectivos, Daniel Sapelli y Alfredo Antía.
“Estos lineamiento no contemplan lo pactado como correctivo final del acuerdo ‘puente’ de la pasada octava ronda. En efecto, dicho correctivo estaba acordado que se calcularía sobre la base de la inflación y la caída del PBI promedio de 2020, resultado una variación negativa del 1,66% que no se estaría contemplando. Esta variable debió estar reconocida en algún momento durante el plazo de duración de los acuerdos o convenios”, dice la carta a la que accedió El País.
Si bien el gobierno entiende que el correctivo es el señalado por las cámaras empresariales, tomó la decisión política de fijarlo en 0 como forma de evitar que el ajuste salarial sea menor al fijado en los lineamientos.
Los empresarios tampoco estuvieron de acuerdo en que la recuperación salarial se dé ya a partir del 1° de julio, y consideran que debería dejarse para el 1° de enero de 2022. El Ejecutivo entendió que es necesario iniciar la recuperación salarial ya con el próximo ajuste.
Del otro lado, la central única de trabajadores, el Pit-Cnt, tampoco está conforme con los lineamientos salariales. La economista Alejandra Picco del Instituto Cuesta Duarte, dijo al portal web de la central sindical que la propuesta del Ejecutivo “claramente tiene aspectos muy negativos” para los asalariados. “El Pit-Cnt tiene una mirada muy crítica”, dijo la asesora de la central remarcando que “casi no hay margen para la negociación”.
El director Nacional de Trabajo, Federico Daverede, comentó a El País que el Ejecutivo recibió los planteos de ambas partes ayer en la reunión, pero aclaró que los lineamientos se mantendrán. “Se valoraron las posiciones de las dos partes y se trató de tomar el camino del medio, contemplar a los dos lados. El famoso péndulo”, comentó el jerarca.